Han pasado varias semanas desde que salimos juntos en aquella cita doble, no ha sucedido mucho entre nosotros desde entonces, la única novedad es que Ryan es mi novio de fin de semana, como lo ha apodado Lu, ya que solo nos vemos y salimos a compartir, sábados y domingos.
En la semana compartimos breves mensajes de WhatsApp, debido a que Ryan vive muy ocupado entre clases, trabajo en la tienda de tecnología y prácticas del equipo de fútbol. Me agrada la idea de que no sea un vago, pero me encantaría verlo al menos dos veces antes del fin de semana.
Nuestros horarios nos impiden hasta mantener una conversación decente por mensajes y mucho menos pensar en videollamadas.
Lu, por otro lado, se ha hecho novia de Ben, ellos si pueden verse más a menudo. Envidio eso, lo admito.
Lu, me puso al tanto de todo lo relacionado a Ben, tal y como yo lo hice con ella respecto a Ryan.
Ben estudia leyes, su familia tiene uno de los bufetes más antiguos e importantes de todo Reino Unido, Bufete Jurídico Adams y asociados. Su madre es una de las juezas más respetadas de Londres y su padre actualmente está a la cabeza del bufete familiar. Ben es el menor de 3 hermanos, ambos hermanos son abogados y trabajan en el ya mencionado bufete. Es una tradición familiar ser abogado en su familia, valga la redundancia.
Respeto eso de las tradiciones familiares, pero para mí sería muy aburrido no poder elegir lo que deseo estudiar en la universidad. Que desde antes de nacer ya esté decidido lo que estudiaré no suena nada agradable, para mí.
Me alegra saber que en casa es distinto, más democrático. Nuestros padres nos dijeron a Lu y a mí que aunque les gustaría que estudiaramos administración de negocios, negocios internacionales, diseño de modas o cualquier otra carrera afín con el negocio familiar; sería lo ideal, pero que la decisión era nuestra, no había ninguna presión y ellos nos apoyarían en cualquier carrera de decidiéramos.
En ese caso ambas nos decidimos por la arquitectura, recuerdo como si fuera hoy que lo dijimos al mismo tiempo. También recuerdo que papá agregó divertido Les pondré su propia empresa de diseño y construcción, después de todo se puede tener más de un negocio familiar.
Esa es una de las muchas razones por la que amamos y respetamos tanto a nuestros padres, desde que nos adoptaron, hemos recibido más amor, apoyo y compresión del que jamás soñamos. No es que no hayamos hecho travesuras, ni cosas por las cuales no nos hayan castigado jamás, pero ha sido menor en comparación al buen comportamiento.
Ahora mismo estoy observando a Lu jugar tenis y no puedo dejar de pensar en que Ryan ya debió estar aquí, siempre viene a ver mi práctica de tenis, luego yo su práctica de fútbol, pero hoy no se ha presentado.
—Hola cuñadita —musita Ben a modo de saludo interrumpiendo mis pensamientos.
—Hola cuñadito, ¿por qué hablamos tan bajo? —mascullo.
—No quiero distraer a Lucy, lo está haciendo muy bien.
—Sí, ella es la mejor —confieso consciente de lo buena tenista que es Lucy, de haber querido hubiera sido una buena profesional en el juego.
—Soy el novio más afortunado —declara con tono orgulloso.
—Eso habría que discutirlo mi querido Ben —Ha dicho Ryan tomándome de la cintura para acercarme hasta él mientras los tres nos reímos —¿Cómo está mi preciosa novia?, ¿ me extrañó tanto como yo a ella? —cuestiona Ryan.
—Muy bien mi bonito novio, por supuesto que lo extrañé, pero no tanto como usted a mí, si no mucho más —confieso con gracia.
Acto seguido nos besamos, había añoranza, pasión, amor y deseo en el aquel beso, pero todos esos sentimientos fueron cortados por las súplicas de Ben de no hacerlo pasar por la pena de vernos en esas demostraciones de cariño, mientras él no podía hacer lo mismo por el momento.
