Narra Ian
Me levanté decidido a acabar con Javier. Si matarlo era necesario para traer a Lucía sana y salva, lo haría. No quería pensar en nada, solo quiero que ella este bien y mi ahijada. Mi novia esta secuestrada , embaraza y cuando menos te lo esperes puede dar a luz.
Pase el día entrenando, peliando, ejercitando para la pelea. Almorcé algo ligero y continúe en la práctica, ganaría a como de lugar. Luck se acercó a mi para pelear, el me estaba ayudando a entrenar. Después de uñas dos horas de pelear logre derribarlo fácilmente. Subí a mi recámara me bañe, me aliste, me vestí con unos pantalones ajustados negros, mi camisa blanca ceñida al cuerpo y mi chaqueta de cuero. Baje al primer piso de la casa u me encontré con todos merendando, me senté junto a ellos y platicamos hasta que llegara la hora de partir al encuentro. Mientras ellos bromeaban para intentar subirme los ánimos yo no hacía más que pensar en Lucía y Tiffany, como la estarán pasando. Dos horas más tarde me encontraba despidiéndome de los presentes en mi casa, para partir. El camino fue silencioso aunque el radio estuvo encendido. Me temblaban las manos como gelatina, los pies no reaccionaban, sólo lo hacían para conducir. Llevaba una hora y cuarenticinco minutos conduciendo y pude reconocer una casa vieja, alejada de la ciudad. Cuando veía películas junto a Lucía siempre las de suspenso, secuestraban a personas y el encuentro era en una casa abandonada pero nunca pensé que yo también pasara por eso. Llegue, todo estaba apagado y la puerta entreabierta, todo en silencio.
Pensé en irme y revisar que haya llegado al lugar indicado cuando escuche a Lucía gemir de dolor. Los muchachos me habían alistado una pistola en la parte trasera de mi pantalón, y una navaja en la bota. Entre, había un largo pasillo y al final de este, dos pasadizos. Se escucho otro gemido y me adentre por el que estaba a mi mano derecha. Mientras avanzaba las voces se hacían más fuertes y los quejidos de Lucía mezclado con los de Tiffany. Antes de llegar al cuarto donde estaban ellos, me quede en el umbral de la puerta, para observar la habitación y saber como puedo ayudarme en la lucha contra este animal. Estaba tan distraído en mis pensamientos que solo sentí como me golpeaban y me adentraban a la habitación.
-Vaya, vaya, aquí tenemos a Christopher Ian acompañándonos. Ya veremos quien ganara- dijo el muy cretino acercándose a Lucía
-Si, aquí estoy, sin policías, sin trampas, solos tu y yo- dije, tratando de contenerme pues estaba acariciando la pierna de Lucía
-Bien, porque no comenzamos- repitió él
-Primero, entrega la niña, ese fue el trato- dije aparentando las manos, haciendo puños fuertes
- De acuerdo, ahí la tienes. Donde la pondrás digo vienes solo.-
-Tengo el auto afuera y le llene el tanque para cuando tuviera a la niña dejarla con el aire encendido mientras luchamos por Lucía- aclare pacientemente
Me entrego a la bebe, tan rápido como ella supo que estaba en mis brazos, se acurruco en mi cuello y se quedo dormida. Salí de allí rápidamente, hice lo que comente y deje a la niña con una buena calefacción y en buenas condiciones. Volví y el ya estaba listo. Me quite la chaqueta y la envolví en los brazos descubiertos de mi novia que estaba temblando.
-No te dije que te le acercarás- reclamo este, dando un paso hasta mi
-Es mi novia, piedad, esta embarazada- exclame molesto y dolido por ver como ella se encuentra atada de manos y pies
Todo iba saliendo a la perfección si las cosas no fallaban la policía estaría aquí cuando la pelea haya terminado.
