El cuchillo en su cabeza

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Sarah y Amelie están en un gran problema -bueno, si no hacen ruido y el extraño no busca por debajo de la cama-. El desconocido revisaba en el armario, después en la mesita de noche y por último... estaba a punto de revisar por debajo de la cama, Sarah temblaba del miedo y Amelie se aferraba del brazo de Sarah. El hombre se puso de rodillas para poder revisar por debajo de la cama, hasta que...

Alguien lo tomó por arriba, Sarah pensó que se subió arriba de la cama, hasta que escuchó a Amelie.

-A papá no le agrada ese señor, le va hacer algo malo -dijo entre susurros. Sarah la miro sorprendida por lo que dijo.

-¿Q-qué crees que le h-haga? -pregunta Sarah algo asustada por lo que había dicho Amelie.

-Tal vez lo mate. De una manera cruel y horrible -dice Amelie de una manera tranquila- quizás haga que su cabeza explote, que el se entierre un cuchillo o tal vez... haga que se aviente por la ventana dejando que todos los vidrios quede incrustados en su cuerpo -forma una sonrisa en su rostro.

Sarah la mira de una manera aterradora al escuchar todo eso.

-¡P-p-por f-fa-vor deja me! -dice una voz masculina- y-yo n-no iba a robar e-esta casa.

Sarah al escuchar esto, se dio cuenta que hay alguien mas. Pero no había nadie.

De repente un cuerpo es azotado contra el suelo, haciendo temblar a Sarah; Amelie solo mira con una sonrisa, ella sabe de quien se trata.

Sarah vio el cuerpo y supo que era el cuerpo del hombre fue levantado. Miro bien y se dio cuenta estaba muy lastimado, sin moverse.

Aprovechó ese momento y le dijo a Amelie que saldrían rápido del cuarto hacia la el primer piso y saldrían por la puerta de enfrente e irían a la casa de un vecino a llamar la policía. Amelei asintió.

Salieron debajo de la cama, fueron directo a la puerta del cuarto para salir; hasta que una mano agarró el pie de Sarah, la mano que la agarraba era la mano del hombre que fue azotado contra el suelo, con las poca energías que tenia dijo:

-N-no dejare q-que escapen -dijo con las pocas energías que le quedaban y con una sonrisa.

Amelie ya había corrido afuera del cuarto y se dirigió a la cocina, tomo un cuchillo de un cajón y, se dirigió al cuarto donde estaba Sarah y aquel hombre.

Sarah no podía zafarse de su agarre -a pesar de las pocas energías y estar lastimado, no la dejaba libre-. Entro Amelie y con el cuchillo se lo enterró en el cráneo, empapándola de sangre al igual que Sarah. El hombre suelta su pierna, ya que había muerto por el cuchillo que le enterró Amelie.

Sarah no pudo creer por lo que vieron sus ojos, una niña tan inocente le dio un toque final a la muerte de aquel hombre.

-Si vuelve a pasar, los matamos -dice Amelie con una sonrisa algo aterradora.

AmelieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora