8. Your Date

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Perrie's Pov

- ¡Perrie! - detengo mis pasos y giro al lugar de donde viene el grito. Hastings viene corriendo hacia mí.

- Hola, Mike. - saludo sonriendo puesto que tengo las manos ocupadas con mis carpetas.

- Hola, Pezza, te estuve buscando todo el día. - informa sonriente.

- Oh, lo siento, estuve todo el día metida en el estudio. - explico.

- Ya veo, pero déjame ayudarte. - sonriendo toma mis carpetas de mis brazos - ¿Te llevo a casa? - ofrece.

- ¿No tienes entrenamiento? - niega con la cabeza - No quisiera ser una molestia.

- No lo eres, Pezz. Anda te llevo a casa o, incluso, podría invitarte a comer, ¿qué te parece? - asiento sonriendo.

Lo sigo hasta su camioneta. Abre las puertas, pone mis cosas en los asientos de atrás y me abre la puerta para subir. Rodea el capó y sube al otro lado. Prende la camioneta y salimos del campus.

- Y dime, ¿en qué has estado trabajando? - me pregunta con curiosidad.

- Unas pocas canciones, supuestamente para un trabajo.

- ¿Trabajo?

- Si, bueno, hay gente que está buscando nuevos talentos, ¿sabes? - asiente.

- Seguro que consigues un lugar.

- Gracias, realmente lo espero así.

- Todo saldrá bien, te he escuchado cantar y no muchos tienen una voz tan potente como la tuya. - me sonrojo con su cumplido - Oh, mira, ¿te gustaría y a Nando's? - pregunta señalando un local cercano.

- Claro, suena estupendo. - se estaciona en el lugar y baja rápido para rodear y abrirme la puerta. Me ofrece sus manos y me ayuda bajar - Gracias, Mike.

- No fue nada. Vamos. - me ofrece su mano y la tomo para empezar a caminar a su lado.

Entramos y elegimos una mesa pegada a la pared del lugar. Me ayuda a sentarme y lo hace después de mí.

- Me alegra que esté tranquilo. - comenta con algo de nervios, decido ignorarlo.

- Así podremos charlar mejor. - le guiño un ojo y se sonroja.

- Bienvenidos a Nando's, ¿qué pedirán?

- Tu primero, Perrie.

- Un sándwich de jamón de pavo, por favor, y una malteada de fresa. - la mesera anota.

- Yo lo mismo, pero también tráenos un pastel de chocolate, por favor.

- Muy bien, serán diez minutos. - le damos las gracias y se marcha.

- Supongo que te gusta el pastel de chocolate, ¿no?

- Gustar es poco. - le respondo.

- Entonces fue bueno pedirlo. - sonríe dándome ternura.

- Cuéntame, ¿cómo han ido las cosas en tu casa?

- Bueno... Ya no me puedo quejar, he logrado ocultar el hecho de que estoy en Arte Dramático y no en Administración.

- Vaya, creí que les habías dicho.

- No, intenté decirle a mi hermano, pero está muy ocupado.

- ¿En qué?

- Se va a casar y parece pajarito hipnotizado. - nos reímos por su comparación.

- Imagino que debe verse muy gracioso.

- No tienes idea. - nos reímos de nuevo.

- ¿Y la chica te agrada?

- Mucho, es muy bonita y amable. La conocemos desde niños. - asiento.

- Entonces es buena señal para ese matrimonio.

- Supongo. - la mesera regresa con nuestras órdenes.

Comenzamos a comer en silencio. Devoro mi sándwich porque no desayuné nada.

- Alguien tenía hambre. - se burla Mike.

- Calla, no te quedas atrás. - reímos y atacamos nuestras malteadas.

Hablamos un rato de lo que hemos hecho durante el fin de semana. Omito el hecho de que casi me acuesto con alguien. Le cuento de cómo me fue en la cena y descubro que su hermano estuvo ahí. Me cuenta de los planes de su madre para una cena de compromiso que quiere celebrar para su hermano y de lo que pretende hacerle vestir.

- En verdad odio vestir de smoking. - se queja.

- No te puedes ver mal. Eres guapo, es lo de menos.

- Gracias, pero tampoco es que esté muy entusiasmado con la dichosa cena.

- ¿Por? - pregunto bebiendo mi malteada.

- Pues aun no consigo con quien ir. - asiento comprendiendo. - He pensado en una sola persona.

- ¿Quién?

- Tú. - lo miro asombrada.

- ¿Bromeas?

- No podría. Verás, no sé si sea correcto decírtelo en este momento, pero me gustaría mucho pasar más tiempo contigo, salir, claro hacerlo primero como amigos, te tengo confianza y no llevamos bien, y me pareces la chica más perfecta que jamás haya conocido. Además, sería muy afortunado si llego a esa cena con la chica más linda de todo Londres. - se sonroja - ¿Quisieras ir conmigo a la cena, Pezz?

Me mira con ilusión. Le sonrío con emoción por su propuesta.

- Ay, Mike, eres muy dulce, de verdad. - tomo su mano sobre la mesa - Y será un placer ser tu cita para ese día.

𝐶𝑎𝑙𝑚 - 𝐽𝑒𝑟𝑟𝑖𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora