Llego a mi casa y veo un coche de Policía sobre la acera.
Mierda.
Intento alejarme, pero justo sale mi madre al porche y me ve. Tiene el rostro lleno de lágrimas y la ropa arrugada.
-- ¡Beatriz! -- sale corriendo hacía mi y me abraza.
¿Hacía cuánto que no me abrazaban con tanta fuerza?
-- Mamá... ¿Estás bien?
-- Mi niña -- me acaricia el rostro, inspeccionandolo con cuidado y ternura--. ¿Qué ocurrió en verano, Beatriz?
Me tenso. Mi madre lo nota porque empieza a llorar y se tapa la boca con ambas manos. Veo la decepción en sus ojos, pero también miedo y tristeza.
-- Mamá...
-- Entra en casa... tu hermano llegará en cualquier instante.
Aaron no se va ni a acercar a la casa mamá, él hizo algo malo y no quiere aceptar las consecuencias. Ni Tom. Ni Matthew. Ni Nash. Hicieron algo horrible, la mayoría de la historia sigue en la sombra. ¿Debería contárselo a los policías para que investigasen? Así ayudaría a Nora y las demás al menos a saber la verdad, aunque duela como un balazo. Pero no podría hacerle eso a mi hermano... ni a Tom.
Entro a casa detrás de mi madre. Un policía está sentado en el sofá de mi padre, con una grabadora enfrente suya y un bloc de notas. Los ojos de él, verdes, se centran en mi cuando entro, no hay sonrisas ni saludos cordiales. Me siento delante, debatiendo qué contar según las preguntas que me hagan.
-- ¿Es usted Beatriz Perrie Carpenter?
Asiento.
-- ¿Ha estado hoy en la cafetería Trouble Bubble?
Asiento.
-- Cuénteme que ha sucedido allí.
-- Había ido allí ha comprarme un batido por el calor, además es mi restaurante favorito. Me senté en una de las mesas y un compañero del Instituto se sentó a mi lado.
-- ¿Discutieron?
-- ¿Por qué íbamos a discutir? Casi no le conozco.
Debería contarle la verdad.
-- ¿Dice que el señor Tom Hiddleston y usted no se conocían?
Oigo como mi madre solloza detrás mía.
-- Sólo sé su nombre.
-- ¿Discutió con el señor Hiddleston, Beatriz? -- el policía castaño me mira meticulosamente.
-- No voy a hablar sin un abogado -- digo recordando las series de policías y abogados.
El policía castaño aguanta una sonrisa, ¿qué tiene tanta gracia?
-- Si pide un abogado es que ha hecho algo malo, Beatriz, y al no decírmelo está ocultando información, por lo que se le podría atribuir el término de cómplice.
-- ¡Yo no hice nada malo! -- exclamo, la mirada sorprendida del policía me hace calmarme, no puedo dar nada, no puedo dejar que Aarob vaya a la cárcel, aunque se lo merezca.
-- ¿Y los demás, Beatriz? ¿Los demás hicieron cosas malas?
-- Yo...
Flashback - Bea
La casa de Nash estaba casi a oscuras, solo unos pequeños cubículos con luz iluminaban las diferentes habitaciones. Estamos celebrando el 4 de Julio. Como la familia de Nash se fue al muelle a ver el espectáculo de fuegos artificiales nos invitó a su casa.