Amelie

El plan de Mateo

Mateo estaba hospedado en un hotel. El y Sarah tenían una bonita relación; hasta que ella descubrió que el se besaba con su enemiga, no solo con ella, también con la mayoría de las chicas de la escuela —e incluso se acostaba con ellas—.

Cuando ella lo termino enfrente de toda la escuela, el se sintió humillado e incluso tuvo algunos problemas con algunos novios de las chicas que beso. Desde aquel día pensó en como vengarse de ella y ese plan era de llevarla con unas personas, para que hiciera de ella lo que quieran.

Pero para que eso pasara, tendría que ganar su confianza, la cual no es tarea fácil.

–¿Qué podría hacer para que el plan funcione? -se preguntó así mismo, sentado en la orilla de la cama-. Creo que ya se como -dice con una sonrisa malvada.

Salio del hotel y condujo a la casa de Amelie, seguramente Sarah se encontraba con ella.

Al llegar tocó la puerta y abre Amelie. Lo ve con cara de desagrado.

–Hola pequeñita, ¿esta Sarah? -pregunta con una sonrisa amigable y poniendo sus manos en sus rodillas, para estar un poco a la altura de la niña.

–Hola... -dice Amelie en un tono seco y después le cierra la puerta en su cara, sin responder su pregunta.

–Que niña tan... -susurra molesto.

Minutos después abre la puerta Sarah.

–Perdón, ella no es así con... -se da cuenta que es Mateo- oh... Eres tu -dice seria. Y va a cerrarle la puerta.

–¡Oye, espera! -dice antes de que cierren la puerta en su cara.

Sarah abre un poco mas la puerta.

–¿Qué quieres? -lo mira sin interés.

–¿Podemos hablar?

–¡Claro! Hablemos de como me engañaste con la mayoría de la escuela -dice sarcástica.

–No, de eso no.

–¿Entonces de que? -lo mira directo a los ojos.

–Pues, de como nos va y esas cosas...

–Me va bien. Así que... Adiós -le cierra la puerta antes de que el diga algo.

–Hija de... -antes de terminar la frase, se calma un poco-. Supongo que va ser difícil.

Mateo se va su casa buscando la forma de ganar su confianza.

Mientras tanto en el segundo piso, en el cuarto de los padres de Amelie. La niña se asomaba por la ventana viendo a Mateo irse.

–Creo que deberíamos hacer algo, no creo tenga una buenas intenciones -lo mira con odio y asco.

–Tienes razón. Hay que deshacernos de el, cuanto antes -dice una voz fantasmal.

–¿Matarlo? -pregunta la niña viendo a su padre.

–Sí

–Genial... -dice con una sonrisa macabra.