"Estuve a punto de tirar la toalla pero decidí solo usarla para limpiarme el sudor con ella, y seguir luchando por nuestro amor, porque sé que seremos felices juntos en vez de estar separados y fingir una felicidad que no es cierta"
Lo besó gentilmente, empujando sus labios húmedos de lágrimas contra los abultados y rígidos de Hyukjae. Intentando desesperadamente mostrarle cuanto seguía amándolo, lo mucho que lo extrañaba y lo necesitaba, que sus labios seguían siendo únicamente de él; abrió su boca, y suspiró antes de tomar el labio inferior de Hyukjae. Sin apartarse por el notable rechazo, continúo en su intento de profundizar el beso, de incitar a Hyukjae a dejarse llevar. Besándolo como tanto ansiaba en meses, cada día y a cada hora, reclamo sus labios como tanto moría por hacerlo cuando lo tenía cerca. Sus pechos acelerados se golpeaban entre sí, el puño de rosas y los puños temblorosos de Hyukjae entre ellos, eran testigo de lo cerca que estaban, de los latidos desenfrenados de su corazón, de la agitación y la necesidad latente en cada poro de su piel. Deseaba tener el poder en sus manos y en sus labios para unir con ese beso las piezas del rompecabezas de sus vidas en los lugares correspondientes, terminar con esta tortura, llegar a poder decir al separarse ¡Lo logre! Pero Hyukjae parecía no cooperar. Donghae mordisqueo su labio inferior, pidiéndole abrirlos para él.
Hyukjae mantenía los ojos desmesuradamente abiertos, sus escazas uñas se enterraban en sus palmas sudorosas y temblorosas, y sus labios se apretaban con fuerza negándole el pasó a Donghae. Por mucho que deseaba caer, no podía cometer tal error. Tenía que recordarse cada episodio que él sufrió por Donghae, recordarse la venganza que estaba iniciando, para no cerrar los ojos, abrir los labios y besar a Donghae como tanto le suplicaba Hyukkie que lo hiciera. No podía fallarse, valía más que esto. Ahora que había recuperado su dignidad no la perdería por una simple canción que le había acariciado el alma, por la palpitante luz en las velas enfocándolos o por las palabras y el arrepentimiento sincero que Donghae le mostraba. No era así de fácil como muchos pensaban que lo era. Le demostraría a Donghae, a los demás y al estúpido de Hyukkie, que estaba determinado a no volver a ser el juguete de Lee Donghae. <<Apártate>> amenazo a Hyukkie al verlo dar un paso más cerca de caer en las mentiras de Donghae. Hyukkie lo miraba llenó de tristeza, temblores y lágrimas retenidas, susurrándole con temor <<Lo extraño... Lo necesito... Lo amo... Por favor deja de lastimarnos más... Lo amamos aún>> Lo fulmino mientras negaba en silencio. No servía nada de eso, ¿sus sentimientos reales? Pff, ¿para qué hacerles caso si a quien pertenecían realmente, los había desechado como basura maloliente? Además, sabía que si caía sólo lograría dañarse más de lo que lo hacía rechazándolo ahora. Este beso que Donghae intentaba avivar entre ellos, no cambiaría nada... sólo se provocarían más dolor. Porque al alejarse, ¿qué pasaría? De nuevo los "No debí" El rechazo o su absurdo "Quiero recuperarte" cuando ni siquiera la había dejado a ella y no tenía planeado hacerlo. Una vez más, Hyukjae le grito a Hyukkie ¡No somos una puta! Y comenzó a luchar con todas sus fuerzas para separarse. Forcejeo hasta lograr abrir sus manos contra el pecho de Donghae y las rosas aplastadas, ignorando el golpeteo rítmico del corazón de Donghae, comenzó a empujarlo.
Los suaves golpes de Hyukjae contra su pecho, eran inútiles, él no se separaría ni lo dejaría ir, ni que siguiera siendo un estúpido. Tensando su cuerpo para que no se moviera fuera de su sitio y manteniendo los quejidos de protesta en su garganta cuando sintió el tallo de las rosas encajándose en su tórax, se empujó más profundamente en la boca semi-abierta de Hyukjae, mordisqueándolo, chupándolo, acariciándolo de comisura a comisura.
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AMOR DE TRES. [EunHae]
RomanceVAMOS A ROMPER. Esas palabras que nadie quiere escuchar de la persona más amada. Palabras que dañan y terminan con todo lo hermoso que existió y pudo haber existido estando juntos. Escucharlas es como si te clavaran un puñal directo al corazón.