La sra. Hamilton fue a la casa de Amelie; para ver si están bien, por lo que dijeron en las noticias.
Llego a la casa y tocó la puerta. Abre Sarah la puerta.
-Hola, ¿están las dos bien? -pregunta la sra. Hamilton, viendo adentro de la casa esperando a ver a la niña.
-Hola. Si estamos bien y ¿usted?
-También estoy bien. Oh, les traje una galletas -dice mostrando una caja pequeña rectangular blanco.
-Muchas gracias por las galletas, ¿qué le parece si nos la comemos con un pico de té? -se hace a un lado para que la sra. Hamilton pase.
-Me parece una excelente idea. -pasa a la casa con la caja de galleta en la mano.
Entra Amelie a la casa por la puerta trasero, ya que estaba jugando.
Ve a la sra. Hamilton y la saluda, y ella responde el saludo.Sarah fue a la cocina a preparar el té -igual como lo hacia su abuela, aya en Inglaterra-. Mientras lo prepara, saca dos tazas para el té, platos, cucharas y otras cosas necesarias para el poder tomarlo.
Entra la sra. Hamilton.
-¿En dónde puedo dejar las galletas?
-En ese plato. -apunta en un plato color blanco que no esta hondo, cerca de la mesa con las cosas para el té.
La sra. Hamilton toma el plato y echa las galletas.
-Llevare las cosas a la sala, ¿le parece bien si ahí tomamos el té? -pregunta la sra. Hamilton tomando una bandeja de plata y echando ahí las tazas platos, las galletas y otras cosas mas.
-Sí, me parece una buena idea -responde Sarah, tomando la tetera y la pone en la bandeja.
Agarra la bandeja y la lleva a la sala.
Empiezan a tomar el té mientras platican del asesinato que hubo.
-Disculpe, ¿los padres de Amelie se colgaron? -pregunta Sarah terminando su galleta.
-La verdad, no. Nadie sabe, ya que ellos eran una familia muy unida, no tenían problemas y a todos los del pueblos les agradan -toma un poco de su té- a veces quisiera de cómo ellos llegaron ahí.
Sarah se queda pensando un momento, hasta que llega Ameliecon su muñeca sin cabeza.
-¿Puedo agarrar una galleta? -pregunta amablemente y apuntando con su dedo índice las galletas.
-Claro que si, toma todas las que quieras -responde la sra. Hamilton con una sonrisa.
-Gracias -sonríe mostrando sus dientes color perla y toma unas cuantas galletas.
Sarah y la sra. Hamilton siguen platicando de lugares del pueblo, su habitantes y otras cosas.
Amelie sale al patio trasero con sus padres.
-Les traje algunas galletas -deja unas cuantas en el suelo cerca del árbol- espero que les guste, son las que preparo la sra. Hamilton.
Voltea hacia la derecha y ve un hombre sospechoso, que esta viendo hacia la dirección de sus padres.
El le dice que se acerque y ella hace caso.
-¿Por qué hay dos cuerpos colgados? -pregunta el hombre.
-Son esferas navideñas -responde sonriente.
El se le queda viendo raro por lo que acaba de decir la niña.
-Dice mamá que es mala educación no presentarse -dice Amelie agarrando su cabello.
-Perdón. Hola me llamo Mateo y ¿tu pequeña? -le extiende la mano.
-Hola, me llamo Amelie -toma su mano para saludarlo. Mateo se queda viendo todo el lugar.
-Oye y... ¿ya sabes que tus padres están muerto?
Amelie se queda callada volteando hacia abajo.
-Oye, ¿estas bien? ¿dije algo que no debí decir? -la toma del hombre.
-¿Cuantas veces tengo que decir? que ellos ¡NO ESTÁN MUERTOS! -pregunta encajándole sus pequeñas uñas en el brazo de Mateo, provocando un dolor.
Mateo se le quedo viendo aterrorizado.
-Oye, ¡tranquilizante! pensé que estaban muertos -dice asustado.
Amelie empieza a gritar, tan fuerte que la sra. Hamilton y Sarah salen corriendo de la casa a ver que pasa.
Sarah se detiene y ve a Mateo.
-Amelie, por favor suelta su mano -dice la sra. Hamilton.
-¡NO!
-Amelie, ¡no grites! eso es de mala educación -le dice Sarah.
-¿Por qué no lo sueltas? -pregunta la señora Hamilton.
Amelie aprieta mas las uñas, provocando así que le salga un poco de sangre del brazo.
-LO SOLTARE HASTA QUE EL DIGA QUE MIS PADRES NO ESTÁN MUERTOS.
-N-no están muerto t-tus padres, p-por fa-favor suelta me -dice Mateo ya no aguantando el dolor que provocan sus pequeñas uñas.
Amelie lo suelta, y Sarah va por un botiquín.
La señora Hamilton le pide que entre a la casa, el asiente y va.
La señora Hamilton se lleva a Amelie a su cuarto para hablar con ella. Sarah cura el brazo de Mateo en la sala.
-Tan pequeña, encajan sus uñas como como una navaja -dice Mateo sonriendo y con un dolor.
-Di me, ¿qué haces aquí? -pone un poco de algodón con alcohol en el brazo.
-Vine a buscarte.
-¿Para que me buscas? ¿y cómo me encontraste? -pregunta algo molesta.
-No importa como te encontré, sino que vine para que regresemos.
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Amelie
Mystery / ThrillerTodos los del pueblo han querido llevarla a un orfanato, pero ella se niega diciendo que sus padres todavía siguen vivos. Un día una chica de 20 años de edad, conoce a la pequeña Amelie y cosas raras comienzan a suceder...