AMOR DE TRES. [EunHae]

Capítulo 16. "¿Te casarás?"

Ojala nunca lo hubiera hecho.

Ojala no tuviera que sentir tanto arrepentimiento, dolor y culpa a diario.

Sus manos suaves como el terciopelo recorrían mi espalda, rasguñándome suavemente con sus uñas. Mis caderas encajadas a la perfección entre sus piernas, elevándose y aprisionándose entre su intimidad. Ella jadea cerca de mi cuello, su cuerpo busca mi contacto y yo se lo doy. El calor entre nosotros es electrizante. Estamos quemándonos de pasión.

--Mmm... Mmm... --su voz entrecortada gime.

No la miro pero le doy lo que me pide. Mis caderas comienzan a estimular las embestidas. Ella gruñe y sus uñas se clavan en mi piel. Jadeó. Mis ojos los mantengo cerrados, no quiero mirarla. No quiero reconocer que ella es una mujer y no Hyukjae. No quiero pensar en la estupidez que estoy haciendo. Porque a pesar del alcohol que tengo inyectado en mi cuerpo sé lo que hago, y estoy consciente de la infidelidad que le causo a Hyukjae pero no puedo detenerme ahora, no puedo parar mi cuerpo que pide una liberación de todo lo que siente. No puedo retroceder y volver. No puedo.

--Ahhh.... –gime y sus manos toman mi trasero, empujándome hacia su húmeda y caliente intimidad.

Recuerdo... que crueles fueron sus frías palabras "Vamos a romper" ay, Hyukjae.... ¿por qué me dejaste ir mi amor? Y ¿para qué volver cuando ya todo estaba dicho?

Siento las lágrimas de dolor picar en mis iris pero también siento furia. Enojo. Desesperación y frustración. ¡Hyukjae me dejo cuando prometió no hacerlo más! ¡Me abandono!

Con esa misma furia que siento correr por mis venas, tomo la única prenda que queda de ella y la destrozo. Ella grita por eso pero no me detiene, se abandona a mí. Los trozos de su ropa interior quedan tirados cerca de la cama. Y pronto mis dedos buscan esa húmeda bienvenida a lo que me hará olvidar. No me gusta. Siento asco solo de verla y ahora tocarla pero es todo lo que tengo. Mi mano comienza a estimularla.

No voy a llorar. No voy a volver. No me arrepentiré.

Hyukjae fue quien me dejo libre para hacer lo que quiera y estar con quien quiera.

No voy a llorar. No voy a volver. No me arrepentiré. Repito aquellas palabras hasta quedar grabadas en mi cabeza y convencerme que mañana así será. No me arrepentiré.

Y... ¡Ya no pensaré en él!

Y con esa decisión le exijo en silencio a ella que pare con mi dolor. Y contenta, caliente y excitada me da todo lo que necesito. Se entrega a mí de la misma manera en que yo me entregaba a él.

Los papeles cambian y ahora es ella y sus manos, su boca y su cuerpo que me recorren y me marcan quitando la huella de él. Besos van y vienen por mi cuello, pecho y ombligo. Sus manos toman con fuerza mi miembro. Ahora soy yo quien tiemblo, jadeo y pido por más.

Y me pierdo en el momento de esta pasión con una desconocida. Me dejo llevar por sus caricias y sus besos. No sé cómo hemos terminado aquí y no importa detenerme a recordarlo. Lo importante es disfrutar... Aunque yo no este disfrutando por pensar en él.

Grita tan fuerte que casi rompe mis oídos, cuando sin compasión me entierro en su caliente y mojada cavidad. Fuerte. Duro. Salvaje. Desesperado. Así son mis embestidas contra ella, mientras en mi mente se reproducen cada una de las veces en que Hyukjae me hacía el amor.