Apoyo la mano sobre la pared, en el mismo lugar en el que Ash me dijo. En seguida una corriente eléctrica recorre todo mi brazo. Lo aparto rápidamente reprimiendo un quejido. Mi piel echa humo. Dios, no voy a poder resistir más de unos segundos sin acabar como un pollo asado.
-- Tengo que hacerlo -- lo digo en voz alta para creermelo, ya que la idea de poner mi mano sobre una fuente cargada de electricidad no me apasiona.
Matthieu
Estiro la mano hacía la pared. El punto que la chica extraña me dijo parece brillar más. Siento como la esperanza de salir de aquí y encontrar a la chica crecen dentro de mi.
Toco la pared y miles de voltios atraviesan mi cuerpo. Siento cada célula de mi organismo vibrar bajo la cantidad de energía. Grito cuando llega a mi cabeza.
Abro los ojos y solo puedo ver una burbuja de rayos azules a mi alrededor. Rodeando en forma de burbuja. Centro mi vista en el punto de la pared, en el cual se está formando una raja.
Se está rompiendo.
Bea
No sé si esto es buena idea.
No sé si esto siquiera debería considerarse una idea.
Poner la mano sobre un punto de luna bomba de.. energía biólogica no es algo que tenga en mi lista de quehaceres de la vida.
Pero es mi única forma de escapar.
Me levanto de la cama y me acerco a la pared, que se iergue ante mi, retandome a tocarla. Aprieto los puños furiosa por mi captura sin razón alguna.
Mi mano se pone en contacto con la pared y en seguida un pinchazo recorre mi espina dorsal. Me doblo para atrás y casi estoy de caer. Pero aguanto. Debo aguantar.
Por mi. Por Maya y los demás. Tenemos que hacerlo todos juntos.
Ash
Siento la energía salir de las paredes, concentrándose en mi. Ahora si puedo romper esas barreras, liberandonos. Cierro los ojos, rezando porque la Doctora Paige no aparezca ahora. Pongo toda mi atención en el punto central de energía. Pequeños tentáculos mentales salen de mi para unirse al núcleo, permitiendome canalizar mi energía y abrir la barrera.
En mi mente aparecen mis tres amigos. Aguantando con la mano en la pared. Creando una fisura. Sonrío para mi y transmito más energía.
Crack
Las paredes que rodean a Maya, Matthieu y Bea han desaparecido.
Maya
-- ¡Matthieu!
Corro hacia él, que me estrecha entre sus brazos. Lloro sobre su hombro. Dios mio, le he echado mucho de menos. Entierro las manos en su pelo rubio y besos sus mejillas, pero Matthieu busca mis labios con urgencia y no se lo impido. Saboreo sus labios, salados por el sudor. Sus manos se enganchan a mi cintura, pegandome más a él, si es posible, ni una mota de aire cabría entre nosotros.
Cuando nos separamos sus ojos azules se fijan en los míos. Sus pupilas están dilatadas. Tiene las mejillas sonrojadas y los labios hinchados, seguramente yo esté igual pero algo más hecha una selva.
-- ¿May?... -- Matthieu mueve la cabeza, como aclarandose las ideas.
No me salen las palabras y suelto un gruñido suave, sacándole una sonrisa.
-- ¿Qué ha pasado? -- pregunta--. ¿Cómo hemos llegado aquí? ¿Por qué tienes sangre en la camiseta?
Bajo la mirada y veo una enorme mancha en mi prenda. Pero no es sangre. Mierda. BUSCA UNA SALIDA MAYA, CORRE.