No sé si hice bien dejando a Maya y Ash solas, pero iban con el chaval este, ¿cómo se llama? Creo que era algo de Tom Hale o algo así. Pero tampoco puedo dejar a Nora y Bea aquí dentro, y menos con toda la mierda almacenada aquí dentro.
Oigo voces por el pasillo de la derecha, el que se dirige a la pequeña zona privada de playa. Ando en esa dirección. Las voces van aumentando el volumen y distingo una. Bea Carpenter.
-- ¡Déjame salir de aquí!
Empiezo a correr, pero un golpe en la cabeza me desestabiliza y caigo al suelo. Lo último que veo son unas zapatillas negras de la marca Vans.
Maya
Empujo la segunda puerta que encontramos dentro del local, y ésta chirría bajo la fuerza de mis manos.
-- Ash, ésta podría abrirse, pero está atrancada.
Mi amiga saca su móvil nuevo, mientras buscábamos nos hemos puesto al día, y llama a alguien.
-- Tom, ¿puedes venir?
Diez minutos después Tom aparece, pero un corte en su mejilla derecha me hace dejar de hacer presión sobre la puerta.
-- ¿Qué te ha pasado? -- Ash le acaricia la mejilla.
-- Hay una puerta ahí fuera que se abre, pero me pillaron un grupo de tipos encapuchados y me golpearon, preferí hacerme el desmayado para que parasen.
-- ¿Reconociste a alguno? -- pregunto.
-- Por desgracia, sí -- nos sentamos en el suelo--. Hayes Grier , Matthew Espinosa y Cameron Dallas.
Ash se acaricia las sienes.
-- Hay que sacarlos de allí, ya sé a qué vinieron Nora y Bea.
Tom y yo la miramos interrogante.
-- Este verano ocurrieron cosas malas -- empieza a contarnos--, sé que Nora, Bea y otras chicas se vieron implicadas, pero no conozco todos los detalles. Ocurrió en la casa se Nash.
-- ¿Nora y Nash estaban juntos? -- pregunto.
-- Sí, y Bea también estaba allí, pero creo que eso se debía a que era la mejor amiga de Cameron Dallas, que también estaba allí -- Ash suspira--. Según dijeron y lo que Nora se acordaba... les hicieron algo -- los ojos de Ash están húmedos--, a todas ellas, algo malo, y lo peor es que al no acordarse no pueden denunciarles.
-- ¿Quién fue? -- pregunta Tom--, podemos contratar a un buen abogado e inventarnos algo para que esos chicos vayan a la cárcel.
-- Estoy de acuerdo con Tom.
Cuando Ash está a punto de decir algo la puerta atrancada se abre, dejando ver a tres chicos del instituto. Llevan los brazos tatuados y su mirada recorre el local como con ojos de águila.
La de uno de ellos se apoya en mi. Tiene el pelo negro rizado y los ojos marrones, los labios entreabiertos y carnosos, y la piel blanca. Que guapo es.
Oigo como Ash deja de respirar. Entonces me centro en lo que ella ha hecho.
Han salido de dentro.
De donde están Nora, Bea y Matt.
Tengo que hacer algo para entrar dentro.
Me levanto de un salto y me acerco al chico de ojos marrones, que mira cada uno de mis movimientos con atención, como analizandome.
-- Hola, guapo-- digo intentando poner una voz seductora como hacen en lad películas las chicas para conseguir algo.
-- Hola, hermosa-- me responde él, tiene la voz grave, tiene un aroma extraño alrededor.