—¿Qué pasó?, ¿por qué no viniste a verme? —inquiero.
—Movieron nuestra práctica a tu mismo horario y se extendió más de lo normal por una reunión que tuvimos luego —informa.
—Estaba preocupada, podías enviar un mensaje al menos —espeto.
—Lo siento Phoebe, lo olvidé —Me mira con gesto apenado.
— ¿Te olvidaste de mí? —pregunto con todo el drama que pude acumular.
—No mi preciosa, jamás. La verdad es que el tiempo pasó sin darme cuenta, ¿me perdonas? —Ahora es Ryan el dramático.
—No, tendrás que suplicarme —contesto con voz de actriz en novela dramática.
Ryan se pone de rodillas para continuar nuestra dramática escena, me toma ambas manos y pone su otra mano libre sobre su pecho. No llega a decir palabra cuando todas las personas que estaban presenciando la práctica de tenis hacen una algarabía, pues honestamente aquello parecía a simple vista una propuesta de matrimonio. No echamos a reír sin poder decir que solo estábamos jugando a dramatizar.
—¡Phoebe Anne Wallace!
Espero que esto no sea lo que estoy pensando porque no te dejaré —Ha dicho Lu un tanto incrédula y alterada pues se fijó en la escena desde lejos por la algarabía de todos —. No tengo nada en contra tuya, Ryan, me caes muy bien, no me mal interpretes, pero es que van muy rápido. Son muy jóvenes a penas se conocen, no saben lo que quieren todavía, hablo por Phoebe, no pueden simplemente tomar decisiones a la ligera. Como hermana mayor, y por lo visto la única que aún es cuerda, exijo que paren ya con esto y lo piensen mejor ¡estoy hablando en serio Phoebe Anne, para de reír! —advierte señalándome con su raqueta.—!Lu, Lu, Lu, tranquila! —alcanzo a decir entre risas —. Entendiste todo mal solo estábamos actuando —confieso.
Le explico a Lu como pasó todo y terminamos riendo un montón. Se notaba el alivio en su cara mientras reíamos.
—Me asustaron, no vuelvan a jugar así, al menos no mientras yo esté lejos —bromea.
—De acuerdo, lo prometo —digo colocando mi dedo meñique en posición de promesa y Lu levanta el suyo, lo cruzamos y queda sellada la promesa.
—Aprovechando que estamos todos —He dicho llamando a la atención —, el próximo fin de semana es el cumpleaños de esta preciosura, por tal razón mis padres ofrecerán una cena y mas tarde mis amigos ofrecerán una fiesta por todo lo alto. Será en Bath y por supuesto que los estoy invitando a ustedes, Ryan y Ben —informo.
—Cuenta conmigo, cuñadita.
—No me lo perdería por nada del mundo mi preciosa.
—Estupendo, deben perdír permiso en su práctica de fútbol para el sábado, el vuelo es el viernes a las 10:00 pm.
—¿Vuelo?, ¿no es algo cerca para ir en avión? —pregunta muy intrigado Ben.
—Sí, por eso iremos en helicóptero —aclaro.
La cara que ha puesto Ryan ha sido más graciosa que la de Lu hace unos minutos y solo asintió, un poco incrédulo todavía.
—¿Qué pasa mi bonito, te asusta volar? —Le pregunto mientras nos vamos alejando de la cancha de tenis.
—No precisamente mi preciosa, luego te explico. Ahora vamos a almorzar, estoy hambriento —concluye.
Acto seguido nos dirigimos todos a almorzar, Ryan va más callado y pensativo de lo normal. Algo pasa y no me dice, de eso estoy segura.
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Diseño de Amor (Serie Hermanas Libro #1)
RomanceLuego de ser adoptadas por una pareja que cambiará sus vidas para siempre, Lucy y Phoebe Wallace descubren que la familia es mucho más que lazos sanguíneos. Únete a ellas en su nueva vida de universitarias lejos de casa, en la cual se les presentan...