'La mediadora'(TMR)Newt

Decepción

Anna se levantó, esa noche no había soñado nada, hacía tiempo que no tenía pesadillas. Se incorporó y vio a Jorge y Minho levantados, hablando en susurros de espaldas a ella. Todos los demás estaban dormidos, Newt estaba tumbado a su lado y dormía profundamente, durmiendo parecía otra persona, su cabello rubio desmarañado le tapaba los ojos cerrados y la boca entreabierta lo hacía parecer dos años más joven.

Anna se peinó como pudo y se dirigió hacia los dos chicos, se sentó a su lado y empezaron a decidir lo que harían una vez todos estuvieran despiertos.

- La verdad es que ahora mismo no sé por dónde empezar, el grupo B ha desaparecido con Thomas y nos queda menos de una semana para llegar al punto de encuentro. - dijo Minho preocupado, dos ojeras le zurcaban los ojos rasgados.

- No sé, yo creo que deberíamos ir al punto de encuentro. Ellas se reunirán allí con los de CRUEL y respecto a Thomas... tendremos que esperar que no lo hayan matado para entonces- sugirió Jorge.

Minho estaba a punto de responderle cuando una voz le interrumpió:

-Yo creo que tiene razón, deberíamos llegar al punto de encuentro y que los de CRUEL se las apañen para sacar a Thomas- el chico del grupo B, Aris, se había despertado. 

Anna se sorprendió porque no lo había visto durmiendo esa noche cuando se acercó a Newt. Aunque la verdad era que tampoco le había dado mucha importancia, quizás tampoco él podía dormir.

Esperaron a que todos se desperezaran para tomar una decisión. Una vez todos en pie y desayunados la mayoría votaron por ir al punto de encuentro. Newt, Minho y Brenda votaron en contra y Anna no quiso opinar, pero al ver la cara de decepción en Newt quiso retirar lo dicho aunque ya era demasiado tarde.

El camino hacia el punto de encuentro fue tenso, Newt no le había vuelto a dirigir la palabra y Minho directamente ni la miraba, Brenda le dirigió un par de frases en toda la mañana.

Unas horas después de haber parado a almorzar oyeron unos chillidos, un sonido similar al que emiten los murciélagos pero muchísimo más ruidoso. Los gemelos que cerraban el grupo unos veinte metros detrás de Anna empezaron a correr despavoridos, Anna se giró para ver de lo que estaban huyendo cuando vio cernirse sobre ellos una masa volante negra: una bandada de murciélagos gigantes se avalanzaba sobre el grupo.