¿No podia tener el primer dia de clases normal?

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Narra Lucía

Oigo a lo lejos un maldito despertador y la puerta abrirse de golpe. Mi madre me movía agitando mis hombros para que me levantara o llegaría tarde a mi primer día de clases. Abrí los ojos a regañadientes y me fui directo al baño para higienizarme.

Me senté a desayunar, mi madre había hecho mi desayuno favorito pan con syrup. De pronto, se escucha un auto estacionarse y pitar con la bocina. Mi madre por la ventana mira de quien se trata se gira sonriendo y dice entusiasmada. ¡Este chico si que es puntual! Se me había olvidado que al final de la noche accedí a ir y a regresar del colegio con el.

Íbamos tarde, mi madre insistió en que Ian desayunara con nosotros y como este dijo que ya lo había hecho, le hizo una batida. ¡Si, piensan igual a mi, lo que hace con desconocidos nunca lo hará conmigo!. Entramos al colegio e Ian me agarra la mano y se acerca a mi, mirando de forma asesina a los chicos que me miran como si quisieran desnudarme.

-No marqués territorio Christopher, tu y yo no somos nada recuerda- dije soltándome disimuladamente.

-No aún - dijo este.

-Aquí esta tu horario por suerte tienes dos clases junto a mi. ¿No es perfecto?- dijo este envolviendo su brazo en mis hombros.

-No, además como conseguiste mi horario- pregunte.

-Esa es la ventaja de que tu padre sea uno de los socios mayoritarios- dijo burlón.

-Dios, niño egocéntrico y caprichoso cuando será el día que dejes de meterte en lo que no te importa y actúes por ti mismo- dije

"Sonó la campana"

Narra Ian

Por suerte la señora Dickens no había llegado. Nos dirigíamos a la sala de clases, como todo caballero la deje ir adelante. No tardo en entrar cuando la mirada de todos los chicos estaban sobre ella y el imbécil de Javier ya esta echándole los perros.

Se acerco a ella.

-Hola guapa, dame tu número hoy nos podemos divertir- dijo el imbécil

Lo que nadie se esperaba y esto era lo que más me gustaba de ella su forma de ser tan impulsiva. Le dio una cachetada que resonó en todo el aula y las burlas por parte de los demás no tardaron en aparecer.

-Eso es para que sepas que tengo un nombre no me llames guapa, y que no me gustan los hijitos de papi, mujeriegos que se tiran cualquier escoba con falda que se le atraviese. ¿Te quedo claro o te lo explico con manzanitas?- dijo muy enojada.

Minutos más tardes la profesora ingreso y nos ordeno tomar asiento. Yo como de costumbre burlandome aún de Javier me senté en los asientos traseros. La profesora comenzó la clase y dirigió su mirada a Lucia.

-¿Usted es?-. -Lucía Macciello-. - Ya veo tome asiento con la señorita Hudgens-. -De acuerdo- finalizo la conversación y Lucia se quedo mirando a todos esperando saber quien es Hudgens.

-Hudgens- Grite. Esta volteo a mirarme y mire a Lucía quien me agradecía con la mirada y tomaba asiento. Desde que se sentaron se reían por cualquier estupidez y se ve que se cayeron bien la una a la otra. ¡Genial! Gracias a mi ella tenía una amiga.

Punto para mi.... una cita para mi.

Pasaron las clases y llego la hora del almuerzo. Lucía y Anne Hudgens iban a una mesa desocupada y apartada y Javier y su grupo corrieron para sentarse allí riéndose . ¡Oh no, eso no te lo recomiendo! Quería jugar y hacerle la vida a Lucía imposible por la cachetada y yo no lo iba a permitir.

-Oye amigo, las chicas iban a esa mesa haz el favor de apartarte-.le exclame casualmente.

-Quien lo dice, tu, Ian por favor a quien defiendes esto es solo una zorrita más a la que TU estas defendiendo para que, ¿se la cobrarás en la cama?- dijo carcajeando una risita estupida.

-No fíjate, no me llamo Javier. Sabes muy bien que si quiero conseguirme zorras voy a un prostíbulo y asunto arreglado- espete.

-Discúlpate con la señorita ahora- dije furioso.

-Chris, olvídalo no pierdas el tiempo con este imbécil .- intervino Lucía .

-Lucía no intervengas no dejaré que te falten el respeto y mucho menos este imbécil.-dije aún más furioso.

-¿Así es, defiende a la zorra, cuantas noches te dio por esto?- pregunto el desgraciado.

Y eso fue la gota que derramo la copa. Mi puño lo había estrellado en el rostro de Javier, llevaba minutos golpeándolo y mientras más le daba más furia llegaba a mi. Hasta que la escuche a ella que gritaba que parará y yo no lo hacía. Pero de pronto ella sollozaba que parara un tanto desesperada. Mi mundo se detuvo voltee a mirarla y estaba echa un manojo de nervios. Mire a Javier que estaba doblado del dolor y corrí hasta ella le tome la mano y la saque de allí. Nunca había reaccionado así por nadie, hasta Luck mi mejor amigo estaba sorprendido.

-Lucía mírame- le ordene y ella lo hizo.

-¿Por qué lo hiciste, ahora estarás en problema por mi culpa?- dijo ella llorosa.

-Desde que te vi en el Starbucks no dejo de pensar en ti y siento que eres especial y quiero que así sea. No dejare que nada ni nadie te haga daño entendido. -dije tocando su mejilla y no se porque tuve el impulso de besarle la sien y abrazarla pero me sorprendí cuando ella me correspondió el abrazo.

-¿Lo prometes ?- pregunto ahora sonriéndome.

-Lo juro-

Eres mia princesa...{EDITANDO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora