𝐶𝑎𝑙𝑚 - 𝐽𝑒𝑟𝑟𝑖𝑒

27. Don't Listen To Them

Perrie's Pov

Me recuesto en la cama mientras espero a Jade para dormir. Repaso mentalmente los eventos acontecidos esa noche y recuerdo que el periódico espera en mi bolso. Con pereza estiro mi brazo y alcanzo uno de los tirantes y atraigo el bolso hacia mí para después sacar el papel.

- Yo no lo leería si fuera tu. – ruedo los ojos al escucharla.

- No entiendo cuál es el problema realmente. ¿Qué daño te hace saber lo que dice? – le pregunto mientras ella se cubre las piernas con las cobijas.

- ¿Qué daño te hace no saber lo que dice? – responde alzando ambas cejas inquisitivamente.

- Digas lo que digas voy a leer. – desdoblo el periódico con decisión y encuentro a Jade en la primera plana.

"Thirllwall y Hastings, la verdad detrás del inesperado fin de la relación."

Por un momento me río con el titular, pensando en lo estúpidos que se escuchan, como si fueran una revista de chismes de celebridades.

- Perrie...

- ¡Shhh! – la interrumpo.

- No me chites. – se queja.

- Entonces calla un momento. – recomiendo con una pequeña risa.

"Hoy, días después del repentino anuncio de divorcio de los Hastings y de la ruptura de los respetados Jade Thirlwall y James Hastings, los rumores se han acrecentado después de la primera aparición pública de la doctora después de la muerte de su madre, aparición que creo controversia al instante.

Según vecinos cercanos a la residencia de Jade Thirlwall, se ha visto a una mujer rubia entrando y saliendo de dicho lugar. Acompañada y sola. Según los testigos, la mujer viste un vistoso y elegante anillo de compromiso.

Se especula que la misteriosa mujer es la causa del fin de la relación que la doctora Thirlwall llevaba con el heredero de los Hastings. Desgraciadamente, al ser esta una de las familias más importantes del país todos los ojos recaen sobre los integrantes y, como si fuera poco, también son protagonistas de las especulaciones más grandes y difamadoras.

Se espera que la doctora Thirlwall hable públicamente en su próxima cena con la Asociacion de Medicos por la Salud Mental y sepamos más de quien ahora es la culpable del final de la relación más importante del país."

Me quedo callada por lo que me parece una eternidad. Estoy sorprendida con todo lo que he leído y más aun con lo que están especulando sobre mi. Esto solo nos acarrea más problemas.

- ¿Algo bueno ahí? – pregunta Jade.

No respondo, pues aun estoy en shock. Pasa su mano frente a mis ojos.

- Pezzie... - pasa sus manos por mis mejillas secando lágrimas que no había notado - ¿Qué carajos escribieron? – toma el periódico con coraje y lee mientras sigo sin apartar mi mirada del decorado de las cobijas.

- Ahora creen que yo tuve la culpa... - digo para mi misma.

- No los escuches, ¿si? – dice arrojando el papel al cesto de basura.

Al no ver una respuesta de mi parte se sienta frente a mi y me toma de las mejillas, obligándome a verla directo a los ojos. Está enojada, pero obviamente está más preocupada por mi reacción.

- Perrie...

- No digas nada, ¿quieres? No quiero que lo hagas. – interrumpo con algo de brusquedad.

- Sabes que eso no es verdad, tú no estás haciendo mal al estar conmigo. Jamás lo harías. – quito sus manos de mi rostro con levedad y respiro fuertemente.

- Sé que siempre sufren las personas a las que amo, ya no quiero que sea así. – digo con nostalgia y culpa.

- Tu no tienes culpa de eso, nena, no tiene nada que ver contigo.

- Claro que sí. Jesy ya sufrió por mi, lo hiciste tu, y sigues haciéndolo.

- ¿Qué con Jesy? – entonces caigo en cuenta de que he hablado de más.

Jade no sabe del bebé de Jesy.

- Voy al baño. – como puedo me escapo de su agarre.

Camino rápido y me encierro en el baño con seguro. Aprovecho el haber dejado mi bolso dentro y rebusco en él. Muevo la mano hasta que doy con el frasco. Glorioso frasco, insalubre frasco, enfermizo frasco, pero es lo único que me consuela.

Vacio dos píldoras en mi mano y las miro. ¿Cuándo podré dejarlas? ¿Cuándo dejaré de caer? Las trago en seco y me remuerde la conciencia. Se lo prometí a Jade, pero no puedo por más que lo intento.

Las drogas siguen siendo parte de mi.