Cap 12: Cacería en manada 2 parte

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 En el salón de la mansión Nightmare (Es así como los gemelos disidieron llamarla) se encontraban dos lobos, uno negro con ojos dorados y otro blanco con ojos celestes; ambos miraban divertido al Hellhounds que caminaba de un lado al otro, estaba tan emocionado que no podía controlar el calor de su propio cuerpo, todo el lugar estaba calentito, como si estuvieran en frente de una chimenea viviente.

 Muerte también se encontraba ahí, pero el se encontraba sentado elegantemente en un sillón de cuero rojo con un libro de tapa negra entre sus manos, a él no le interesaba lo que hacían ese trío de idiotas. Estaba muy concentrado en su lectura, solo levantaba la mirada para ver que ninguno del trío maravilla hiciera un desastre que luego Adam tuviera que limpiar.

- ¿Ya están listos? - pregunto el de ojos miel mientras bajaba por las escaleras con una ballesta en los hombros. Muerte levanto la mirada y vio al humano con un brillo de diversión en sus fríos ojos violetas, Abel y Jeorge movieron sus colas alegres mientras que el perro soltó un potente ladrido - tomare eso como un si.

- ¿Quieres que te preste un par de collares y cadenas? - le pregunto el ángel con una sonrisa maliciosa, los tres caninos desviaron la mirada y vieron a jefe de las parcas con confusión.

- ¿Para que? - pregunto levantando una ceja igual de confundido que los otros tres.

- Para que saques a pasear a los chuchos sarnosos - decía Muerte soltando una risita macabra, ignorando olímpicamente las miradas ofendidas del trío canino - si no tienen collares se los puede llevar la perrera, es mejor prevenir... - dijo chasqueando los dedos, haciendo aparecer un collar negro con púas de metal de adorno, otro gris con lunas negras, y un collar azul con estrellas blancas - ...que lamentar.

- Creo que sera para otra ocasión - murmuro viendo de reojo a los caninos, estos parecía querer asesinar a Muerte con la mirada - gracias de todos modos.

- Como quieras - decía decepcionado mientras volvía a chasquear los dedos, haciendo desaparecer los collares para alivio de los dos lobos y el perro - pero si algún día los necesitas solo pídemelos.

- Esta bien, gracias por tu amabilidad - decía haciendo una leve reverencia como muestra de respeto, Muerte asintió y luego dirigió de nuevo su mirada al libro - vamos - le ordeno a los otros tres, quienes se fueron corriendo hacia la entrada principal de la mansión casi con desesperación. Adam suspiro divertido al ver como rasguñaban la puerta con angustian, ya no soportaban un minuto mas estar enserados en la Mansión Nightmare.

 Cuando el humano por fin abrió la puerta, Jeorge, Abel y Demert salieron disparados al bosque, corriendo con el sabueso a la cabeza. Adam tubo que asegurarse que su arma no se caería de su espalda antes de empezar a correr, siguiendo los potentes ladridos del Hellhounds que resonaban en todo el lugar.

- "Solo espero que no llamen demasiado la atención" - pensó al escuchar un aullido viniendo del lobo blanco, Jeorge junto con su hermano y Demert iban demasiado adelantados y hacían demasiado escándalo. Los tres gruñían, aullaban y soltaban fuertes ladridos, parecían que querían que el bosque entero se enterara que ellos aun seguían vivos, que estaban bien y que habían regresado con aun más fuertes - "parecen alegres".

 Abel y Jeorge se detuvieron de repente al ver que Demert, quien iba a la cabeza, detuvo su andar y comenzó a olisquear el aire, yendo de un lado a otro con rapidez buscando el aroma de algún animal que allá pasado por ahí no ase mucho. Mientras el perro buscaba el rastro de algún ciervo o otro animal grande, los gemelos montaron guardián a un costado de su salvador, no se arriesgarían a una emboscada de parte de su antigua manada.

 Adam, por su parte, miraba curioso al perro del infierno, estaba muy concentrado en su tarea de rastreo y de vez en cuando soltaba leves gruñidos. Cuando el perro dejo de moverse, los lobos se miraron y luego miraron al humano, quien les sonrió amablemente antes de seguir a Demert al ver que este ya había comenzado a moverse con una velocidad sorprendente; era imposible para un humano como él seguir el paso, el por eso que le dijo a los hermanos que se adelantaran y ayudaran al Hellhounds con la caza, claro, después de pedirles que no se esforzaran mucho, sus heridas aun no habían curado por completo.

 Los gemelos habían salido corriendo, siguiendo los potentes gruñidos de Demert por entre los arboles y arbustos del oscuro bosque. Adam caminaba con parsimonia, intentando demorar lo mas posible el encuentro con la inocente criatura que él tendría que matar, para el humano, la siempre mención de que tendría que manchar sus manos con la sangre de un inocente le hacia querer pegarse un tiro en medio de la frente.

Una manada diferente (Yaoi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora