Blue » Niall Horan {Deep colours #1} |NO EDITADA|

Capítulo 28.

NIALL

Los cuatro nos adentramos de imprevisto en la casa de campo que ha indicado Louis, rompiendo cristales y objetos que se interponen en nuestro camino. Guardamos pistolas en el interior de nuestros pantalones por si los de la organización de Liam van armados, aunque aun no sabemos con precisión si es aquí donde está Arianna. Pero ahora mismo es lo que más deseo. Si se han atrevido siquiera a ponerle una mano encima, sabrán quién es Niall James Horan Gallagher por el resto de su vida.

—Yo iré por la puerta trasera, vosotros distraedlos. Cuando silbe, eso quiere decir que ya he conseguido coger a Ari, ¿de acuerdo? —ordeno sosteniendo el arma cargada entre mis manos.

Louis, Harry y Alan asienten y salgo al exterior rodeando la casa, atento a cualquier movimiento inesperado aunque solo sea el de una rama balanceada por el viento. Ando lentamente hasta llegar a una puerta oculta tras unos arbustos y por la oscuridad abundante. La abro lentamente intentando no ser descubierto y ésta da a un pasillo recto, estrecho y oscuro. Llego al final de éste y hay otra puerta a mi derecha. Bajo la manivela dorada paulatinamente, dejándola solo entornada para poder ver lo que ocurre en su interior sin ser visto. Visualizo las espaldas de dos hombres con ropajes negros y pasamontañas conversando en susurros entre ellos. Se dirigen hacia una mesa vieja y tras su paso, Arianna aparece en mi vista atada a una silla y con la cabeza gacha.

Mi corazón se rompe en ese momento.

Una gran furia comienza a inundar cada parte de mi ser y tengo que morder mi lengua para controlarme y no matarlos de una simple bala dirigida a cada uno de ellos.

—¿Y si no nos dice nada? —pregunta un hombre.

—Pues la mataremos. Podríamos secuestrar a su madre y seguro que nos lo diría. —responde el otro.

—Pero su madre está menos accesible.

Ambos se encogen de hombros y le envían una mirada fugaz a Arianna, la que yace rígida en la silla.

Será mejor que actúe lo más antes posible ya que puede que mis compañeros no aguanten mucho tiempo peleando con los de la organización de Liam. En un ágil movimiento, me adentro en la pequeña habitación sucia y maloliente y apunto con el gatillo a los hombres que me miran sobresaltados.

—¡Manos arriba! —grito achinando los ojos.

Pasan unos segundos y ellos no hacen caso de las órdenes que les proporciono.

—¡¡He dicho que manos arriba!! —doy un grito con más intensidad que el anterior.

Se sobresaltan pero me obedecen. Sonrío para mis adentros.

Por el rabillo de mi ojo veo a Ari levantar la cabeza lentamente, para luego posar su vista en mí. La miro con el corazón latiendo en mi pecho a mil por hora, observando cada parte de su rostro para ver si tiene algún rasguño. Y tiene más de uno.

Tenso mi mandíbula; tanto que llego a hacerme daño. Tiene los ojos hinchados y rojos, también unas ojeras situadas bajo su mirada color café apagada.

—Vais a soltar a Arianna y a traérmela aquí, ¿entendido? —enarco una ceja—. De lo contrario, me veré en la obligación de disparar.

—No te atreves a dispararnos.

Suelto una carcajada que resuena en toda la sala y parte de la otra. Tal vez me subestiman, pero soy capaz de eso y de mucho más. Lo que no saben es que no lo haré frente a Arianna, si no todo empeoraría entre nosotros.

—¿Quieres averiguarlo? ¿En serio quieres hacerlo? —comento con voz grave y ronca.

Ambos tragan saliva al mismo tiempo, y tras unos segundos reflexionando sobre mi petición, proceden a moverse en dirección a Ari aun con las manos sobre sus cabezas, para que me den a entender que me harán caso. Una vez junto a ésta, se agachan y deshacen los nudos que mantienen presa a la rubia.