Capítulo 18. "¡No aceptes!"

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Las disculpas no curan todo el daño hecho.

Son como los curitas, tapan la herida pero sigue doliendo.


Aturdido y pasmado me quede entre sus brazos. No quería romperme, no quería demostrarle cuan dañado estaba. No quería verme vulnerable, pero eso era inevitable. Todas mis defensas se cayeron cuando susurró:

--Lo sé, cariño. Llora, estoy aquí para sostenerte, estoy aquí.

Y no pude más. El dolor regreso. Los recuerdos inundaron mi mente. Y las lágrimas comenzaron a caer cuan rio desbordado. Asustado y perdido aferrándome a aquel pequeño cuerpo.

Sus delicadas, pequeñas y viejas manos me sobaban la espalda. Ella también lloraba, acompañándome en mi dolor. Y por un momento me permití pensar en ella ¿Cuan duro debería ser esto para ella? Sus sollozos y la manera en que se aferraba a mí me demostraban lo mucho que le dolía esta situación. Pobre de ella y pobre de mí. Nuestro niño nos había fallado.

Kim Suk me permitió llorar hasta quedarme seco y tranquilo entre sus pequeños brazos y cuando no quedo nada más que silencio ella me separo de su cuerpo, tomó mi mano y me llevo a sentarme en la orilla de la cama. Ella se sentó junto a mí y tomo mi mano.

--Lo siento, lo siento tanto Hyukjae –sollozo sin mirarme –Yo... yo hubiera deseado que las cosas fueran distintas, que hubiera otra salida –dijo con voz cortante y desesperada --. Yo hubiera buscado hasta debajo de la tierra porque hubiera otra manera de solucionar todo pero... Es mi nieta –y los sollozos se convirtieron en un llanto amargo --¿Lo entiendes, Hyukjae? Yo no podía abandonar a esa pequeña criatura, no podía.

Y a pesar del dolor que aquellas palabras me causaban, comprendí al mirarla, que era momento de que yo la consolara. Solté su mano e inmediatamente la atraje a mis brazos, ella se aferró a mi cintura.

--Yo no quería separarte de Donghae... No.

--Shhh... tranquila –consolé hipócritamente --. No es culpa tuya.

--Lo es, Hyukjae, es culpa mía que esto esté pasando.

Ella se separó y volvió a tomarme de las manos. La miré sin emoción. Ya no había ese mismo sentimiento de hace unos años atrás, porque sabía que a ella también la había perdido. En realidad, por culpa de esa mujer, había perdido todo y me encontraba solo y roto. Desesperado por olvidar, huir y comenzar de nuevo.

--De verdad que lo entiendo, señora–mamá, ya nunca podría decirle así de nuevo. Una lágrima cayó. –Era lo mejor ¿no?

--Lo era pero duele ¿cierto?

Sonreí tristemente, sobándome la nariz y confesando con amarga voz – Como la mierda.

Y ella, muda ante eso y pasmada por el dolor que expresaba cada una de mis palabras todo lo que pudo hacer fue abrazarme con fuerza.

--Lo siento mi niño. Perdóname por quitártelo pero quiero que sepas que siempre, siempre serás la pareja perfecta y correcta para Donghae. Y por favor, no odies a mi hijo.

--Señora...

Ella se separó y tomo mi rostro entre sus pequeñas manos, acariciándolo suavemente y llevándose mis lágrimas en el proceso:

--Nunca se sabe Hyukjae... --dio un beso en mi mejilla y se alejó –Tal vez ustedes si estén destinados a estar juntos pero no es momento aún...

--Nosotros...

--Nunca se sabe, Hyukjae. Hoy estas abajo pero mañana puedes estar arriba.

Y salió de mi habitación, dejándome en un mar de lágrimas, con la mano en mi corazón evitando cayeran los pedazos pegados y una leve esperanza a que algún día todo volvería a ser como antes.

AMOR DE TRES.  [EunHae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora