Sábado, sin duda alguna mi día favorito de la semana, pero eso había sido hasta hoy; como si no hubiera sido suficiente con todas las clases que tomamos durante la semana, también hoy tenemos una asignatura, al menos es deporte y lo disfrutaré.
Lu y yo decidimos jugar tenis como actividad extracurricular electiva y más tarde iremos a las audiciones para formar parte de la orquesta de Cambridge.
Lu, adicionará para el coro y yo, por otro lado, audicionaré para el grupo de teatro. No sé como tendremos tiempo siquiera de respirar entre las clases y todas las actividades extracurriculares.
Ryan no ha dado señales de vida a lo largo de la semana y, aunque he tratado de no pensar en él, no sale de mi cabeza. ¡Es que es tan guapo! esos ojos tan azules como el cielo, esa encantadora sonrisa, esos labios que me provocan, sus abundantes cejas, su pelo desarreglado, su voz, su olor, su humor, todo en él me gusta. Solo de pensar en él se me eriza la piel, se me aceleran los latidos del corazón y me sonrojo, trato de disimular para que Lu no lo note y me cuestione o se burle. Espero verlo muy pronto para estar más calmada o quizás esté más nerviosa, no lo sé, de lo que si estoy muy segura es de que quiero verlo.
Amo jugar al tenis, me gusta mucho ejercitarme y para eso el tenis es uno de los mejores aliados. Unos reñidos sets me hacen olvidar todo lo pesada que ha sido la semana, de lo mucho que extraño a mis padres, hasta de Ryan me olvidado durante el juego. En cada saque, cada golpe a la pelota me voy sintiendo más liviana, adoro esa sensación liberadora que me provoca jugar.
—¡Muy buen juego! —exclama Ryan mientras aplaude y se va acercando a mí.
— Tendrás que enseñarme a jugar así —sonríe mirando directamente a mis ojos y acercándose cada vez más.
Se hace silencio entre ambos, pero ninguno de los dos aparta la mirada del otro, no se rompe el contacto que parece mágico; el tiempo parece haberse detenido, el mundo parece haberse quedado vacío y solo estamos nosotros dos, siento sus manos rodeando mi cintura y acto seguido me acerca a su cuerpo, en respuesta a su toque, mi cuerpo reacciona, su cercanía me nubla los sentidos provocando un sinfín de sensaciones excitantes; pone su frente junto con la mía y cierro los ojos al respirar su aliento fresco y su fragancia masculina embriagadora.
—No te imaginas que largas se me hicieron las horas sin verte, Phoebe, sentí que fueron años —Sin darme tiempo a reaccionar siento sus labios posados en los míos, le correspondo con la misma pasión con que me besa y sube una de sus manos hasta mi nuca para profundizar el beso.
—¡¡¡Phoebe!!! —grita Lu, me asusto ante el grito, volteo hacia ella y la pelota me golpea fuertemente en un hombro.
—¿A caso estás dormida? —cuestiona preocupada mientras se acerca rápidamente hacia mí.
—Lo...siento, estaba pensado... distraída —contesto para no preocuparla más —. Estoy bien —agrego al ver que me escudriña con evidente preocupación. Todo ha sido producto de mi imaginación, en lugar de un beso de Ryan he recibido un pelotazo, conseguí un moretón y un fuerte dolor en el brazo.
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Diseño de Amor (Serie Hermanas Libro #1)
RomansLuego de ser adoptadas por una pareja que cambiará sus vidas para siempre, Lucy y Phoebe Wallace descubren que la familia es mucho más que lazos sanguíneos. Únete a ellas en su nueva vida de universitarias lejos de casa, en la cual se les presentan...