What am i to you? [NamJin]

FAIRY TALE

¿Nervioso? Preguntó mi padre y yo negué, me miró con una sonrisa mientras me acomodaba el ramillete en la solapa, ¿es porque es tu segunda boda?, yo negué de nuevo con una pequeña sonrisa escondida en los labios.-no lo entendí la primera vez que me casé, creí que estaba nervioso porque así debía ser, pero hoy estoy muy tranquilo, estoy seguro que él es el indicado, es el amor de mi vida y no puedo estar más feliz por eso, el llena mi vida de paz-. Mis mejillas se calentaron pero mi voz estaba llena de orgullo, ni si quiera me sentía capaz de dejar de sonreír en este momento, pase las manos por la chaqueta de mi traje negro queriendo quitar cualquier pequeña arruga, aunque era más que obvio que no había ninguna, todo iba perfecto. Mi padre inspeccionó todo mi atuendo por última vez y me regaló una sonrisa, mi mamá y mi hermana estaban haciéndose cargo de Dae lo que era bueno pues yo podía concentrarme en todo lo demás. Mi niño entró corriendo a mi habitación y la enorme sonrisa que adornaba su pequeña carita era hermosa.- ¿Papi, cómo me veo?-. Lo tomé en mis brazos y lo ajusté en un abrazo por un segundo antes de verlo.- Guapísimo, no he visto nunca un niño tan guapo como tú-. La risita burbujeante de mi hijo llenó mi corazón, lo puse de nuevo en el suelo y su sonrisa se esparció por su rostro, atención estaba ahora en los adornos del lugar, mi padre miró su reloj.- quedan un par de minutos, es hora de que me vaya-. Afuera se escuchaba el suave sonido de un violín y un piano, las notas flotaban alrededor para recibir a los pocos invitados, esto era una boda muy pequeña.

Papá posó una palma en mi hombro y apretó suavemente.- Estoy muy feliz por ti, estoy seguro de que los dos sabrán construir la familia que merecen-. Dejó un beso en mi mejilla y salió por la puerta, solo tuve unos cuantos segundos para procesar ese pequeño momento de sensibilidad que tuve con mi padre antes de que tocaran la puerta, esta vez mi corazón se aceleró pues escuchaba la melodía cambiar ligeramente, era la hora.- Nam...¿estás listo?-. La voz de mi novio tenía ese tinte nervioso y tome una respiración profunda mientras caminaba para abrir la puerta, inmediatamente mis ojos parecieron cegados por el ángel más brillante, una mano se alargó para tomar la mía y me sacó de la habitación, la verdad es que habíamos decidido caminar juntos por el altar y ahora que nuestros dedos se habían entrelazado no había ni una pizca de nervios en mi cuerpo. El lugar era un castillo muy antiguo de piedra clara y con vista a las montañas verdes, algunas enredaderas se derramaban de las paredes dotándolo de ese toque salvaje, luces apagadas colgaban desde el techo en suaves cascadas que prometían crear un ambiente cálido al oscurecer, el pasillo lo conformaban las sillas de nuestros invitados a cada lado, el pianista y el violinista acompañaban delante del arco de piedra a un juez que presidiría la ceremonia, delicadas flores blancas estaban repartidas por el pasillo, enlazándose en las sillas y en algunos adornos, mis padres estaban en la primera fila, HyunDae esperaba junto a ellos con los ojitos brillosos y , mi hermana y JongDae con una sonrisa en los labios, en el lado contrario estaba la madre de SeokJin y junto a ella Tae y su mamá, nuestros amigos estaban en las filas siguientes, YoonGi y Hoseok tomados de la mano, Jo Dong-rim y su esposa cerca de los chicos de la banda, un par de amigos de SeokJin nos miraban al final de una de las filas y podía ver la emoción en su rostro, eran pocas personas pero eran solo las eran indispensables en nuestra vida, eran las que sabíamos que se alegraban sinceramente por nosotros y no deseaban más que nuestra felicidad.

El sonido del piano comenzó con nuestra canción, Rivers flows in you flotó a nuestro alrededor llenando todo con las notas delicadas del piano y el acompañamiento inusual del violín, la sonrisa más hermosa apareció ante mí invitándome a comenzar, SeokJin tomaba mis dedos entre los suyos con delicadeza mientras me instaba a caminar por el pasillo, el viento era tenue y el aroma de las flores nos acompañaba a cada paso, las sonrisas y las miradas brillantes de nuestros invitados era todo lo que podíamos ver y nunca me había sentido tan confiado, la felicidad que sentía en este momento solo se podía comparar con la primera vez que vi a HyunDae. La música terminó cuando llegamos frente al juez, nuestras manos seguían entrelazadas cuando nos saludó con una cálida sonrisa y comenzó a hablar.- El matrimonio no es fácil, no es solo firmar un papel, el matrimonio es elegir a la persona adecuada con quien deseas caminar por el sendero de la vida, es saber que hay un hombro para recargar tu frente cuando las cosas se ponen mal, es tener un amigo que tomará tu mano cuando enfermes, una pareja que te aconsejará para tomar la mejor decisión posible y no una que afecte tu vida, el matrimonio es encontrar esa pieza de rompecabezas con la que encajas, es saber que habrá subidas y bajadas en ese sendero, que las cosas se pueden ver muy mal pero tener la certeza de que a tu lado tienes el alma gemela que te llenará de energía con solo una sonrisa. Es amarse, cuidarse y buscar la felicidad juntos. Ustedes se han encontrado en este basto mundo entre millones de personas, han superado adversidades y han descubierto que son el uno para el otro, tienen el regalo más hermoso pueden ser pareja y ser amigos al mismo tiempo, nutran esa conexión maravillosa, mímenla y nunca olviden el camino que han tenido que pasar para llegar hasta este altar-. El juez terminó de decir todo eso y nosotros estábamos sin aliento, era como si toda nuestra historia estuviera descrita dentro de esa pequeña charla, SeokJin y yo no teníamos dudas de que éramos almas gemelas.