Una inesperada sorpresa en el vientre de una difunta madre

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En la habitación de la niña de 6 años, la pequeña esta sentada sobre una alfombra de color rosa, jugando con la muñeca que le regalo Sarah.

–Mamá. Papá.

–¿Si querida? –dice su madre.

–¿Sucede algo? –pregunta su padre.

–¿Ustedes no volverán a ser como los de antes? –los mira a ambos, con esperanzas de que le respondan que si.

Ambos la miran sin mostrar una sonrisa.

El padre se acerca a la niña y le responde que eso no sera posible. Al escuchar eso, lágrimas empiezan a salir y sale corriendo al cuarto, ¿por qué tuvo que suceder le algo así a una niña, que todavía le faltaba vivir una vida feliz con sus dos padres? ¿quién pudo ser capaz de hacer esto?

Sarah que terminaba de lavar el ultimo plato, escucho como alguien bajaba las escaleras, sale de la cocina y ve a la pequeña llorar, sentada a un lado del sofá blanco, abrazando sus pierdas y con su cabeza ocultándola entre sus rodillas.

La chica se le acerca y le pregunta "¿que pasa? ¿porque estas llorando?", la cual la pequeña le dice que sus padres no volverán a ser los mismo de antes.

Sarah se le queda viendo triste, se sienta a un lado de ella y la abraza, diciendo que aunque ellos no sean como los de antes, seguirá estando para ella, al igual que Sarah. Después de llorar por un largo rato, se que queda dormida, Sarah la carga entre sus brazos y la lleva a su cuarto.

Mientras la niña esta en la escuela, Sarah fue a comprar algunas cosas. Pasa frente a una librería y ve que ya esta a la venta la segunda parte de su libro favorito, siente que alguien le toca el hombro y al voltear a ver quien es, se da cuenta que es el mismo que trabaja en la peletería.

–Eh, hola –le saluda Sarah.

–Hola, ¿estas de compras? –mira aquella bolsa llena de víveres en sus manos.

Ella asiente.

–¿Iras a comprar un libro?

–Si, apenas iba a entrar –dice Sarah, al mismo tiempo que levanta su mano que lleva solo una bolsa, apuntando en dirección a la puerta de la librería.

–Si quieres, te espero para ir a tomar algo.

La chica acepta y va comprar aquel libro. Al salir, deciden en ir a tomar en alguna cafetería, para platicar y conocerse un poco más.

–¡Ya no quiero ir a ese horrible lugar! –grita Amelie al entrar a la casa.

–Pero ya falta poco para que lleguen las vacaciones –dice Sarah cerrando la puerta y llevando las bolsas en la cocina.

–Pero no quiero volver ahí, ¿no puedo ir a otra escuela?

–No hay demasiadas escuelas aquí, recuerda que aquí es un pueblo pequeño.

–Un pueblo donde la mayoría de las personas me quieren en un orfanato –se cruza brazos y se va a su habitación.

Después de haber comido una deliciosa lasaña, Amelie se levanta de la silla, abre la puerta del patio.

–¿Iras con tus padres? –pregunta Sarah, al ver que la niña tenia un pie afuera de la casa.

–Si –sale de la casa, cerrando la puerta detrás de ella.

Mientras Sarah terminaba de lavar el ultimo traste, vio por la ventana a la pequeña jugar y a la vez platicando con sus difuntos padres.

Es sorprendente como una pequeña niña, ha podido ser valiente al aceptar que sus padres ya no están vivos y que también, de como la han tratado sus compañeros.

Cuando ya va a dejar de ver a la niña jugar y termina con lo suyo, nota algo en la madre. La observa por unos instantes y suelta el plato que terminaba de lavar.

–¿Acaso... e-esta...? –abre sus ojos como, si le acaban de notificar de algo grave y su voz se empieza a poner temblorosa.

–Así es –Sarah se voltea a un lado y ve a la mamá de la niña, notando una tristeza en su rostro–, Amelie iba a tener un hermanito.

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⏰ Última actualización: Jan 18, 2018 ⏰

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