Murciélagos

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Anna se quedó petrificada, la bandada de murciélagos se cernía precipitadamente sobre ellos. Todos huían hacia una cueva a los pies de una montaña cercana.

Anna los veía correr veinte metros por delante suya, uno de los gemelos fue cogido por uno de los murciélagos gigantes, este lo arrastró por el suelo magullandolo gravemente y lo lanzó por encima de todos ellos, el chico pelirrojo yacía cubierto de sangre.

Antes de que su gemelo pudiera ir a comprobar el estado de su hermano otra bestia lo volvió a alzar sobre los aires, ya no cabía duda, había muerto.

Anna se asustó al ver esta escena y aceleró su marcha hacia el grupo,  cuando de repente se tropezó con una raíz que sobresalía de uno de los árboles tropicales.

Se intentó poner en pie pero se había torcido un tobillo y tenia toda la cara magullada y ensangrentada, miró atrás y descubrió a un murciélago de unos tres metros que había aterrizado no muy lejos de donde ella se encontraba.

A duras penas siguió su marcha, había perdido de vista al grupo cuando tropezó. El murciélago se acercaba, sus patas estaban cubiertas por una extraña armadura llena de pinchos.

La bestia estaba demasiado cerca, y la marcha de Anna se ralentizaba, su tobillo no le permitía seguir y se había caido al suelo un par de veces más, en su última caída no intentó siquiera incorporarse, no quería ver el rostro de la muerte, solo quería una muerte rápida.

Unos fuertes brazos la ayudaron a levantarse, Anna creía que era un sueño pero al girarse vio el rostro de Newt, también cubierto de sangre por una brecha en su frente.

- Tenemos que salir de aquí. Sigueme.-gritó Newt por encima de los sonidos que emitian los murciélagos, que seguían dedtrozando todo a su paso.

Anna se sujetó a Newt y los dos juntos consiguieron llegar a un recoveco entre unas montañas, allí no los localizarian. Newt sacó una especie de botiquín de su mochila y curó y vendó las heridas de Anna.

No se dijeron nada el uno al otro, una vez los dos curados se sentaron uno en frente al otro y esperaron en silencio, oyendo a lo lejos la devastación que los murciélagos estaban causando.

- Newt, yo...muchas, muchísimas gracias por venir a buscarme. No sé cómo te lo podré recompensar, me has salvado la vida.- la voz de Anna se quebró, los ojos se le humedecieron. Era verdad, si él no hubiera acudido probablemente estaría muerta. Ella esperó una respuesta.

Newt la miraba sin decir nada, un dolor atravesó a Anna, él todavía no la había perdonado por no haber votado a su favor. En realidad era injusto que se comportase así, pero de todas maneras le había salvado y estaban en deuda.

El la miró durante unos segundos más y ella le retuvo la mirada, seria.

- Siento que no hayamos ido a buscar a Thomas por mi culpa, ¿pero que podía hacer? No os conozco de nada, no conozco a nadie, me han metido aquí sin yo querer y no recuerdo NADA. Y además si no te caigo bien... ¡no haberme salvado!.-dijo Anna, la actitud de Newt la hacia perder los estribos.

Intentó levantarse e intentar buscar algo, el punto de encuentro o el grupo A o el B, ya le daba igual, solo quería alejarse de allí.  Sentía que nada tenía sentido y no comprendía absolutamente nada.

Al incorporarse su tobillo le falló y cayó boca abajo. Newt se levantó y la ayudó a apoyarse sobre las rocas.

- La verdad es que lo he pagado contigo, no lo tengas en cuenta. Lo siento mucho, en serio, y te he salvado porque... no podía dejarte atrás. Es que...-Newt miró hacia otra parte, parecía nervioso.

-¿Qué? - preguntó Anna

- He soñado contigo, durante estos dos años que he pasado en el claro. Te recordaba, pero no sé de que y cuando te vi... sabia que eras tú. ¿No te pasa a ti igual? - dijo Newt, sus ojos verdes esperaban ansiosos una respuesta.

'La mediadora'(TMR)NewtDonde viven las historias. Descúbrelo ahora