Phoebe está preciosa, aunque para mí siempre lo está, hoy está radiante. No puedo evitar sentirme diferente cuando estoy cerca de ella, he tenido muchas primeras citas y ésta es la primera en la que me siento así de alterado. Espero que todo esto que estoy sintiendo, no sean las famosas mariposas en el estómago, no me puedo enamorar de Phoebe, bueno, no al menos hasta que ella se entere de que no soy millonario y aún así quiera seguir conmigo.
¿Qué me está pasando?, es la primera cita y ya estoy pensando en el futuro.
—¿A dónde vamos? —Phoebe interrumpe mis pensamientos.
—Es un club tipo bar que frecuento desde mi primer año en la ciudad —aclaro con una sonrisa.
—¿Un bar? —pregunta con asombro —. Yo no puedo tomar, aún soy menor de edad, tampoco tengo identificación —exclama con tono de preocupación.
—¿Qué tan menor? —cuestino y ahora soy yo el que tiene la expresión de asombro.
—Diecisiete años, pero el mes entrante serán dieciocho.
Esa respuesta me tranquiliza, me estabs haciendo unas ideas en mi cabeza de que iría preso por estar con una menor.
—No hay problema con eso, como te dije, frecuento el lugar y no vas a necesitar una identificación, niñita chititita —. Hago una voz graciosa y no puedo evitar la risa burlona que se escapa de mí al decir esto, termino en una carcajada que también contagia a Phoebe, trató de resistirse, pero terminó riendo a todo pulmón.
De repente entre las risas me parece más bella que nunca y en impulso paran nuestras risas al unirse nuestros labios, tomo su cintura con mi mano izquierda y con la derecha acaricio su rostro.
¡Oh por Dios! es tan suave su boca que podría besarla toda la noche, es dulce y me corresponde con la misma pasión con la que yo la estoy besando, bajo la mano de mi cintura hacia su trasero y ella jadea, aprovecho para jugar con su lengua y bajo mi otra mano para apretar su trasero con ambas sin dejar de saborear su deliciosa boca; besa muy bien, se siente tan perfecto este momento que no quiero parar, pero, aún en contra de mi voluntad, detengo el beso antes de que se me haga un bulto en la entrepierna; pongo mis labios en su mejilla, luego en su frente y finalmente quito mis manos de su trasero y la abrazo.
—Quería hacer esto desde que me atropellaste —confieso en su oído mientras no rompo el abrazo.
Ella permanece en silencio unos segundos.
—Yo también lo deseaba —susurra.
Nos quedamos abrazados al rededor de un minuto y aunque no quería soltarla, tenía hambre y sé que ella también.
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Diseño de Amor (Serie Hermanas Libro #1)
Roman d'amourLuego de ser adoptadas por una pareja que cambiará sus vidas para siempre, Lucy y Phoebe Wallace descubren que la familia es mucho más que lazos sanguíneos. Únete a ellas en su nueva vida de universitarias lejos de casa, en la cual se les presentan...