Blue » Niall Horan {Deep colours #1} |NO EDITADA|

Capítulo 18.

ARIANNA

Ahora mismo estoy muy cabreada con Niall y con Jess, pero sobre todo, conmigo misma. Sí, no debería haber permitido que el rubio me llevara hacia su coche. 

Por otra parte, ¿qué recados tiene que hacer Jess? Que yo recuerde, ambas habíamos quedado para irnos a comer juntas y luego dirigirnos hacia Mullingar, y ella no ha mencionado en ningún momento que estaba ocupada y que no podía venir conmigo.

Suspiro y miro el paisaje por la ventana. El coche está en un espeluznante silencio y eso me incomoda, mas lo prefiero así puesto que ahora lo que menos me apetece es hablar con Niall.

—¿Tienes alguna preferencia? —pregunta.

—¿A qué te refieres? —lo miro.

—Si conoces algún restaurante de aquí que te llame la atención.

—No conozco esta ciudad apenas. —contesto.

—Entonces elegiré yo.

—Haz lo que quieras. —me encojo de hombros.

Tampoco es que a él le importe mucho mi opinión.

Llegamos a un aparcamiento justo enfrente de un lujoso restaurante. Niall estaciona en un sitio libre y sale al exterior. Abro la puerta y lo acompaño hacia el interior del establecimiento. Allí nos recibe un camarero vestido con esmoquin, y éste mismo nos acompaña a una mesa libre. Niall y yo nos sentamos el uno frente al otro y cada uno coge su carta, la que se encuentra en la mesa.

—¿Qué querrían beber? —pregunta de forma educada.

—Yo un vino tinto, ¿tú? —dice Niall.

—Yo una Coca-Cola.

—¿Con cafeína? —cuestiona el camarero.

—Sí, por favor. —sonrío.

Él asiente y se va, dejándonos solos a mí y al rubio. Éste me mira, pero yo no le devuelvo la mirada. Observo la carta atentamente, intentando decidirme por el plato que comeré.

—No me mires. —comento.

—¿Por? ¿No te gusta? —habla Niall, cruzando los brazos y sonriendo, y a su vez se sienta erguido en la silla.

—No. —respondo seca.

—¿Te pasa algo? —pregunta frunciendo el ceño.

Yo ruedo los ojos. Sabe perfectamente lo que me ocurre.

—Sí. No quiero estar contigo, ¿qué no entiendes?

—Pero yo sí —contesta—. Además, ya estás conmigo, ya no hay vuelta atrás.

Bufo. En eso tiene razón, puesto que si me fuera justo en este momento, no lograría llegar a mi casa. El metro debe de haberse ido ya, y el próximo no sale por lo menos hasta las seis de la tarde.

Transcurren varios minutos en silencio hasta que llega el camarero a nuestra mesa, preguntando el plato que deseamos comer y dándonos nuestras bebidas. Yo me decido por una ensalada y él por unas chuletas de cordero acompañadas con una salsa.

Contemplo todo lo que hay a mi alrededor y mis mejillas adoptan un color rojizo. Toda la gente que se encuentra en este restaurante viste de gala, con vestimenta demasiado arreglada para mi gusto. Mujeres muy maquilladas y hombres con sonrisas superficiales es lo que llama más mi atención.

Me siento avergonzada. Yo y Niall estamos vestidos con ropa informal, por lo que da un extraño contraste aquí.

Niall se percata de lo que estoy pensando porque observo a todas las personas con una mirada tímida.