Entro junto con Bea al Ocean Waves. El sonido aplacado por la puerta metálica nos golpea en el rostro al abrirla. Hago una mueca al escuchar la canción, es una que no me gusta nada.
-- Por aquí-- me dice Bea.
La sigo entre la gente, observando la cara de todos, buscando a Aaron o Matthew. Pero en cambio veo que me lleva a una esquina apartada de todo el mundo.
-- Llama a tus amigas -- me dice.
-- No quiero meterlas en esto.
-- Son una tapadera, Nora.
-- No.
Bea resopla y entramos por unas puertas pintadas de dorado con dos guardas a los lados, que nos dejan pasar sin vernos la documentación.
Siento el miedo empezar a recorrerme el cuerpo cuando veo a Nash al final del pasillo.
Maya
Entro en casa de Matthieu cuando me llega un mensaje al móvil.
Jack G.: ¿Estás con Nora?
Maya: No, creo que está en casa de Ash.
Jack G: Estoy aquí y Nora no
Jack G: Jack tampoco sabe dónde está
Maya: Quizás ha salido a dar una vuelta
Jack G: Si sabes algo de ella en cualquier instante dímelo por favor
Maya: Claro :)
-- ¿Todo bien? -- me pregunta Matthieu sentándose en el sofá, me siento a su lado mientras enciende el televisor.
-- Creo que sí.
Oigo que alguien baja por las escaleras y me giro a la vez de Matthieu, que ha apretado los labios en una línea fina.
-- Alex, ¿no estabas en el Ocean Waves?-- pregunta Matthieu cuando un chico con una sudadera morada con la capucha subida aparece.
-- Voy allí ahora, no llegues tarde -- los ojos azules del chico me miran--. Tú eres amiga de la hermana de Gilinsky.
-- Lárgate ya, Alex-- dice Matthieu, noto que se está enfadando, por lo que me giro, fijando la mirada en la pantalla pero sin prestarle mucha atención.
-- Nos vemos.
Alex cierra la puerta de entrada y me doy cuenta de que estaba conteniendo la respiración. La suelto despacio para que Matthieu no lo note, pero parece hacerlo, porque me acerca más a él.
-- Era mi hermano pequeño, Alex -- me explica--. Te pido por favor que no te acerques mucho a él ni a nadie cercano.
-- ¿Y tú? -- sigo sin mirarle, pero noto su mirada azul sobre mi cabeza, como intentando ver mis pensamientos.
-- Yo te voy a proteger de mi hermano y de todo su grupo, May, no lo dudes nunca.
Levanto la cabeza para mirarle y veo que está a pocos centímetros de mi. Veo las manchas pardas en sus ojos y las pecas decorando su rostro. No sé por qué pienso que el tacto de su cara debe parecerse al de la parte de abajo del pan. Levanto la mano y le acaricio la mejilla, Matthieu cierra los ojos y su piel, rasposa por la sal de mar roza mi mano.
Nos vamos acercando poco a poco.
Sólo unos centímetros más...
-- No puedo -- se separa de mi y le miro herida.
¿Cómo he podido ser tan tonta? Me levanto corriendo conteniendo las lágrimas, pero me tropiezo con mis pies y caigo de nuevo al sofá. Matthieu se acerca a mi, pero le aparto de un manotazo.