AMOR DE TRES. [EunHae]

Capítulo 10. "Sola en lo desconocido."

Sola en lo desconocido, así me encuentro y así me siento. Estoy aquí, donde tanto soñaba llegar y, sin en cambio, las cosas no son como deberían de ser. Este no era el modo, y yo no debería estar así, tan sola y destrozada. Yo soñaba con conocer Corea, pero junto a ellas, cumpliendo juntas nuestro sueño, nuestras metas. Creando hermosos recuerdos para nuestra amistad. Y no de esta manera, con mi vida destrozada, lejos de ellas y esa culpa que mi corazón siente.

Esto más que un sueño es una pesadilla.

Una pesadilla de la que deseo con todas mis fuerzas despertar. Sé, que por fin, estoy en el lugar que siempre soñé llegar y también sé que debería estar feliz y celebrando, pero nada es así, como siempre lo soñé. No puedo estar feliz sabiendo que si estoy aquí ha sido porque lo conseguí de la manera que jamás imagine.

¿Y ahora qué? Me pregunta mi conciencia. No lo sé, le respondo con una voz pérdida. Miro a mi alrededor, donde la gente viene y va, escucho las llantas de cada maleta raspar con el piso, voces anunciar los próximos vuelos. Y yo me encuentro parada en medio de desconocidos que chocan conmigo, me hablan en un idioma que apenas y entiendo, pero sé que seguramente están maldiciéndome por estorbar en su camino. Otras me ignoran, como si no vieran a esta chica con mirada asustada y arrepentida buscar algo que ni ella sabe. Y entonces me doy cuenta que incluso estando rodeada de lo que me gusta, no le encuentro el encanto, el interés. Es como si ya nada me pusiera feliz, no encuentro un algo, por más mínimo que sea, que me haga ver lo bueno en todo esto que está pasándome.

Tengo tantas ganas de llorar que siento los ojos arder y el nudo de un grito desgarrador golpeando en mi garganta. No sé qué hare a partir de ahora, ya no sé qué será de mí, no veo claro mi futuro, ni siquiera mi presente. Tengo tanto miedo, como nunca antes he sentido. Y tengo tanta vergüenza de mí misma, yo lo tenía todo y lo jodi. En un segundo mi vida se echó a perder y entonces me pregunto, ¿qué voy a hacer? Bajo la mirada, a donde mis pies se tambalean de un lado a otro, tengo frío, tanto por fuera como por dentro. Es un frío que se aloja en cada parte de mi cuerpo y que me amenaza con quedarse ahí. Vuelvo a mirar a mi alrededor buscando algo que no sé qué es. Y supongo que lo que tanto busco es un alguien con un letrero con mi nombre que venga a buscarme y llevarme con él.

Pero nada, la gente pasa tan rápido de un lado a otro y yo estoy estática en medio de toda esta multitud. Aferrándome a las cuerdas de mi bolso y la manija de mi maleta, mordiéndome el labio y temblando de frío y ansiedad. Me siento tan sola. El tiempo pasa tan rápido y tan lento, no lo sé. Mi cuerpo no reacciona.

Y no sé cuánto tiempo ha pasado, pero si estoy segura de haber visto a tantos coreanos en ese tiempo de lo que jamás vi en mi vida, cuando a paso lento un señor con traje negro y gafas se va acercando a mí. Respiro profundo a medida que lo veo acercarse. El me mira sin detenerse. Es un hombre con mucho porte y seriedad, tanto que me hace sentir pequeña cuando se detiene a un par de pasos de donde estoy. Me mira, me examina de pies a cabeza, suspira y me dice en un perfecto inglés.

--¿Tú eres la amiga de Lee Donghae?

Lo miro por un momento y luego asiento un tanto dudosa. Él mueve su cabeza, asintiendo para sí mismo, luego toma de mi maleta y susurra:

--Vamos, él espera por ti.

Y esas últimas palabras me hacen estremecer, saber que no estoy lista para volver a verlo y decirle de frente que tendremos un hijo y mucho menos ver en su mirada el arrepentimiento, el dolor y la vergüenza de lo que hizo. Yo sé que no podre con los sentimientos de él, será demasiado pero ya nada puedo hacer, no es como si huir y olvidar lo que paso y pasa, existiera en nuestras vidas como una posibilidad. No, no estoy preparada y sin en cambio asiento y sigo los pasos de aquel hombre delante de mí.