Capítulo 37. "Locuras de amor"

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Nota; Primera parte del capítulo...

"Es triste poner punto final a capítulos de nuestra vida, pero si no lo hacemos, no podremos escribir nuevas y mejores historias"—susurró Donghae, besándole la mejilla antes de subir la escalinata hacía el avión con destino a Corea del sur-Seúl.


--Donghae, espera—jadeo Hyukjae, acelerando sus pasos para alcanzar a Donghae--. Espera un segundo—exigió al tomarlo de la muñeca deteniéndolo y girándolo a mirarle. Hyukjae negó lleno de terquedad y con una mirada llena de suplicas silenciosas.

Donghae suspiro, mirando de reojo a los pasajeros que bajaban del avión, se deshizo suavemente del agarre de Hyukjae. Sosteniendo bien a Haeri que dormía en sus brazos, comenzó a buscar el auto que estaría esperando por ellos no muy lejos de ahí. Al localizarlo, apresuro sus pasos.

--¡Donghae!—volvió a gritar Hyukjae exasperado--. Detente ahí—dijo amenazante.

Ignorándolo, Donghae siguió su camino.

--¡Hae!—exclamo más que furioso Hyukjae al llegar a su lado.

--Silencio, aquí no es el mejor lugar para esto—dijo entre dientes Donghae.

Hyukjae abrió la boca para volver a quejarse, pero al mirar de reojo a los pasajeros que pasaban a su lado y se les quedaban mirando con curiosidad, apretó con fuerza la boca. Cerró su mano al aza de la pañalera de Haeri y siguió en silencio a Donghae hasta el auto. Maldición, quería gritar, patalear, hacer un verdadero berrinche. Ellos deberían estar ahora mismo en Nueva York, desayunando en la hermosa habitación testigo de su amor o jugando con una adormilada y chillona Haeri, no aquí, en Corea del Sur, bajó el amanecer y dirigiéndose a lo que él llamaba; La mayor estupidez que ha venido de la cabeza de Lee Donghae.

¡Había sido secuestrado! Bueno, no tanto así, pero... ¡Donghae lo había chantajeado! Él había declarado, aferrándose a la puerta de su habitación en el hotel de Nueva York que no pensaba volver, por ahora, a Seúl, mucho menos aceptar la descabellada idea de Donghae. Pero ese tonto, ese tonto que tanto amaba, le había dicho sin vacilar: Vayas o no, lo haré. ¡Maldita sea la hora en que Donghae había cambiado tanto! No se quejaba de la demasiada atención que él le daba, ni mucho menos de lo maduro que Donghae estaba comportándose con él y de todo el amor que le daba. Le gustaba saber que Donghae estaba luchando contra sus demonios para aceptar lo de ellos, para poner como prioridad su amor ¡Lo que no aceptaba! Era la estúpida idea de Donghae aceptándole con Karla. Era... ¡No había palabras! Simplemente no estaba bien, no era correcto. No le gustaba. Habían sido tres días, ¡Tres días! castigándolo sin hacer el amor y chillándole que lo amaba más a él, que con él era feliz y no necesitaba más, que no tenía por qué hacer eso. Y aquí estaban... En Corea del Sur para firmar los papeles de divorcio, y, según, su novio, tener un nuevo comienzo los cuatro. ¡Puaj! ¿Cómo si quiera haría él algo así? ¿Tenerlos a los dos? ¡Era absurdo de solo imaginarlo! Donghae estaba tonto. Y él haría hasta lo imposible por hacerle cambiar la idea. Por eso estaba aquí y no en Nueva York. Evitaría esa estupidez.

No dejo ni que el auto arrancara, cuando se volvió a Donghae. Con loz brazos cruzados y el rostro serio, le volvió a recalcar un rotundo:

--No te atrevas.

Donghae acomodo a Haeri a su lado, protegiéndola con un brazo, se volvió a Hyukjae suspirando cansado.

--Ya lo hemos hablado –murmuro tranquilamente.

AMOR DE TRES.  [EunHae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora