What am i to you? [NamJin]

Monstruos bajo la cama

Los días se convirtieron en semanas y las semanas en meses, sin darnos cuenta si quiera habíamos logrado sin esfuerzo tener dos meses juntos, nos adaptamos a los horarios del otro para pasar tiempo juntos, solíamos tener pequeñas citas a la hora del almuerzo, la terraza de su oficina se convirtió en nuestro lugar, compraba algo de comida y de vez en cuando un ramo de flores más por gusto que por costumbre, desde rosas, peonias, girasoles, tulipanes y cualquier flor que representara un poco la belleza de mi chico aunque he de aceptar que ninguna se le comparaba. Le hacía una pequeña llamada o una visita sorpresa y eso bastaba para ver una preciosa sonrisa en los labios de mi novio. HyunDae era más que feliz, se sentaba en el regazo de mi chico mientras comíamos llenándonos de risa con sus ocurrencias.

Los "te extraño" se solucionaban con pequeñas visitas y montones de besos, los buenos días y buenas noches eran diarios, en persona o en mensaje. SeokJin seguía sonrojándose sin embargo y a pesar de todo, con cada acción sus mejillas se tintaban de rosado, la palabras susurradas en su oído eran como pequeñas bombas que lo hacían explotar en sonrojos y se esparcía hasta llegar a la punta de sus orejas, escondía su rostro en mi hombro, en mi pecho o en sus rodillas dependiendo de dónde estuviera. Sus brazos se habían acostumbrado a sostenerme fuerte y yo me sentía encantado que lo hiciera, retomamos pequeñas costumbres antiguas de nuestras épocas de estudiante como cuando hacíamos acampada en la habitación del otro y veíamos películas hasta el amanecer con un montón de comida chatarra a nuestro alrededor y bromas simples, era el viernes elegido para nuestra cita y de vez en cuando en mi casa y a veces la suya, Hyundae solía tomar una siesta antes de la cena y era nuestra momento, SeokJin se recargaba en mi pecho y mis brazos le rodeaban protectores como siempre, tirados en la alfombra o echados en el sillón, una película cualquiera y el eterno sabor de las palomitas los labios, el dulce y el salado se fundían y las pequeñas risas traviesas no se hacían esperar.

.-Esta película es buena-.Le dije a mi castaño mientras le veía meterse un puño de palomitas a la boca.-Asintió mientras masticaba e inflaba sus mejillas haciéndome reír despacio, apreté un poco más el brazo que tenía sobre sus hombros atrayéndolo más a mi pecho, él se dejó hacer mientras la pantalla de mi sala nos mostraba el hermoso filme que él había escogido para esta cita, HyunDae se había dormido ya hace quizás dos horas, era temprano alrededor de las 7 pm sin embargo el jugar tanto debió haberle cansado.-No me gustan tanto las películas románticas pero tiene buena trama-. Me dijo cuándo alzó su rostro levemente para verme y mostrarme una maravillosa sonrisa deslumbrante, dejé un pequeño beso sobre su sonrisa y una suave risa salió de sus labios, seguí dejando pequeños besos tiernos en la comisura de su boca, en la punta de su nariz, en sus mejillas...en todo su rostro deleitándome con lo que tanto había deseado, tener estos momentos junto a él.-Eres tan precioso, Jinnie, de verdad-. De nuevo esa suave risa bendiciendo mis oídos.-Nunca me imaginé que esto llegase a pasar...pero me gusta demasiado-. Dijo tomando mis mejillas y atrayéndome a él para dejar besos suaves y húmedos en mis labios, montones y montones de besos salados por las palomitas que habíamos comido.

Estaba a punto de separarme tras un beso tierno cuando su mano en mi nuca me detuvo, sus labios atraparon mi inferior dando un pequeño jalón que me sorprendió y me hizo tomar ese abultado y suave labio entre los míos, succionándolo y saboreándolo con la punta de mi lengua, con un poco de miedo a su rechazo y mucha delicadeza le tome de la cadera, lo levanté como si no pesara nada y lo atraje a mi regazo, una suave risa se coló entre nuestro beso y comencé pequeñas caricias en círculos de su cadera a su cintura y de vuelta con cariño y delicadeza como si tratara de grabar trazados por donde mis dedos pasaban, su piel se erizaba por donde mis dedos tocaban y pequeñas mordidas fueron dejadas por él en mi labio inferior seguido de roces con su lengua, todo era maravilloso, el montón de sensaciones que estaba experimentando junto a él me tenía la mente al borde del abismo.