Quedate

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Ian escucho una puerta cerrarse y a su padre hablar con William.

-Lo despertare, necesita descansar y yo me tengo que marchar.- dijo su padre a los de Lucía.

-Como, no déjalo ahí, no me agrada la idea de que duerman juntos, pero ellos necesitan descansar y ya están dormidos. Además, si lo despierto y Lucía se despierta a media noche se molestaría, podría tener una crisis ella nunca había pasado por un accidente. Ian me dijo que en el hospital ella no quería que nadie se le acercara.-

-Bueno si estas de acuerdo entonces me voy, buenas noches.-

-Te acompaño-

Narra Ian

Desperté al escuchar la puerta y oí lo que mi padre y los de Lucía hablaban sonreí al escuchar lo que dijo su padre. Me acerque más a ella y la admire dormir. Parecía un ángel su cara angelical, sus mejillas sonrojadas a causa de el llanto. Sus labios entre abiertos, rosados. Dios, que abre hecho tan bien para merecerla a ella. Lucía se encogía cada vez más y se tocaba la parte baja de su estómago. Maldito sea quien quiera que haya sido, me duele verla así.

Narra Lucía

Sentí un dolor fuerte y me encogía más en mi colchón. Estaba consciente de que Ian estaba dormido a mi lado. Me levanté de golpe corriendo dirigiéndome hasta el baño necesitaba una ducha de agua caliente. Sentí a Chris seguir mis pasos y no me importo entre a la ducha me acosté dentro y prendí el grifo, para que el agua caliente adormeciera el dolor no tenía ganas de tomar más medicamentos.

Estaba empapada y temblaba, Ian entro por mi me recogió del suelo y me llevo a la cama. Se dirigió a mi armario y saco unos shorts y una camisa sin mangas para dormir. Salí al pasillo esperando que ella se cambiara. Volví a entrar cuando ella lo indico y la vi acostada en la cama boca arriba. Me acosté a su lado y nos miramos profundamente. Nos acercamos uniendo nuestras frentes y rozando nuestras narices ella suspiró.

-¿Qué haces?- pregunto tartamudeando, cuando comencé a dejar un camino de besos en su clavícula.

Narra Lucía

Ian estaba dejando besos alrededor de mi rostro, mi cuello y clavícula.

-Chris, detente- dije sobresaltada, separándome rápidamente de el.

-Lucía, princesa, no, no pienses lo que no es, te veo triste. Corriste al baño por el dolor en tus entrañas, el agua caliente lo calma, lo se. Se que te sientes sucia, más no sabemos quien fue solo quería empezar a ayudarte a olvidar aunque lo admito fui muy rápido, lo siento.- dijo arrepentido, su mirada es tan transparente como el agua de río. No hay duda.

- Lo....lo siento, me asuste, se que serias incapaz de hacerme daño u obligarme a algo que no quiera.- dije abrazándolo.

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Eres mia princesa...{EDITANDO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora