Capítulo 4

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2021

Vuelvo a casa con una sonrisa enorme. Todavía no puedo creer que Paola vaya a venir conmigo a la boda. Me muero de ganas por presentársela a Matt. ¿Qué traje debería ponerme? Tengo que ir de compras, seguro que Rosalía me acompaña.

—Puedo adivinar dónde has estado por tu sonrisa. —Mi abuelo nunca se cansa.

—No me importa —digo sin querer entrar de nuevo al trapo. No quiero discutir, mi humor es genial ahora mismo.

—¿Cenamos juntos? —Miro a mi abuelo y asiento.

Parece que no busca pelea tampoco y eso me tranquiliza. Bajo de nuevo las escaleras que había subido para dirigirme a mi habitación. Muchas veces, él sale de viaje y no podemos compartir tiempo juntos, aprovechar cuando está en casa para charlar es estupendo. Aunque discutimos mucho últimamente, nos queremos el uno al otro.

Ambos nos sentamos en la mesa y Rosalía nos sirve la cena. Ella nos mira con una enorme sonrisa en el rostro, le encanta vernos juntos. Recuerdo que tenía que pedirle el favor de acompañarme a comprar un traje para la boda.

—Rosalía, ¿puedo pedirte un favor? —digo con mi mejor sonrisa. Sé que no se negará, pero nunca viene mal mostrar los encantos que uno posee.

—Claro que sí, ¿qué necesitas de mí?

—Quiero comprar un traje para la boda de Matt. A decir verdad, necesito uno.

—¿Te has probado alguno de los trajes que ya tienes? No quieras derrochar dinero solo por complacer a esa... lo que sea. —De nuevo, el abuelo en busca de pelea.

—Señor, Robert ha pegado un estirón. Dudo que los trajes le vengan buenos. Además, usted siempre dice que los hombres deben tener sus propios trajes. ¿Deberíamos probar con uno a medida? —Rosalía es la única que le dice al abuelo las cosas como son. Aunque no sé si de verdad he crecido o no, ella se fija en todo. Supongo que serán cosas de mujeres. Él solamente resopla y empieza a cenar.

—Gracias Rosalía, eres la mejor. —Le doy un beso en la mejilla y ella vuelve a la cocina encantada de la vida.

—Así que ¿vas a ir a la boda? —La pregunta del abuelo me toma desprevenido. Por supuesto que iré a la boda de Matt, no me lo perdería por nada del mundo.

—Sí. ¿Por qué lo preguntas? —digo tanteando el terreno para decirle que Paola también vendrá. No me arrepiento de habérselo propuesto, pero hablar con el abuelo es otro cantar.

—No voy a poder ir contigo. Ese día tengo un negocio importante que atender. De todas formas, supongo que no me necesitarás para acompañarte —dice como si nada. Sé que le desagrada mi novia, pero yo la quiero y no voy a renunciar a mi felicidad.

—Se lo diré a Matt. De todas formas, le había pedido a Paola que viniese conmigo. —Miro el rostro de mi abuelo y no me pasa desapercibida esa cara de asco que pone cuando menciono su nombre—. ¿Por qué pones esa cara? —pregunto de forma impetuosa.

—Sabes perfectamente que esa tipa no me agrada. No confío en ella y tú tampoco deberías. ¿Crees que te quiere de verdad? ¡Despierta de una jodida vez Robert! Eres un crío. —Sus palabras me cabrean. ¿Crío? No voy a escuchar nada más.

—¡Ella me quiere! Por eso sale conmigo. Ya no tengo hambre. —Me levanto y voy hacia mi habitación. Aunque alcanzo a escuchar la palabra «iluso» saliendo de su boca. James es siempre tan perfecto...

Me dejo caer sobre la cama y mi mente empieza a pensar en tantas cosas... Cierro los ojos e intento dormir, no quiero pensar en nada más hoy.


Eres mi debilidad [Saga Eres II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora