Amelie

Noche de siempre

Eran las 2 de la mañana, el viento soplaba con fuerza y los perros aullaban sin parar. En un cuarto se encontraba una niña pequeña, tapada hasta la cabeza, temblando y llorando.

Minutos después, solo se escucho un silencio profundo, la niña se destapa, solo dejando su cabeza al descubierto, mira a todos lados y se baja de su cama, pisando el suelo con sus pies desnudos.

Sale de su cuarto y baja las escaleras del segundo piso, va hacia la cocina y, encuentra las luces encendidas y la puerta abierta, sale por esta y se dirige a un árbol grande, donde se encuentra unas extrañas figuras.

Llega ahí y se encuentra con unos cuerpos parecidos como unos adornos navideños. Después, regresa a la casa y se dirige a sus cuarto, se acuesta en su cama para continuar su sueño, marcando el reloj la misma hora, desde que salio y regreso a su habitación.

La policía ha querido llevarla a un centro de adopción, pero ella se niega y diciendo:

-No iré ahí, porque yo todavía tengo a mi familia -dice con una sonrisa en su rostro- solo espero a que dejen de adornar el árbol, como si fueran adornos navideños.