𝐶𝑎𝑙𝑚 - 𝐽𝑒𝑟𝑟𝑖𝑒

1. She's Not Going To Trust

Jade's Pov

- ¡Basta, James! - exclamo entre carcajadas mientras él me hace cosquillas.

- ¡Anda, vamos! - pide por enésima vez.

- Sabes que no puedo dejar la clínica. - le digo debajo de él.

- Tienes mucha gente trabajando por ti, nena, ¿qué te preocupa? - hago una mueca.

- No es lo mismo, no quiero dejar la clínica bajo el mando de otro. - acaricio su mejilla.

- Existe la vídeo conferencia. - propone.

- ¿Y esas son vacaciones? - se ríe - ¿Qué te divierte?

- Sabía que dirías eso, pero siendo así, ¿qué pasará con la luna de miel? - hace un puchero.

<Tiene razón...>

- Te propongo un trato, estas vacaciones la ensamblamos con la luna de miel. - pone cara pensativa y me besa.

- Trato hecho, Thirlwall. - lo beso de nuevo y el teléfono suena.

- ¿Quieres pasarme el móvil? - le digo a James divertida.

Hace una mueca y estira el brazo hasta donde está el aparato. Me lo entrega, y me besa por última vez para después marcharse al baño.

- Diga...

- ¡Adivina quién llegó a la ciudad! - exclama del otro lado.

- Supongo que esta vez no es Santa Claus... - se ríe - ¿Cuándo llegaste Jesy?

- Hace unas dos horas.

- ¿Y qué retrasó tu notificación? - le pregunto ofendida.

- ¿De verdad quieres que te diga?

- No me gusta el tono que usas, ¿qué ocurre? - me siento en la cama.

- ¿Te mencioné que una conocida se mudó a Londres el año pasado? - frunzo el ceño.

- Explícate.

- Bueno, Perrie se mudó aquí por la Universidad, vine a verlas.

<Perrie.>

Mi corazón se encoje al escuchar su nombre. ¿Mi Pezza ha estado aquí durante todo un año?

- Y eso no es todo, Jade.

- ¿De qué hablas?

- Vio el periódico hoy... Y tú estabas en el titular.

- Significa qué...

- ... Está recordando. - termina la frase por mí - Y también tengo un pequeño reclamo: ¿cómo carajos le avisas a toda la ciudad que te casarás y no a mí?

Me froto las sienes por la presión.

- Jess... están pasando muchas cosas ahora, mejor dime, ¿ya leyó la carta?

- De hecho ya perdí la cuenta de las veces que la he visto leyéndola.

- ¿Y cómo está? - es lo que más me preocupa.

- No sabría explicarlo.

- Y ¿crees que me busque? ¿Ha mencionado algo? - pregunto con esperanza en cada una de mis palabras.

- No creo que lo haga, Jade. Estoy totalmente segura de qué después de esto no va a confiar. Ni siquiera en mí.

- No es posible... - me lamento.

- Jade, te llamo luego, Perrie... ¡Perrie!

La llamada se corta y me deja con el corazón prendiendo de un hilo. Busco en el directorio.