Esta noche fue perfecta, desde ese beso tan apasionado entre Ryan y yo, hasta el lugar, la comida hasta cada tema de conversación, todo había sido mejor de lo que imaginé.
No puedo esperar a ver cual será el próximo paso. Le presto atención a Ryan cuando me detalla cada cosa que vimos en el club para que pueda entender mejor, mientras caminamos a mi dormitorio.
—Buenas noches mi arrolladora favorita, fue un placer pasar estas horas contigo —sonríe coqueto mientras acaricia mi rostro y acto seguido besa mis labios y yo le correspondo, el beso fue tan bueno como el primero, pero este fue más largo y siento que tiemblo entre sus brazos.
¡Qué bien besa!
Siento su lengua jugar con la mía, una que otra mordidita en mis labios, succiona suave mi lengua y siento como mi excitación llega hasta mi entrepierna, sus manos se alternan entre mi pelo, mi nuca, mi espalda y mi trasero ¡Nadie me había besado de esta forma!
—Debo irme preciosa, ese beso es para que no olvides que me encantas y que estaré pensando en ti —finaliza el beso con esas palabras que ponen a mi yo interior a dar saltitos de felicidad.
—También pensaré en ti —Alcanzo a decir casi suspirando, Ryan me da un tierno beso en los labios y se marcha.
Lo veo desaparecer por el pasillo y con mi cuerpo aún vibrando entro a mi dormitorio. Lu está dormida con un libro en el pecho, debió quedarse dormida leyendo, la acomodo y la cubro con las sábanas.
Aunque muero por contarle todo, no quise despertarla, ha sido muy dura la semana y necesitamos descansar, así que no quise despertarla.
Envío un texto a mamá indicándole que ya llegué y todo está bien, luego me dirijo a ducharme y a cepillar mis dientes para dormir. Si Ryan no salía de mi cabeza antes, ahora es ciudadano permanente, con el dulce recuerdo de sus besos y lo bien que la pasé hoy.
Ya lista para dormir reviso mi móvil y hay dos textos, uno de mamá en respuesta a lo que le envié y otro de Ryan.
Después de enviar el mensaje sonrío al pensar lo que diría Lu al ver lo cursi que es, no recibo más mensajes y no sé en que momento de tanto recordar mi maravillosa cita, me quedé dormida.
Unas suaves caricias en mi pelo me despietan, adormilada aún figuro a Lu y le sonrío.
—Buenos días bella durmiente —bromea.
—Buenos días Lu, ¿qué hora es?
—Poco más de las 11 am, te traje desayuno —añade.
—Gracias, tengo mucha hambre —confieso al sentir mis tripas revolverse.
—No parece que tengas tanta hambre, si no te despierto duermes hasta mañana —continúa bromeando.
—Dormida no siento hambre, boba —Le hago una mueca y saco mi lengua, Lu me golpea en un brazo.
—Réspetame que soy tu hermana mayor —espeta.
—Mayor por poco más de dos meses —mascullo — y solo para lo que te conviene.
—Lo importante es que soy mayor, no vamos a discutir eso otra vez, mejor cuéntame de tu cita y de porqué no me despertaste anoche al llegar —Me mira con el ceño fruncido.
—Te vi tan tranquila que no quise despertarte, malagradecido —declaro.
—Para cosas así puedes y debes hacerlo, ya lo sabes para otra ocasión —añade con tono exigente .
—Gracias hermana mayor, lo tendré en cuenta —bromeo.
—¿Me vas a contar o no? —inquiere con evidente exasperación.
—Fue maravilloso Lu, me besó antes de irnos, me besó en el pasillo y ¡qué besos! —Me sonrojo al recordar.
Le doy cada detalle a Lu mientras ella me presta mucha atención y hace uno que otro comentario y gestos de sorpresa de vez en cuando.
—Quiero ir a ese club, debo probar todo —demanda —, ¿y por qué no se apareció en toda la semana? —cuestiona.
Con esa pregunta de Lu, recordé que ninguno de los dos conversó sobre nada concerniente a su extraña desaparición en la semana.
—Aún no lo sé, olvidé preguntarle y supongo que también él olvido contarme — digo con sinceridad.
—Al menos ya sabes dónde está su dormitorio, ¿cierto? —continúa preguntando.
—No, tampoco hablamos sobre eso —exclamo.
—Estabas tan anonadada que no preguntaste nada importante, o por lo menos, no todo lo importante —Lu me mira con desaprobación.
—Le preguntaré esta tarde, quiero que me lo recuerdes, por si lo olvido —Le pido.
—¿A qué te refieres con lo de esta tarde? —inquiere con sus cejas levantadas.
—¡No me mires así! —estallo en carcajadas al ver la graciosa cara de sorpresa de Lu.
—¿Qué estás planeando, Phoebe? —añade.
—Nada, iremos a ver a Ryan a un partido de Fútbol a las cuatro de la tarde —sentencio.
—¿Iremos? —Pone una cara de total incredulidad.
—Por supuesto, él estará jugando, iré a verlo y no pretendo estar sola en las gradas —admito.
—De acuerdo, pero como pongas cara de boba te golpeó —amenaza.
—Prometo no poner cara de boba —levanto mi mano derecha, pongo la izquierda en mi pecho y entre risas hago la señal de promesa —, pero ya déjame desayunar, por favor.
—Desayuna, iré a elgir nuestros atuendos para el fútbol —expresa Lu.
Acto seguido sale rumbo al armario y yo al baño para lavar mis dientes y desayunar, en serio tengo hambre, pero no tanta como ganas de ver a Ryan. Estaba con él hace horas y ya lo extraño ¿qué te está pasando Phoebe Wallace?
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Diseño de Amor (Serie Hermanas Libro #1)
RomanceLuego de ser adoptadas por una pareja que cambiará sus vidas para siempre, Lucy y Phoebe Wallace descubren que la familia es mucho más que lazos sanguíneos. Únete a ellas en su nueva vida de universitarias lejos de casa, en la cual se les presentan...