Eres mia princesa...{EDITANDO}

¡No puede ser cierto!

Narra Ian

Estaba sentado en mi cama escuchado musica cuando sono el timbre de mi casa. Me aliste y baje a abrir la puerta. Al abrirla estaban tres personas sonrientes un hombre de ojos verdes y una mujer de ojos grises. ¡No puede ser! lo proximo que vi fue a Lucia, que al verme palidecio.

-Buenas, bienvenidos- dije sonriendo y miraba coquetamente a Lucia.

-Buenas noches, Ian ¿dondé esta tu padre?- dijo el señor Maccielo

-En el comedor, si gusta pasar adelante- dije mirando a Lucia coqueto.

-De acuerdo, Lucia- la llamo su padre

-Si papa- dijo con una sonrisa radiante y me percate de que llevaba un pinta labios rojo pasion.

- Te quedas aqui con Christopher hasta la hora de cenar. Rian y nosotros tenemos asuntos que atender-

-Pero papa- protesto ella.

- Vamos Lucia, vamos al patio a conversas para conocernos un poco.- me sonrio forzadamente

-Claro- asenti y salimos.

Narra Lucia

Salimos y no pude articular palabra al observar lo grande y espacioso que era el jardin.

-Lucia, con que eres tu a la que tendre que recojer todas las mañanas al ir al colegio- Sonrio victorioso

-No que horror, no te preocupes ire caminando prefiero eso a estar 10 minutos con un niño caprichoso, no te hagas ilusiones- Conteste satisfecha y victoriosa.

-Tu que tienes la dicha de llegar con el capitan del equipo y el mas polular no quieres - dijo enarcando una ceja y sonriendo.

- Para tu informacion yo no necesito popularidad y mucho menos de un mujeriego- dije mirandolo fijamente.

Ian se quedo boquiabierto con mi respuesta, a lo que yo solte una carcajada.

-Que te piensas que por ser mono, todas caeremos a tus pies- solté riendo

-¡ Me desperdiciaras no lo puedo creer!- exclamo con su orgullo dolido.

-No seas idiota Christopher Blanchard, no eres el principe de Inglaterra- le dije suspirando.

-Tienes razón, soy tu principe. - afirmo divertido

Yo me sonroje y en ese instante en que Ian trato de acercarse mi padre salio a avisarnos que entraramos a cenar.

-Salvada por la campana- fue lo ultimo que escuche antes de entrar casi corriendo a la casa. La cena transcurrio normal, entre temas de trabajo, anectotas vergonzosas de mi parte y de las de Ian, sin olvidar las sonrisas y miradas que nos dirigiamo Ian y yo inconcientemente.

-Buenas noche Ian, Señor Blanchard- dije algo cansada.

-Buenas noches- fue la respuesta de estos acompañados por un abrazo y un beso en la mejilla por parte de Ian. Antes de separarnos dijo a mi oido "mañana pasare por ti a las 7:15 para ir a la escuela" yo solo asenti me despedi y me fui hacia el auto junto a mis padres. ¡Dios mio! que nochesita, me duche al llegar a casa y me meti bajo las sabanas de ceda purpuras. Mañana sera mi primer dia en el colegio, que emocionante. Pensé.