Capítulo 11

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La noche no podría ir mejor, es la primera vez que salgo en una cita doble con Ben

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La noche no podría ir mejor, es la primera vez que salgo en una cita doble con Ben. Parece increíble que lo sea con los tres años que llevamos siendo compañeros, en los cuales ha crecido una amistad sincera. A pesar de ser de países diferentes y de estudiar distintas profesiones, nos llevamos y nos entendemos muy bien. Pero así es, eso habla bien de los dos, no somos un par de mujeriegos que andan saliendo con cuanta mujer se les pone delante.

Phoebe ha causado en mí emociones que no sabía que podía llegar ha sentir y que si alguien me hubiese dicho dos semanas atrás que iba a sentir esto tan rápido por una chica a la que a penas conozco, después de reírme bastante, le hubiera dicho que miente.

No sabría especificar que siento por ella, pero no sale de mi cabeza, solo quiero verla, tenerla cerca, escuchar su voz, su risa, sentir su aroma, su piel, sus labios. ¡Ryan, estás hablando como un hombre enamorado!, sentencia mi conciencia.

No no no, no te puedes enamorar tan rápido de una chica a la que a penas conoces. Además de que pinta una relación imposible desde que se sepa que eres un don nadie y ella una señorita importante. Tranquilo Ryan estamos en en siglo veintiuno y si a caso alguien dudara de tus sentimientos, firmas un acuerdo prenupcial.

¡Pero te estás escuchando Ryan Alejandro Rodríguez! Me reclama la voz en mi cabeza.
Estás pensando en matrimonio, es hora de beber algo fuerte. Agua ardiente, sin dudas.

—Voy por tragos ¿Qué quieren tomar? —pregunto a todos.

—Lo mismo que tomes tú —dice Ben levantando el pulgar.

—Un mojito —contesta Lucy.

—Te acompaño a la barra —Se ofrece Phoebe poniéndose de pie y tomando mi mano.

El contacto de nuestras manos provoca en mí una sensación eléctrica que al parecer ella también siente pues me mira y me pregunta si lo sentí casi susurrando. Sonrío y asiento con la cabeza.

En la barra pido dos agua ardientes, un mojito y Phoebe se decide por una piña colada virgen.

Mientras esperamos nuestros tragos abrazo a mi preciosa novia por detrás, beso su cuello rápida y delicadamente. Ella ríe, al parecer le ha hecho cosquillas y entre risas me dice que hay algo que quiere preguntarme. La pongo de frente, la miro a los ojos y presto atención.

—Ayer dijiste que me explicarías porqué no supe nada de ti en toda la semana, pero lo olvidaste. Bueno, lo olvidamos porque tampoco pregunté, ¿puedes decirlo ahora? —inquiere.

Una de las preguntas que no quisiera responder, al menos por ahora, pero no puedo ni quiero mentirle.

¡Mira esos ojos hermosos y sinceros Ryan!

¿Vas a mentirles?

—El trabajo me mantuvo muy ocupado, a penas tenía tiempo para respirar —confieso sincero.

—¿Trabajo? —ladea su cabeza y hace gesto que da a entender que no está comprendiendo del todo.

—Si, trabajo en una tienda de tecnología, ya sabes, para adquirir experiencia en mi profesión —añado.

Se queda pensativa por unos segundos. Siento que me salva la campana cuando nos avisan que ya están listos los tragos. No sé si son ideas mías, pero pienso que no ha quedado satisfecha con mi respuesta y más adelante hará más preguntas en torno al tema.

Al llegar a la mesa está vacía, buscamos alrededor y alcanzamos a ver a Lucy y Ben bailando divertidos. Tenía la esperanza que ya no habría más preguntas con ellos en la mesa, así que se me ocurre llevar a Phoebe a bailar cerca de ellos. La canción es movida, una especie de fusión con tecno rock y no hay que estar muy cerca para bailar. No más preguntas por ahora Ryan, pero no podrás escapar de ellas.

La noche sigue divertida, hemos bailado hasta el cansancio, reído charlando de todo un poco entre tragos, incluso hemos intercambiado parejas de baile de vez en cuando. Phoebe y Lucy son excelentes bailarinas, pero se me da mucho mejor bailar que a Ben.

—Siento acabar la diversión chicos, pero debemos irnos —dice Lucy al tiempo que mira su reloj —. Es más de media noche y no sé cómo será en el tercer año, pero a las de primer año nos espera un lunes muy ajetreado desde primera hora —concluye.

Todos nos quejamos, en serio la estábamos pasando bien, pero hay que irse.

—El tiempo pasa volando cuando uno se divierte y sobre todo en tan buena compañía —Ben ha dicho divertido al tiempo que pasa su brazo por encima del hombro de Lucy.

Yo lo imito, pero además beso la mejilla de mi preciosa novia. La verdad es que Phoebe es muy hermosa.

Ya en los domitorios de las chicas Ben besa en la mejilla a Lucy para despedirce

—La pasé muy bien, espero que se repita pronto —Le confiesa a Lucy.

—Yo también me divertí mucho, espero que repita la ocasión —informa Lucy.

Se dan un  pequeño abrazo y Ben se marcha, al pasar por mi lado me dice:

—Nos vemos en el dormitorio, Romeo, no tardes —Me sonríe con gracia; todos reímos ante su ocurrencia.

—No tardo, espérame. 

Beso a Phoebe, no tan largo como me hubiera gustado, pues hay público y aunque a mí no me incomoda, no sé si a ella sí.

—Buenas noches preciosa, descansa —Beso su frente.

—Buenas noches bonito, tú también —expresa.

Al doblar el pasillo Ben se burla de mí llamándome bonito, pero lo ignoro, aunque sonrío por sus ocurrencias, me preocupa lo que estoy sintiendo tan rápido por Phoebe. No es normal que acabe de verla y ya la extrañe.

—Ben, sé sincero conmigo, ¿qué te parece Phoebe? —inquiero.

—Demasiado hermosa, inteligente y divertida para ti. Definitivamente no es ciega, pero tiene mal gusto —sentencia con gracia.

—No le veo la gracia. Al menos yo  no tenía cara de bobo como tú con Lucy —arremeto.

—No más boba que la tuya con Phoebe. Hermano, creo que estás enamorado. Solo hay que ver la cara que pones al de hablar de Phoebe y ni mencionar cuando la tienes cerca; te perdí —esboza una sonrisa —Ryan Alejandro Rodríguez enamorado  señoras y señores, el parcero que no creía en el amor —Se burla.

Las palabras de Ben me causan gracia, pero no digo nada más, me parece que negarlo no sirve de nada y sería mentirme a mi mismo.

Diseño de Amor (Serie Hermanas Libro #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora