What am i to you? [NamJin]

Sutil

YoonGi nos miraba desde el otro lado de la mesa con un nerviosismo enorme, sus dedos tamborileaban sin ritmo y apresaba su labio inferior entre sus dientes.- Hey, tranquilo, seguro surgió algo-. Me miró con sus ojos totalmente preocupados y los desvió hasta la pantalla apagada de su celular sobre la mesa como cada cinco segundos. SeokJin se removió a mi lado y acaricie el dorso de su mano que tomaba la mía.- ¿Le diste bien la dirección?-. Le preguntó mi castaño con cuidado y YoonGi asintió frenético y un puchero casi formándose en sus labios.- Le envié la ubicación-. Jin asintió despacio seguramente pensando en que decirle, un suspiro salió de los labios delgaditos de mi amigo y Jin me miro con el ceño fruncido y la pregunta "¿qué hacemos?" se dibujaba en sus pupilas, me encogí de hombros muy levemente y mi castaño se inclinó hacia mí mientras YoonGi se hundía en la mesa.

A paso apresurado y casi tropezando en la entrada un chico alto y delgado se acercaba hasta nosotros con una expresión de profundo cansancio y preocupación, sus facciones eran inconfundibles y rápidamente reconocí a Hoseok, YoonGi mantenía su rostro entre sus manos inclinado sobre la mesa tal vez resignado, el chico abrió la boca haciendo el ademan de hablar y rápidamente puse mi dedo sobre mis labios indicando que no hablara, le guiñe un ojo y le hice una seña para que se pusiera detrás de YoonGi, él lo hizo conteniendo una risa y Jin me miró divertido levantando una ceja.- Tal vez solo no quiso venir, YoonGi, ni si quiera deberías llamarle-. Un quejido se escuchó de parte de mi amigo amortiguado por sus brazos y sonreí dado que no podía verme.- Yo quería verlo-. Su voz sonó como si estuviese haciendo un puchero, bastante inusual en él y Hoseok sonrió enternecido.- Quizás...quizás ya se hartó de ti-. De nuevo un quejido se escuchó y sentí un golpe en mi brazo de parte de Jin que aunque estaba riendo en silencio también negaba dando a entender que estaba siendo cruel.- Eres un amigo demasiado bastardo, Nam, eres cruel y un maldito-. Sonreí grande y me incliné en la mesa para susurrarle con tono burlon.- Quizás ya llegó y ni si quiera te has dado cuenta-. En ese momento se quedó completamente inmóvil y yo me erguí tomando la mano de Jin y posándola en mi mejilla con cariño sintiendo el calor que emanaba su piel y se dispersaba en la mía, YoonGi se levantó despacio como si fuese un niño curioso y los brazos de Hoseok le rodearon el cuello.- ¡Lo siento mucho!, mi celular se descargó y había demasiado tráfico-. YoonGi se levantó con un puchero y para sorpresa de todos depositó un beso sobre los labios del otro, el chico frente a él dejo salir una risita tímida y nerviosa mientras su rostro se volvía completamente rojo.

.-Me da gusto volver a verte, J-Hope-. Le dije estrechando su mano cuando se hubo sentado y nos miró con total curiosidad.- Un gusto también, Monster-. Me devolvió la broma llamándome con aquel que solía ser parte de mi sobrenombre y yo reí un poco recordando viejos tiempos.- Eres SeokJin, ¿cierto?-. Mi castaño asintió y ladeo un poco su cabeza tratando de recordarle quizás y el chico siguió hablando.- Te recuerdo vagamente, siempre estabas al lado de NamJoon-. SeokJin sonrió y su gesto fue brillante como si recordara aquellos tiempos.- Si, era yo-. Subí nuestras manos entrelazadas y le di un beso pequeño en el dorso de la suya.- Ahora es mi novio-. Dije con orgullo levantando mi mentón y YoonGi rodo los ojos divertido por mi demostración de felicidad.- Ya veo...felicidades-. Una sonrisa sincera se posó en el rostro de Hoseok al tiempo que tomaba asiento al lado de YoonGi y frente a nosotros.

Con bebidas en la mesa y una cena deliciosa hablamos de tonterías por un buen rato hasta que el tema sobre mi broma salio a colación.- Eres malvado, casi haces que Yoon llore-. La voz de SeokJin más que un reproche era un toque de burla hacía mi amigo.- Me debe bastantes esto no es nada a comparación de todas sus burlas-. Me reí un poco mientras YoonGi alzaba una ceja y SeokJin se inclinaba levemente interesado, Hoseok se limitó a dar un sorbo de su bebida con el atisbo de una sonrisa en los labios.- ¿Burlas?-. Preguntó mi castaño y por un momento me cohibí pensando en si podía o no contarle.- Bueno...-. Me rasqué la nuca nervioso antes de seguir hablando.-Cuando estaba confundido sobre mis sentimientos, ya sabes eso de que si era hetero o no-. SeokJin rodó los ojos riéndose y mi amigo dejó escapar una risa recargándose en su asiento con los brazos cruzados para escucharme.- YoonGi se burlaba todo el día de mí, ni si quiera se contenía en las juntas, se la pasaba tirando chistes "sutiles" sobre mi confusión y de verdad espero que los ejecutivos no hayan pillado esos chistes, me hacía señas obscenas cuando los demás se volteaban, incluso una vez hizo un ruido obsceno delante del presidente de Hong Kong solo para avergonzarme-. Parecía que ahora era yo un niño que estaba acusando a otro con su mamá mientras me cruzaba de brazos y me enfurruñaba, mis amigos y SeokJin explotaron en risas que habían estado conteniendo hasta que terminé y me sentí un poco estúpido tras mis acusaciones, esperé hasta que se calmaron para lanzar de nuevo otro comentario.- Incluso se refirió a sí mismo como "Dios YoonGi"-. Esta vez YoonGi no se rio pero los otros dos explotaron de nuevo en risas cantarinas mientras mi amigo y yo nos sosteníamos la mirada con ojos entrecerrados hasta que ambos se tranquilizaron y Yoon habló.- Aun así eres un amigo bastardo por lo que me hiciste, creí que no vendría-. Había una sonrisa luchando por salir de sus labios pero que se negaba a dejarla libre por un poco de orgullo y entretenimiento.- Aun así casi me besas el trasero cuando logro que los chicos de la banda se comporten porque no te hacen caso-. Mi amigo abrió la boca con una mueca exagerada dando a entender que estaba ofendido y nuestros acompañantes seguían intentando contener la risa por nuestro intercambio de palabras.- Esos mocosos deberían aprender a respetarme-. Su tono de voz era como un berrinche leve y Hoseok acaricio su mano con los labios temblando por la risa contenida.- YoonYoon es difícil para ellos cuando tienes ese aspecto de gatito adorable-. Me burlé de nuevo y YoonGi soltó un quejido tras mis palabras.- Bien me rindo, fui un amigo bastardo y tú también lo fuiste, estamos a mano-. Me sonrió de lado arqueando una ceja y sosteniéndome la mirada.- No lo sé... podría seguir contando algunas cosas más...-. Fruncí levemente los labios y miré hacia otro lado, por el rabillo del ojo noté como entrecerraba los suyos de nuevo seguramente pensando en todas las cosas que yo sabía sobre él.- Te odio-. Susurró como un niño pequeño y yo comencé a reír con grandes carcajadas.- Ya hombre, estamos a mano-. Le brinde una sonrisa enorme que terminó  por contagiársele aunque se negaba. La amistad entre YoonGi y yo era extraña, llena de burlas y malos chistes, con un montón de bromas crueles y sarcasmos, pero era sincera, más honesta que muchas otras "amistades" que pasaron por mi vida; Yoon había creído en mi cuando nadie más en la industria lo hizo, me ofreció un puesto en la empresa y después de un tiempo nos volvimos socios junto a otro empresario, Yoon confió en mí y me ayudó a salir adelante, era como un hermano para mí y nunca dejaré  de estar agradecido por muchas razones y estoy seguro que a lo largo del tiempo nuestra amistad ira creciendo.

Fue una cena amena, SeokJin y Hoseok se conocieron más, para mi novio y para mí no pasaron desapercibidos los pequeños toques románticos y sutiles que se daba la pareja frente a nosotros, como sus manos entrelazadas o él como se inclinaban ligeramente uno al lado del otro como si tuviesen imanes que se atrajeran, Jin y yo nos dábamos miradas cómplices cuando notábamos uno de estos detalles, ambos estábamos felices por YoonGi, era algo hermoso de ver y de verdad deseaba que desde afuera nosotros tuviéramos esa aura de felicidad donde parecía que te complementabas con la otra persona.