Narra Lucía
Sentí la chaqueta de Ian sobre mis brazos y su olor fue vitaminas para mi. Abrí los ojos y ellos estaban peleando se con puños, patadas, extrañe horas bien formadas. Ian se estaba jugando su vida, solo por salvarme. Como pude me solté las manos , los pies. Nadie se dio cuenta de lo que pasaba pues solo estábamos ellos y yo. En la chaqueta de Ian, había algo se sentía más pesada de lo normal. ¡Un arma! Ian trajo un arma para matarlo Dios. Saque valor de donde no tenía y agarre el arma fuertemente con mi mano derecha. Escuche un quejido de dolor y cuando me si vuelta Ian caía lentamente al suelo, con una navaja clavada en la pierna. Lo vi levantarse, y seguir peliando luego de que sacara la navaja antes enterrada en su muslo. Perdí el conocimiento de que estaba embarazada y solo supe que tenía un arma y si tenía que matar para salvar a Ian y salir de allí lo haría .
Me posicióno firme, ellos siguen peliando ahora es Javier quien tiene en el costado otra navaja clavada. Están cubiertos de sangres sus cuerpos pero ellos siguen luchando. Seguían los golpes, las patadas, los intentos fallidos de matar el uno al otro pero no pasaba de ahí. Me arme de valor y apunte desde una de las esquinas de la habitación, jamás había utilizado un arma, pero bien dicen que siempre hay una primera vez. Apunte y analice la distancia pero no podía disparar se movían tan rápido que si disparaba podía matar a el amor de mi vida.
Espere un poco más y ya el coraje y la frustración se apoderaba de mi. Les grite captando su atención ellos al verme se alejaron el uno del otro. ¡Bien! Por lo menos ya Ian no corre peligro esta alejado de el.
-Cariño, baja el arma- dijo Javier
-No me digas cariño y mucho menos me des órdenes ridículo- exclamé molesta apuntandole
Escuche como pasos se acercaban a la habitación y por miedo a que fueran los cómplices de Javier dispare sin pensarlo, pero lo que no me esperaba fue que el también saco un arma y le disparó en el estómago a Ian.
Callejón dos cuerpos aún con vida en el suelo. Me acerque a Ian, sentí un grupo de personas entre a. La habitación eran policías, los enfermeros de ambulancia, en fin todo lo que tenga que ver con emergencias ante esta situación.. Me acorde que Ian estaba en mis pies casi muerto.
-Amor, todo esta bien ya acabo, por favor resiste - le rogué
-No, Lucía te amo, dije que te protegería y así lo hice. No llores princesa no llores, ya aquí termine mi trabajo. Me siento cansado solo quiero dormir- dijo el con dificultad, cerrándolo los ojos
-NOOO! Ian no te duermas por favor no me dejes, no te mueras. Tu tenías dos promesas ya cumpliste una, todavía no puedes morir nos falta criar a nuestro hijo , no me dejes- grite con todas mis fuerza mientras Ian cerraba los ojos llorando, al verme por última vez
Queridas lectoras, un capitulo más el epílogo y termina mi novela. Mil gracias por su apoyo y comprensión en las tardanzas. Esta historia es la primera que escribo y nunca pensé tener tantas lectora, siempre dije la voy a escribir pero, si nadie la lee la borro. Mi primera lectora y amiga @PeytonCriss567 por su apoyo al igual que las demás. De corazón mil gracias por sus votos y sus comentarios, nada de eso sería sin la ayuda de ustedes.
Espero que hayan disfrutado la historia y les vuelvo a agradecer por haber acaso de su tiempo y leer algo que salió de mi.
Pronto, estaré subiendo otra historia se llama Saltando los límites, no tiene nada que ver con esta novela, ella comenzará desde cero, una historia diferente.
Gracias y besos =)
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Eres mia princesa...{EDITANDO}
RomanceDicen que hay una linea fina del odio al amor será ese el caso de estos chicos. Ella no quiere enamorarse de un típico mujeriego y el no creo en eso de el amor.Un chico de 18 años mujeriego y egocéntrico que nunca imagino que conocería a la chica qu...