La doctora Paige me acerca un vaso con un líquido verdoso, que rechazo, sacándole un gruñido.
-- Ashley, tienes que beberlo.
-- No pienso beber eso más, así que déjenme.
-- ¿Tuviste más sueños? -- se sienta en una silla cerca de mi camilla, poniendo una mirada llena de atención.
Sé que no debería contarle las cosas que me pasan por la cabeza, pero ya que es la única persona que me habla aquí... Además, quizás me ayuda a saber cómo salir de aquí si le doy pena o algo...
-- Soñé con una habitación oscura... había alguien dentro, creo que era una chica, tenía el pelo teñido de morado... estaba casi en los huesos y lloraba... -- me quito una lágrima al recordar la imagen, que se presenta de forma nítida en mi mente--. ¿Qué significa eso, doctora Paige? ¿Quién es la chica? ¿Por qué llora?
La doctora Paige se levanta y se acerca a mi lentamente, con el vaso en la mano de nuevo. Acaricia mi pelo suavemente.
-- Ashley... por ahora no puedo decirte nada, pero pronto... muy pronto, harás algo muy importante.
-- ¿El qué?
-- No puedo, Ashley, ahora, bebete el vaso y duerme, vendré en un rato.
Alargo el brazo y la agarro.
-- Digamelo, por favor, necesito saber qué veo estas cosas, por favor.
Ella niega y sale de la habitación. Agarro el vaso con ambas manos y lo engullo.
Espero poder encontrar algo sobre mis amigos.
Mis ojos enfocan lentamente el nuevo escenario de mi sueño.
Estoy en un bosque de árboles enormes, sin luz en los alrededores. Miro a ambos lados y el aire caliente me mueve el pelo, haciendo que mi temperatura corporal suba.
Empiezo a andar. Siento una presencia en el lugar. Cierro los ojos y me concentro, igual que las otras veces. Mi mente recorre el sitio y encuentro la fuente de calor que sale de un cuerpo femenino. Concentro mi energía allí y al abrir los ojos estoy enfrente de una pared blanca. Miles de líneas azules la recorren, noto como vibran y su velocidad. Pero hay un punto... un punto brilla más. Apoyo mi mano en él y miles de voltios atraviesan mi cuerpo. Siento como ni cuerpo absorbe la energía.
Oigo un grito ahogado a mi espalda. Me giro y veo a Maya. Mirándome con los ojos abiertos. Me ve.
-- ¡Ash!
Nos abrazamos con fuerza.
-- ¿Cómo es que te recuerdo? -- me pregunta--. Al principio no recordaba a nadie, era como si mi mente estuviede bloqueada, pero después...
-- No lo sé, Maya, pero la pregunta es ¿cómo puedes verme? Se supone que estoy en un sueño, pero parece todo ta real...
-- Esto es real, soy yo, Maya, y al otro lado de esa pared está Matthieu, Ash, tienes que ayudarnos a salir de aquí.
-- ¿Y Bea?
-- No lo sé, no estará muy lejos, supongo, ya que si Matt está aquí ella también.
Asiento e intento localizarla, pero algo me lo impide.
-- Están intentando despertarme, Maya...
-- ¡No! ¡No te vayas! ¡No me dejes sola!
-- Intentaré volver... hay un punto brillante ahí arriba, prueba a tocar ahí.
-- ¡Ashley!
La doctora Paige me mira con furia y la sonrío triunfante.
-- Ya no me manejas bruja.