Capítulo 17.

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ARIANNA

Cuando Niall vuelve a dejarme en mi casa, el primer gesto que realizo es quitarme las zapatillas, y éstas vuelan por el aire hasta impactar contra el suelo. También tiro la mochila donde guardo mis cosas y suspiro.

—Hogar, dulce hogar. —me digo a mí misma.

Sólo he estado fuera dos días, pero me han parecido eternos. Al principio me lo pasaba bien, pero como siempre, va Niall y la jode.

Pero me da igual. Voy a empezar a ignorarle como él hace conmigo algunas veces.

Subo las escaleras en dirección a mi cuarto para preparar los apuntes y las cosas que me harán falta mañana.

Mi primer día de Universidad. Ni siquiera me había parado a pensarlo, pero ahora que lo hago, no puedo evadir la sensación de nervios en mi interior.

Cojo un gran bolso en el que colocaré todos los objetos que me hagan falta. Meto el estuche, unas cuantas libretas, los libros que consiguió mi madre sobre la carrera que voy a hacer y mi bolsita donde guardo el maquillaje, que no es mucho.

Me pongo una sudadera que encuentro en mi armario y unos pantalones cómodos para dormir. Me dirijo hacia el baño y me hago dos coletas para que al descansar, el cabello no me resulte ningún problema.

Bajo al salón y enciendo la televisión a la espera de la llegada de mi madre. Quiero saber cómo le ha ido, o si le han cogido o no.

La puerta de la entrada se abre acompañada de un sonido chirriante. Mi antecesora aparece en la sala de estar con la mochila en mano y con una sonrisa impecable, mostrando sus blanquecinos dientes. Me levanto del sillón y la abrazo.

—¿Qué tal fue? —pregunto.

Ella me ignora por completo y observa el suelo con los ojos entrecerrados.

—Ya puedes estar recogiendo tus zapatillas y tu mochila del suelo.

Ruedo los ojos. Es una maniática de la limpieza.

—Lo hago cuando me cuentes qué tal te fue.

—Bien, me fue bien. —se sienta en una silla del comedor y yo tomo asiento frente a ella.

—¿Te escogieron para algún trabajo? —cuestiono.

—Sí, para uno —sonríe—. Pero hay un problema.

—¿Cuál? —frunzo el ceño.

—Voy a tener que ir y venir todos los días excepto los fin de semana, y en cada viaje es una hora y media. Voy a gastar mucho dinero en gasolina. —responde.

—Bueno, pero al menos tenemos un sueldo más cada mes. —comento.

—Ya...Oye, ¿cuándo empiezas a hacer fotos para el ayuntamiento?

—Ya debería empezar, pero no sé de qué las puedo hacer... —digo pensativa. Realmente no sé por dónde comenzar.

—De Niall. —se encoge de hombros.

—Ni de coña —niego rotundamente—. ¿A qué se debe tal obsesión por Niall? En serio, me asusta.

Me levanto de la silla y revuelvo mi pelo rubio, caminando hacia la cocina para beber agua. Mi madre me sigue el paso.

Se cruza de brazos frente a mi persona mientras yo bebo.

—Ari, ¿por qué eres tan reacia a él? A ver, el chico está buenísimo y es muy majo. No entiendo por qué actúas así cuando lo menciono.

Doy un pequeño brinco al escuchar esas palabras salir de su boca y escupo el agua, atónita.

—¡¡Arianna!! ¿Qué haces? —grita cabreada al ver las baldosas empapadas.

Blue » Niall Horan {Deep colours #1} |NO EDITADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora