La semana pasa como una caravana de tortugas, extraño a mis padres, mi cama, mi baño, a Berta nuestra ama de llaves, y mis desayunos a mi antojo.
También extraño la escuela, me quejaba de lo duro que era llevar el ritmo con tantas tareas y estudio, aunque mis calificaciones siempre eran sobresalientes, me daba pereza a veces mantenerlas; ahora me parecen tan sencillas delante de tanto trabajo que hay que hacer aquí.
No he tenido tiempo ni para llamar a mis padres por más de dos minutos cada día. Lu y yo solo hablamos de tareas, proyectos y planificación de presentaciones, diseños y mil cosas más; a penas hay tiempo para hablar de algo más que no sea clase, comer y descansar; que duro es esto.
A pesar de una tan ocupada primera semana de clases, he echado de menos a Ryan, dijo que contaría las horas para verme y no se ha aparecido en toda la semana, que manera tan extraña de demostrar deseos de verme.
La idea de que algo malo le pasó paseó por mi mente, pero la descarté porque ya se hubiera sabido en el College cualquier mala noticia. Pensé en ir a información e investigar cual es su dormitorio, pero no quiero parecer desesperada y mucho menos una acosadora.
Lo cierto es que tengo esta mezcla extraña de sensaciones, por un lado deseos de verlo y de charlar con él, por otro lado angustia de no saber que le pasa o donde está y por el otro, decepción por no extrañarme tanto como yo a él.
Como cada viernes a las 8:00 pm hora de Cambridge, 7:00 pm hora de Colombia, hago una videollamada a casa, solo veo a mi familia una vez al año para las fiestas de navidad, fin de año y año nuevo, así que mantenemos el contacto de esta forma.
—¡Holaaaaaaaa Ryan! —contestan eufóricas, felices y animadas mis hermanitas gemelas, al tiempo que me envían besos, como típicas niñas de seis años tienen mucha energía.
—Hola mis princesas, ¿cómo están?
—Muy bien, te tenemos una sorpresa —dice Marcela.
—¡Una gran sospresa! —agrega Catalina muy risueña.
—¡Ah sí!, ¿de qué se trata?
—¡Ya sabemos leer y escribir! —gritan al mismo tiempo, mientras se abrazan y saltan emocionadas.
—¡Que gran noticia, estoy muy orgulloso de ambas! —exclamo con sinceridad.
No paro de reír, son tan adorables y ocurrentes. Me paso los siguientes quince minutos escuchando cada ocurrencia de esas dos y una demostración de lo que han avanzado en la lectura, también me muestran unos afiches con dibujos de toda la familia y los nombres de cada miembro escritos por sus puños y letras.
—Hasta luego niñas, quiero saludar a la abuela Maritza —Me despido de ellas y hablo unos minutos más con la abuela, ella se queda con las niñas de viernes a domingo en las noches, papá es dueño de un famoso restaurante en la costa y mamá, aunque es maestra, lo ayuda los fines de semana por la gran cantidad de clientes.
Extraño tanto a mi familia es tan bueno sentirse cerca de ellos a través de estas llamadas.
Termino mi llamada con un sonrisa, los martes en la mañana llamo a mi padre y en la noche a mi madre, así me mantengo en contacto con todos. Me hacen tanta falta.
Me tumbo en mi cama y solo puedo pensar en Phoebe, no la he visto esta semana y sinceramente quiero verla.
Desde que me cayó encima no puedo dejar de pensar en ella, es tan hermosa, inteligente y divertida. Hacía mucho que no me sentía tan a gusto solo por ver a una chica.
Investigué sobre ella y resulta que es la hija de los dueños de la marca de ropa más famosa del mundo, lo que los ha convertido en una de las parejas más ricas del mundo.
Tengo miedo de que ella pueda pensar que me interesa solo por su dinero. Ella es millonaria y yo solo estoy aquí por una beca. Me paso los días estudiando y las noches trabajando para ayudar en casa y suplir necesidades que mi beca no cubre, es agotador, pero es la única opción que tengo.
Debo ser muy cuidadoso con ella, me gusta demasiado en tiempo récord, sé que también le gusto, he notado como se sonroja cuando me ve cerca, pero no quiero que sepa mucho de mi por ahora hasta ver como fluye esto.
La alarma de mi móvil interrumpe mis pensamientos, hora de irme a trabajar. Mañana por fin veré a Phoebe, espero que no tenga muchas preguntas, no quisiera tener que evadirlas o mucho menos tener que mentir y luego hacerla sentir mal si se entera; seré cuidadoso hasta que tenga confianza de ser totalmente honesto con ella. No me ha parecido superficial en lo poco que la he tratado y tengo un buen presentimiento hacia ella, espero no estar equivocado porque en verdad me gusta mucho.
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Diseño de Amor (Serie Hermanas Libro #1)
RomanceLuego de ser adoptadas por una pareja que cambiará sus vidas para siempre, Lucy y Phoebe Wallace descubren que la familia es mucho más que lazos sanguíneos. Únete a ellas en su nueva vida de universitarias lejos de casa, en la cual se les presentan...