Blue » Niall Horan {Deep colours #1} |NO EDITADA|

Capítulo 36: maratón 3/3

Maratón {3/3}

ARIANNA

Cuando por fin terminamos de comer tras charlar animadamente y seguidamente, los tres recogemos la mesa y ponemos los platos en el fregadero. Nos dirigimos hacia el salón y Niall se sienta justo a mi lado en el sofá de piel.

—Si me disculpáis, iré a echarme una siesta al piso de arriba. Si no duermo a estas horas, no soy persona. —comenta Brenda.

—Oh, claro. Ve anda. —contesta Niall.

La abuela del rubio posa su mirada en mí para recibir mi aprobación, y yo sonrío en una respuesta afirmativa. Acto seguido, sube las escaleras lentamente y se adentra en una habitación, cerrando la puerta tras ella y quedando toda la casa en un completo y espeluznante silencio. Bajo la vista poniéndola en mis manos, sin saber qué hacer y qué decir. Suspiro.

—No ha estado tan mal, ¿no? —dice Niall eliminando el silencio.

—La verdad es que no.

—Y luego dices que no eres buena mintiendo... —responde sonriente, observando cada faceta de mi rostro.

Pone el brazo sobre el respaldo del sofá mientras que se va acercando cada vez más a mi cuerpo, hasta tal punto que su pecho toca mi hombro. Me pongo nerviosa al instante.

—Si tú lo dices... —me encojo de hombros mostrando mi más sincera sonrisa—. Me merezco un Óscar, ¿no crees?

—Que no se te suba el ego. —dice con humor.

—Uh, tarde. —mascullo y ambos reímos levemente.

Siento su aliento acariciar mi nuca, consiguiendo que mi piel se erice en escasos segundos. Muerdo mi labio inferior para descargar mi nerviosismo en él. Fijo mis ojos en mis manos con un pequeño cosquilleo continuo en mi interior. Siento el tacto de Niall en mi cabello, enrodando sus dedos en él. Suelta un ligero suspiro con su mirada aún posada completamente en mí. Cada vez lo siento más cerca de mi persona y debo admitir que me gusta la poca distancia a la que nos encontramos.

—Arianna. —me llama con su voz grave. Giro la cabeza en dirección a él, juntando nuestras intensas miradas.

—¿Sí?

—¿Te...? —tose entrecortadamente—. ¿Te acuerdas...d-de lo que hablamos la última vez?

Un escalofrío recorre mi cuerpo. Claro que me acuerdo, ¿cómo no lo voy a hacer? Llevo prácticamente toda la semana pensando sobre eso, intentando concentrarme en mis estudies mas todo resulta en vano. Las palabras de Niall siguen en mi mente como si me las hubiera dicho ayer mismo.

—Sí. —me limito a contestar.

—Quiero que sepas que aquellas palabras las sigo afirmando. Uno no elige de quién se enamora.

—Tú no estás enamorado.

—¿Cómo estás tan segura de ello? —frunce el ceño.

Me quedo varios segundos sin pronunciar siquiera una palabra. En realidad no sé por qué pienso eso, pero digamos que tengo una corazonada de que no lo está. Aunque yo sé que no estoy enamorada de él todavía, debo admitir que sin embargo sí siento algo por su persona, no simplemente atracción, y eso se daría cuenta cualquiera que pase el día con nosotros. El ambiente irradia tensión.

—No lo sé. —termino por decir, rendida.

—Déjame demostrártelo. —su voz se asemeja a la súplica.

—¿Cómo? —enarco una ceja.

Su cuerpo se aproxima más al mío, estando nuestros rostros a tan solo unos pocos centímetros de separación. Sus ojos azules que tanto me apasionan recorren mi rostro de arriba a abajo, parándose en cualquier detalle, por pequeño que sea. Su mano se posiciona bajo mi barbilla, elevándola y acercándola más a él. Él roza nuestras narices y suspira hondamente, inhalando el aroma de mi cuerpo.