23. She Wiped

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Jade's Pov

Salgo de la oficina como bala de cañón. Intento dar pasos tan largos que me llego a torcer mi tobillo derecho.

Entonces freno porque mi corazón me regaña. Doy la vuelta y regreso.

A la mitad de camino veo a papá. Y a mi otro padre.

- Perdón. - digo cabizbaja.

- Tranquila, Jade. Comprendemos más de lo que crees. - dice mi papá.

- Sabemos que va a ser difícil, pero no te juzgaremos por tu decisión. - ahora habla el otro padre.

- No pretendo cambiar nombres. - les digo - Tampoco significa que te esté despreciando. - tomo la mano de Jonathan.

Sonríe de lado.

- Seré una chica afortunada porque cuento con dos valientes hombres a mi lado. A pesar del como se dieron las cosas, los quiero a ambos, ¿está bien? No hace falta que creemos bandos o cosas como esa. Ambos son mis padres. - sonríen y los abrazo.

- Gracias, Jade. - agradece mi padre 2.

- No hay nada que agradecer.

- Tienes un gran corazón. - asegura mi padre 1.

Me sonrojo.

- Les quiero pedir un favor. - digo con ojos brillantes.

- Lo que sea.

- Dinos, hija.

- Quiero que el lunes vayan a casa. Espero que para ese día las cosas estén bien y yo pueda presentarles formalmente a mi... futura novia.

- Será un placer. - me dice padre 2.

- Si hablas de quién creo, estaré encantado. - sigue padre 1.

- Les aseguro que la van a adorar tanto como yo.

~♡~

Bajo del auto y camino al local.

Cuando entro me sorprende el olor. No se siente nada como otros lugares.

Me acerco a una chica que veo desocupada.

- Hola, estoy buscando a Carl. - le informo - ¿Podrías decirme en dónde está?

- Claro. Entra a esas cortinas. Él trabaja ahí. - le doy las gracias y camino al lugar.

Abro un poco la cortina y veo al moreno ahí.

- ¿Se puede? - gira a verme y sonríe.

- Claro, hermosa. Entra, entra. Dime qué puedo hacer por ti.

- Me dijeron que eres bueno tiñendo el cabello, así que decidí venir a dar el cambio.

- Entonces quien te envió es muy astuto. Siéntate.

Hago lo que me dice y acomodo mi bolso frente a mi.

- ¿Qué tienes pensado? -  pregunta acomodando mi cabello.

- No quiero un color común... Quiero un mismo color en distintos tonos para darle ese efecto de luces. - explico - ¿Qué color no es común, Carl?

- ¿Confías en mí? - pregunta con complicidad.

- Totalmente.

- Entonces... - se da la vuelta. Toma un plato y lo pone frente a mi - Come estás almendras mientras voy a preparar el color. Serás la primera en salir de aquí con ese tinte.

Sale unos minutos y me como las almendras. Espero ansiosa su regreso.

Entra sonriente.

- Está listo. Cepillare tu cabello. - toma el cepillo y lo pasa por él - Y, ¿quién te envió?

- Perrie... No directamente, pero me habló de ti.

- Ya veo. Ese color rosa le sentaba de maravilla. - asiento.

- Pero de rubia no se ve nada mal. - la imagino de inmediato.

- Concuerdo. Oye, eres Jade, ¿verdad?

- Si. ¿Te ha hablado de mí?

- Un par de muchas veces. - se ríe.

- Cosas buenas espero.

- Sé lo que hiciste por ella. No sabes cuanto te admiro por ello.

- Gracias. Créeme, ella me ayudó más de lo que yo lo hice.

- Suena hermoso. Sospecho que aun estás enamorada de ella.

- Enamorada es poco... - admito sonriendo.

- Qué lindo es oírte. Perrie, a pesar de tener carácter y buena vida, aun falta de amor. Desde que volviste a ella ha cambiado. Si era sonriente, ahora lo es más.

- Me alegra que sea así. Si te soy honesta, hubo momentos en que quise darme por vencida. Estaba estresada, agotada, deprimida... Y luego volvió a mi sólo para darme más confianza e ilusión.

- Esto va para largo entonces. - dice mientras pone el tinte en mi cabello.

- Espero que sí. Tengo algo planeado para ella, ¿sabes? Ayer recibió un regalo sorpresa. Y te ruego que supervises que no lo abra aun.

- A la orden, Jade. Imagino que debe ser algo muy hermoso.

- Eso creo. La verdad estoy muy expectante a su reacción.

- Llorará... O gritará... O hará ambos. Eso imagino. Perrie es muy expresiva ahora. Los últimos años se ha soltado más.

- Lo pude notar. La verdad jamás me la imaginé diciendo malas palabras o abofeteándome... - digo tocando mi mejilla.

- ¿Cuándo fue eso? - pregunta sorprendido.

- Cuando cantó en la cena de la Asociación.

- Ahora entiendo... Estaba enojada ese día.

- Lo imagino. Hasta yo estoy molesta conmigo por lo que le dije. Dije la verdad, pero fui muy cruda.

- A veces eso hace falta para despertarnos. Cuándo volviste ella se limpió.

- ¿Se limpió? - pregunto.

- Si, dejó todo ese asunto. Hasta las ojeras desaparecieron. - ha terminado de poner el tinte y se sienta a mi lado.

- Carl, ¿qué asunto? - abre los ojos.

- Pensé que lo sabías... Perrie me matará.

- Dímelo, por favor. Creo saber de qué hablas, pero necesito que me lo confirmes.

- Ella estuvo usando heroína por estrés. El colegio comenzó a sentirlo pesado. Se sentí presionada y creía que perdería la beca y tendría que volver a Newcastle.

- Yo... Es que... - me toma de las manos.

- No te alteres y no la presiones, por favor. Si piensas tocar el tema, cosa que veo innecesaria, ten tacto, aun es muy sensible. Se sintió muy mal cuando recayó. No quiero que se deprima.

𝐶𝑎𝑙𝑚 - 𝐽𝑒𝑟𝑟𝑖𝑒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora