𝐶𝑎𝑙𝑚 - 𝐽𝑒𝑟𝑟𝑖𝑒

16. I Love You!

Perrie's Pov

- Hola, princesa.

- Hola. - saludo recibiendo su abrazo.

- ¿Cómo estás? - pregunta sonriendo.

- Muy bien, ¿qué tal tú? - me da un beso.

- Estupendo. Sobre todo ahora que te encontré. - me río sosteniéndome fuertemente a él.

- ¿Qué tal las cosas en tú casa? ¿Se están volviendo locos esta última semana?

- No tienes idea. Justo ahora mi madre debe estar torturando a Jade.

- ¿Torturando? - pregunto con gracia.

- Si, verás, mi madre es de gustos muy extravagantes y Jade es muy sencilla. Yo jamás elegiría pastel ni vestido con ella.

- Yo quisiera una madre para que me molestara. - confieso con tono triste.

- Lo sé, nena, lo sé... - besa mi frente con cariño - Pero si quieres me puedo poner un mandil para ponerte a lavar los trastes. - me río con su loca propuesta.

- Creo que lo vale sólo con tal de verte así. - presiona mi nariz con cariño.

- Necesitarás suerte para ello.

- Esperaré a mi cumpleaños entonces.

- Y ¿qué haremos ese día? - pongo cara pensativa.

- No lo sé, prefiero dejarlo en tus manos. Tienes mejores ideas que yo.

- Me aseguraré de que sea increíble. - me besa y le rodeo el cuello.

Eso hasta que suena su teléfono.

- Aguarda. - saca el móvil y contesta - Hola... ¿Qué? ¿Cómo?... El Central, entiendo. Iré para allá... Ahí voy, James.

- ¿Qué pasó? - le pregunto al ver su rostro preocupado.

- Todos fueron al hospital. - dice mientras caminamos a su camioneta - Creo que alguien de los Thirlwall acaba de ser internado.

- ¿Escuchaste quién? - pregunto asustada.

- No, no comprendí. Por eso voy hacía allá.

- Entonces ve. - lo freno antes de que quiera abrirme la puerta.

- ¿No vienes?

- No, tengo muchas cosas que hacer hoy, pero llámame si necesitas algo.

- Bien. Vete con cuidado. - le doy un beso y lo ayudo a subir. Le dejo su mochila en las piernas para que la eche en la parte de atrás.

- Lo haré.

- Adiós, princesa. - le cierro la puerta y arranca.

Lo veo sacar el auto y antes de irse abre la ventana.

- ¡Te amo! - grita y se marcha.

- Nena, ese chico si me agrada. - doy la vuelta y Carl me rodea por los hombros.

- Es el único que conoces. - le digo riendo.

- Por eso mismo. Pezza, deberías acompañarme al salón.

- ¿Otro cambio de look? - pregunto rodeando su cuerpo.

- Si, está vez lo haremos juntos. Ya se está desgastando ese color, debes dejar descansar un rato tu cabello.

- Como ordenes, capitán.

- Además, ¿no extrañas el rubio?

- Un poco, sí. - caminamos hasta su moto y una vez ahí me da el casco.

- Sujétate, llegaremos en 6 minutos.

- Prométeme que sobreviviré. - pregunto con terror fingido.

- Eso es problema de tus manos. Anda, sube ya.