Blue » Niall Horan {Deep colours #1} |NO EDITADA|

Capítulo 15.

ARIANNA

En un principio la película no estaba nada mal, ya que aún no habían comenzado las escenas de terror.

Pero más tarde lo hicieron.

Me agarro fuertemente a la piel del sofá tensando mi cuerpo, puesto que entre las sombras de la oscura habitación en la que se encuentra la protagonista, aparece una pequeña niña con la cara ensangrentada y pálida.

La mirada de Niall se posa sobre mí al ver mi reacción. Suelta una pequeña carcajada y vuelve a dirigir la vista hacia el televisor. Yo trago saliva. La niña se está aproximando cada vez más a la protagonista por la espalda. Mi pulso acelera a una velocidad considerable y con mi mano derecha, aparto un mechón de pelo rubio de mi rostro. Muevo el pie a un ritmo constante, nerviosa.

—¿Te quieres tranquilizar, Ari? Me estás jodiendo toda la película por tus estúpidos movimientos, me estás cansando.

—No estoy haciendo nada. —me encojo de hombros, ruedo los ojos y sigo meneando el pie de arriba a abajo, o de un lado a otro, según la perspectiva en la que se mire.

Permanecemos en silencio, atentos a la jodida película de miedo.

La protagonista gira sobre sus talones, encontrándose a la niña con la vista fija en el suelo. La mujer grita, y ahí es cuando la pequeña, dando un gran salto, se posiciona justo enfrente de la mujer de mediana edad, enrollando sus piernas alrededor de ésta.

Tapo mis ojos justo en el momento en el que la niña va a clavar sus largas uñas sucias en la espalda de la protagonista.

Siento una mano posarse en mi muslo. Separo un poco mis dedos y por el rabillo del ojo descubro que es la de Niall. Él me acaricia, intentando tranquilizarme. Muy caballeroso de su parte.

Mi cuerpo se vuelve rígido ante su tacto, y suspiro lentamente en un intento en vano por calmarme.

—¿Quieres que quite la peli? —pregunta.

Lo observo y asiento tímidamente.

Acto seguido, coge el mando a distancia y para la película en medio de la emisión. A continuación, apaga la televisión.

—Gracias. —digo en un murmuro apenas audible.

—¿Por qué no me has dicho que te dan miedo? —arquea una ceja y se vuelve hacia mí, aún con su mano en mi pierna.

—No sé. Tú ganaste la apuesta, tenías derecho a poner una peli de miedo. —contesto.

—Ya, pero no me importaba poner otra película.

—Niall, dejémoslo ¿vale?

—De acuerdo. —se encoge de hombros.

Suspiro y me levanto del sofá.

—¿Adónde vas? —pregunta.

—Voy a tomar un poco el aire. —respondo.

Dicho eso, me dirijo hacia la gran ventana que da al lago. Cuando salgo, una suave brisa de aire fresco acaricia mi rostro. Respiro hondo y voy hacia la orilla del lago. Une vez allí, me siento sobre la arena y me apoyo en el árbol que está junto al agua. Mojo mis dedos con mi vista perdida en un punto desconocido.

En este momento, no puedo evitar pensar en todo lo que me ha pasado durante mi estancia en Mullingar. Todo ha sido tan extraño. Pienso que todos los hechos ocurridos han sido principalmente por Niall. Desde que lo conocí, mi vida ha cambiado radicalmente, puesto que antes mi vida era tranquila, pacífica. Pero ahora...ahora no. He estado a punto de ser secuestrada, metida en una pelea, he visto carreras clandestinas...Por no hablar de las raras llamadas que recibe Niall al día, y lo que vendió en ese oscuro callejón, ¿qué era exactamente? No lo sé, aunque como sea lo que está pasando por mi cabeza...No, no puede ser.