Me levanté al sentir que alguien se escabullía en mi cama y se acurrucaba en mi pecho. Me sobresalte, pero luego vi que eran las seis de la mañana y Lucía ya estaba aquí, dormida en mi pecho. Sonreí e instintivamente la abrace y la pegué más a mi. La observe por un largo tiempo hasta que sentía mis párpados pesados y no supe nada más.
Me removí un poco y enrolle aún más mi brazo en la cintura de mi novia. Ella estaba pegada a mi de espaldas contra mi pecho y uno de mis brazos le funcionaba como almohada. Le acaricié el cabello y abrió los ojos lentamente, quejándose.
-¿Porqué me levantas?.
-Porque quiero pasar más tiempo contigo- conteste haciéndole cosquillas y mirando embobado su hermosa sonrisa.
Comenzó a besar mis labios, deje que tomara el control. Seguido por mi mejilla deslizando se por mi cuello mientras yo suspiraba respirando entrecortadamente.
Rodé sobre mi espalda quedando sobre ella que me miraba sonriendo. Bese sus labios, sus ojos, su nariz en fin su rostro, baje por su cuello y la sujete de la cintura acariciandola levemente. No quería presionarla y ella estaba jugando sucio. Seguí bajando besando su vientre y luego subí dejando un camino de besos por su cuerpo hasta llegar a su boca nuevamente. Estuvimos así por las siguientes dos horas. Nos reíamos por todo ella había echó el almuerzo le había quedado delicioso. Seguíamos en nuestro mundo jugando como dos niños pequeños , me sentía bien ella hacía que volviera a mi juventud.
Decidimos a eso de las 3:00 de la tarde ver una película, una de comedia. A los minutos estábamos arrastrandonos de la risa. Así habíamos pasado el día. Fue perfecto, el resto de la tarde la pasamos dándonos cariño, jugando cartas, haciendo burlas y chistes en fin, nunca me había sentido tan vivo con una chica sin siquiera tocarla.
Así había pasado la semana entre risas, mimos, ella venía a mi casa desde temprano y se iba pasada la cena. Habíamos vuelto de la escuela la semana siguiente. Llevábamos saliendo por cuatro meses y hace apenas un mes atrás habíamos publicado nuestra relación. Sus padres al igual que el mío estaban contentos con la noticia. Los padres de Lucía se habían cambiado a la casa que estaba al lado de la mía. Una tarde invite a Lucia a salir, la llevaría a cenar era nuestro aniversario. La había llevado a un restaurante, habíamos bailado, hicimos de todo lo habíamos pasado bien, decidí que era hora de partir.
Cuando me dirigía a casa nos atravesó un coche con hombres encapuchados abriendo las puertas golpeándome bruscamente yo me defendía y la defendía a ella pero ellos eran mayores y mas fuertes que yo. Nos golpeaban y yo con las fuerzas que me quedaban trataba de que no la tocaran a ella pero ella de terca se adentro en la pelea para ayudarme y uno de ellos la golpeo. Eso fue lo que hizo recobrar mis fuerzas y pelear por un rato más, hasta que uno de ellos me derivo ya que estaba distraído revisando a mi novia, me golpeo fuertemente dejándome inconsciente, lo último que vi fue a Lucía tratando de luchar contra ellos diciéndoles que me dejaran en paz. Desperté en la ambulancia al escuchar al doctor decir que no sabían porque ella lloraba desgarradamente cuando uno de ellos que eran hombres se le acercaba, pataleando y lastimandolos como si quisiera defenderse de algo que no pudo. Me levanté de golpe de la camilla aún adolorido.
La vi estaba allí llorando, cada vez que un hombre se le acercaba, gritaba que no la tocarán que ya le habían hecho demasiado daño. ¡No puede ser, esto no podía estar pasando! Me acerque a ella me arrodille acariciando sus manos y comenzó a llorar al igual que yo. Estaba golpeada con la ropa rasgada, solo había una conclusión. Esos malditos habían lastimado lo que yo más quería. No, hasta ahora no me había dado cuenta de cuanto la amaba y lo que le hicieron jamás me lo perdonaría. La habían violado. Trate de acercarme con miedo y levanté su barbilla. Su mirada estaba perdida y yo me sentía impotente. No hablaba no me miraba, estaba perdida. Entonces intente hablar y ella me miro cuando le decía que me perdonara.
-Perdón- fue lo único que pude decir.
-Shhhh, shhhh, perdóname tu a mi, no pude ayudarte mira como est...- pero yo la interrumpi. Me habían lastimado pero a ella la habían violado y solo le importaba que yo estuviera bien.
-Ya estoy aquí, tranquila todo paso, perdóname tu, por no poder evitarlo- dije y rompimos en llanto los dos mientras nos dirigíamos hasta el hospital, abrazados, rasguñados y adoloridos.
Ella en un intento de no llorar y reprimir su llanto se desplomó en mis brazos. Grite como un loco en la ambulancia perdiendo el control. Los médicos de ahí la revisaron y me decían que me tranquilizara que se había desmayado por la tensión y el miedo de lo que paso, yo no podía estar tranquilo ella era virgen. Le robaron lo mas sagrado que teníamos los dos, para mi eso era muy doloroso, no me hubiese importado que nos hubiéramos separado y ella no se me hubiera entregado pero me dolía. Me arrancaron su inocencia de las manos sin poder evitarlo, los enfermeros tuvieron que cedarme para poder tranquilizarme.
ESTÁS LEYENDO
Eres mia princesa...{EDITANDO}
RomanceDicen que hay una linea fina del odio al amor será ese el caso de estos chicos. Ella no quiere enamorarse de un típico mujeriego y el no creo en eso de el amor.Un chico de 18 años mujeriego y egocéntrico que nunca imagino que conocería a la chica qu...