Amelie

No dejare que nadie te aleje de mi lado

Sarah estaba en su casa viendo una película de romance, hasta que alguien toca su puerta, va a ver quien es y ve que es la sra. Hamilton.

–Oh, hola sra. Hamilton, ¿qué la trae por aquí? -pregunta en un tono amable.

–Solo vine a pedirte que si puedes cuidar a Amelie, mañana no estaré, iré a hacer unos asuntos fuera del pueblo. ¿Si podrás cuidarla?

–Claro que si, sera un gusto cuidarla.

La mañana siguiente Amelie se había levantado y estaba viendo por la ventana el árbol donde están sus padres.

–¿Cuando bajaran de ahí? ya quiero volver a jugar con ustedes como antes lo hacíamos -dice con unas lágrimas saliendo de sus ojos color azul. Minutos después alguien toca la puerta, Amelie se limpia las lágrimas y va abrir pensando que es la sra. Hamilton. Pero para su sorpresa resulta que es la policía.

–Pequeña Amelie, vine a llevarla a un orfanato -dice el oficial.

–No quiero ir, ¡mis padres no están muertos! -dice enojada.

–Entiende lo tus padres están muertos, no van a bajar de ahí.

–No es cierto, usted miente -empieza a llorar.

–Por favor ven conmigo -trata de llevarla a a fuerza pero aparece Sarah, preguntando que pasa- nada, solo trato de llevar a la niña a un orfanato.

–Yo no quiero ir -dice Amelie llorando.

Sarah ve como la pequeña niña llora y  no puede soportar ver eso.

–No se la puedes llevar -dice Sarah cuando el policía va casi llegando al carro de policía.

–¿Por qué no? -pregunta algo confundido.

–Porque yo la cuidare como si fuera mi propia hija, además la ha estado cuidando la sra. Halmison.

–Me quiero quedar con Sarah -dice Amelie, tratándose de sacar de la mano del policía.

El policía se pensando un momento y voltea a ver a Sarah y luego a Amelie.

–Esta bien, tu la cuidarás, sera ahora en adelante sera tu responsabilidad el cuidado de la niña -dice el oficia, suelta a la niña y se va en su carro.

–Gracias Sarah -dice con una sonrisa.

–De nada, ahora en adelante no dejare que t alejen de mi -dice mientras la abraza.