No quería llevar a SeokJin a su casa, hace unas semana mi novio había comenzado a quedarse en mi casa para dormir, comenzamos con noches donde ya era "muy tarde para que SeokJin se fuera solo" y se nos hacía más fácil y cálido compartir cama, eran excusas que nos decíamos a nosotros mismos y alejaban la vergüenza, una parte de mi estaba comenzando a extrañarlo cuando mi chico no dormía en mi casa, extrañaba la calidez que desprendía su cuerpo y sus brazos aferrarse a mi cintura, las cosquillas de su cabello en mi clavícula y el montón de besos que nos dábamos antes de dormir. Pronto mi armario comenzó a tomar otro toque, en el primer cajón había un conjunto de pijama conformado por una playera rosa pastel bastante ancha para él y pequeña para mi junto a un short negro que para ser sincero me volvía loco  verlo en él haciéndome perder de a poco el control que me había auto impuesto, colgadas en ganchos unas camisas de colores suaves lucían adorables al lado de las mías de colores oscuros, era gracioso ver el contraste entre nuestras prendas, la diferencia de tamaño y la diferencia de estilos era adorable o quizás eran mis ojos de enamorado que encontraba cada pequeño detalle de mi chico sumamente adorable.

Estacioné el auto frente a su casa y salí tan rápido como pude para abrir su puerta, negó con una sonrisa pero tomó mi mano para ayudarle a salir del auto, mi mano libre levantó su mentón y deposite un beso suave y pequeño antes de cerrar la puerta del auto y encaminarnos hasta su entrada.- ¿Quieres un café?-. Negué suavemente mirándole después de que abriera la puerta.- Debo irme, Hyun está en casa de mi madre y tengo que pasar por él, mañana tiene una excursión en el jardín y está muy emocionado-. SeokJin sonrió con ese brillo amoroso que surgía en sus ojos cuando hablábamos sobre mi hijo.- Que adorable, no lo hagas esperar entonces y dale un beso de mi parte-. Asentí y tomé su cintura con delicadeza acercando mi boca a la suya mientras se sostenía en mis hombros.- ¿Y para mí no hay beso?-. Sonrió acercando sus labios a los míos hasta casi rozarlos.- No lo sé... ¿Te has portado bien?-. Reí leve y el sonido se perdió entre nuestros labios, la vibración de mi risa hizo que abriera levemente los suyos dejando escapar suspiros cálidos que chocaron contra mi piel.- Pienso que he sido un buen novio-. Sus manos se entrelazaron detrás de mí nuca acariciando el cabello que se encontraba ahí.- El mejor de todos-. Mi corazón se hincho de orgullo y gusto en mi pecho, eliminó los dos milímetros que nos separaban, sus labios llenos y esponjosos se movieron con los míos tomando mi inferior y acariciándolo, habíamos compartido un montón de besos en este punto de nuestra relación y sin embargo la sensación seguía siendo maravillosa y cada vez descubría algo nuevo, sus labios daban la sensación de estar hechos de terciopelo, eran increíblemente suaves y dulces, su cuerpo se estrechaba contra el mío y mis manos acariciaban su cintura. No sé cuánto tiempo duramos de esa forma, diez segundos, quizás una hora, no lo sé y tampoco me interesaba contar el tiempo, lo único que estaba en mi mente era la sensación que me recorría el cuerpo y el chico que sostenía entre mis manos, el hombre que adoraba y se aferraba a mis hombros haciéndome sentir afortunado. El oxígeno faltó y sentí su sonrisa sobre mis labios.- NamJoon-. Susurró dándome un beso de piquito antes de hablar nuevamente.- Tengamos una cita-. Su propuesta unida a su vos tierna me hizo reír despacio mientras mis manos lo estrecharon contra mi cuerpo.- Lo que mi príncipe quiera-. Sentí su emoción cuando pronuncié las palabras y me contagié de su alegría.- El sábado por la noche aquí, puedes quedarte a dormir si quieres-. Me dio un montón de besos pequeños en los labios que me supieron a azúcar y que esperaba se quedaran grabados toda la noche.- Nos vemos el sábado, príncipe-. Una sonrisa sincera y un último beso antes de dejarle libre.- Nos vemos, mi amor-. Una caricia en la mejilla de sus dedos suaves y una última sonrisa.