Luego de ser adoptadas por una pareja que cambiará sus vidas para siempre, Lucy y Phoebe Wallace descubren que la familia es mucho más que lazos sanguíneos.
Únete a ellas en su nueva vida de universitarias lejos de casa, en la cual se les presentan...
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Lu ya está lista para la velada de bienvenida y yo aún indecisa sobre que ponerme, quiero impresionar a Ryan, pero sin parecer desesperada en el intento.
—¿En serio vas a tardar toda la noche en decidir? —cuestiona Lu con cara de desaprobación.
—Debo tomar todo mi tiempo, estamos hablando del futuro padre de mis hijos —Le sonrío.
—¡Por amor a Dios Phoebe!, lo mismo dijiste con Ethan, Marcus y Noah, debes ser la persona que más se enamora a primera vista en el mundo —espeta.
—Eso fue otra cosa, ahora si estoy segura de que es amor de verdad —resoplo.
—Te recuerdo que las otras veces también dijiste estar segura —resopla.
—Al menos yo no tengo la pared del dormitorio llena de fotos de un modelo, ni mucho menos un álbum cronológico de cada revista o periódico en el que aparece —farfullo y pongo los ojos en blanco.
—Lo mío con Ean es muy diferente —espeta malhumorada —, es solo un amor platónico, él ni siquiera sabe que existo y yo no sé nada de él que no sea que es modelo de varias marcas de ropa, entre ellas la de nuestros padres, ¿CÓMO PRETENDES QUE ME VOY A ENAMORAR DE UN DESCONOCIDO? —grita fuera de sí.
—Tranquila Lu, no tienes que gritarme, no pretendo que lo hagas, ni tampoco que me entiendas, pero por favor no me cuestiones "señorita acosa modelos" —sentencio.
—Disculpa Phoebe, es que a veces me sacas de quicio —confiesa sonriente y evidentemente más calmada —. Y yo no acoso a Ean, solo voy a todos sus desfiles en Londres como fan, no porque lo ame —aclara.
—Ya no podrás ir tan a menudo, ahora estamos más lejos y más ocupadas —le hago una mueca y me golpea.
Lu terminó eligiendo mi ropa porque no me decidía, una blusa anaranjada con un pantalón negro ajustado y una chaqueta florida a juego, dice que los colores vivos realzan mis ojos y quedan muy bien en mi piel, confío en su gusto y su conocimiento de modas, se ha hecho una experta por estar pendiente a todos los movimientos de Ean en el mundo de la moda, no puedo negar que es muy guapo, con razón mi hermana delira por él.
No presté mucha atención a la velada por estar pendiente a la puerta esperando que Ryan al menos se asomar. Cosa que hice solo porque cualquier cosa importante que digan, sé que Lu me la comentará después.
Salimos rumbo a los dormitorios y desde que atravesamos la puerta de salida me topo con los hermosos ojos celestes de Ryan, no puedo evitar sonreír y sonrojarme, él me sonríe también, mientras nos hace señas de acercarnos.
—¿Qué tal la velada chicas?
—Bien —responde Lu —, un poco... —hace un lacónico silencio.
—Aburrida —concluimos al mismo tiempo y todos nos reímos.
—¿Trajeron sus horarios? —pregunta Ryan.
—Sí —Le contesto mientras le paso el mío.
—Traje solo el mío porque es el mismo para las dos —aclaro.
Luego de recorrer las aulas que nos corresponden y de hablar de algunos de los profesores que Ryan conocía, nos acompaña a nuestro dormitorio. Lu da las buenas noches y entra.
—Gracias Ryan, fue muy amable de tu parte y muy divertido también —Le digo sonriente recordando sus anécdotas de su primera semana y lo perdido que estaba.
—Fue un gusto, tienes una hermosa risa que me gusta escuchar —confiesa y noto que se sonroja.
—Buenas noches —digo cortando el silencio que se había hecho entre ambos.
De repente se acerca más, toma mi mano, besa mis nudillos y luego posa sus labios suavemente en una de mis mejillas; acto que me hace estremecer.
—Hasta mañana mi arrolladora favorita, estaré contando las horas para verte otra vez —sin dejarme reaccionar se aparta y comienza a retirase, me quedo inmóvil mirando como se pierde por el enorme pasillo.
—¡OH POR DIOS, OH POR DIOS! —grito y salto como loca mientras Lu salta de su asiento.
—¿Qué rayos te pasa? —inquiere con cara de sorpresa.
—¡Me besó! —contesto eufórica y suspirando.
—¡¿Quéééééé?! —cuestiona con cara de incredulidad.
—Bueno, no fue en los labios, en mis nudillos y en mi mejilla —aclaro al tiempo que acaricio el lugar en que me besó con los ojos cerrados.
—Estás de atar, Phoebe, me asustaste —agrega aliviada.
—Dijo que contará las horas para verme —vuelvo a suspirar.
—Si viera lo cursi que eres las contaría, pero para no verte más —Ríe mientras me arroja un cojín.
En cisrcusntacias normales eso iniciaría una guerra de cojines entre ambas, pero estoy tan entusiasmada que solo pienso en las palabras de Ryan. Me fui hasta mi cama suspirando. No no sé en que momento me quedé dormida, pero despierto sobresaltada por un sueño loco que estaba teniendo, me doy cuenta que estoy con todo y ropa. Miro el reloj 3:31 am, quito mi ropa, me acomodo para dormir de nuevo con Ryan en la cabeza, espero soñar con él esta vez.
—¡PHOEBE! —Salto de la cama, caigo de pie por el susto y pregunto que pasa confundida.
—Te he llamado mil veces y no despiertas, no me atrevo a moverte porque me golpeaste la última vez, no tuve más remedio que gritarte. Lo siento, pero no llegaré tarde por tu culpa a mi primer día, te elegí un conjunto, está sobre mi cama, estaré desayunando —Lu dice todo rápido sin saber que apenas soy consciente de que respiro, pero me obligo a entrar al baño, tampoco quiero llegar tarde mi primer dia.
