NIALL
"¿Qué me estás haciendo, Arianna Montrose Adams?" . Soy estúpido, ¿cómo he podido siquiera decirle eso? Pero ha sido imposible evitarlo, me ha salido de manera tan rápida que no he podido frenarme y controlarme. Quizá mi mente quería que lo sacara de una vez por todas, pero yo no. ¿Ahora qué puede pensar Ari de mí? Sueno ridículo.
Muerdo mi labio inferior impaciente por su respuesta. No sé lo que puede decir, aunque simplemente se quedará callada de forma indecisa, como cualquier chica corriente.
Mas ella no es una chica corriente. Ella es...ella es ella, Arianna. Única.
La rubia me contempla intensamente en la oscuridad con sus ojos color café que tanto me apasionan. Nuestros cuerpos y rostros están demasiado juntos y mi corazón late velozmente en mi pecho por la cercanía de Ari. Me sonríe con complicidad y apoya su cabeza sobre mi pecho desnudo. Me derrito justo en ese momento.
—¿Qué te estoy haciendo? —pregunta vulnerablemente. Sé que sus únicas intenciones son sonsacarme información acerca de lo que siento, y para ser rubia es demasiado lista.
—Pues... —digo en un murmuro—. No lo sé, eso es lo peor. —contesto sinceramente.
Suelta una pequeña risa que resuena en toda la habitación, y hace que mi piel se vuelva de gallina por esa preciosa melodía que es para mis oídos. Cierra los ojos para comenzar dormir, su cabeza aun está apoyada sobre mi torso. Jamás hemos tenido tanto contacto y no es que lo esté menospreciando, al contrario, estar así con ella es vida. Trago saliva intentando controlar mi erección al notar sus pechos en mí.
Dios, me va a volver loco.
Le acaricio el pelo lentamente y le doy un dulce beso en la frente, alargándolo lo más que me es posible. Una vez hecho eso, cierro los ojos y me dispongo a dormir.
(...)
Me veo en la obligación a abrir los ojos al escuchar los molestos golpes de las gotas de agua impactar contra la ventana que adorna mi dormitorio. Siempre he adorado los días lluviosos, son días en los que pienso en mi pasado y recuerdo mi niñez sin siquiera poder evitarlo. Es una manía que tengo, y de vez en cuando nunca viene del todo mal acordarse de los suyos, aunque nos separen miles de kilómetros.
Miro a Arianna, que está a mi lado aun sumida en su sueño y agarrada a mí como si su vida dependiera de ello. Sonrío para mis adentros y poco a poco me voy deshaciendo de su fuerte agarre para desplazarme fuera de la cama. Una vez hecho eso, cierro la puerta del cuarto y camino hacia la cocina descalzo para prepararme un vaso de café. No suelo tomar pero hoy es el raro día en el que me apetece una taza bien caliente.
Me la voy bebiendo camino al salón, y la poso sobre la mesa en completo silencio. Abro las cortinas de la sala de estar y observo con sosiego la lluvia en el exterior del apartamento. En la estantería de mi derecha, cojo una foto enmarcada en un marco viejo y polvoriento, en el que aparece toda mi familia: mis padres, mi hermano, mi hermana y yo. Sonrío melancólicamente, sintiendo mi corazón destrozarse en mi interior cada vez más.
Esta foto nos la hicimos cuando yo apenas acababa de cumplir los cinco años, mi hermana tenía un año y mi hermano nueve. Mis padres eran bastante jóvenes en aquel entonces, y resulta extraño mirar hacia atrás y ver cómo de rápido ha pasado el tiempo sin darnos cuenta. Las lágrimas acuden a mis ojos en cuanto veo al angelical rostro sonriente y vivo de mi hermana. De la familia éramos los dos que mejor nos llevábamos, aunque podría decirse que con mi hermano también, pero no era la misma relación. Era diferente. A ella siempre le he tenido un gran aprecio mientras que con él he tenido innumerables peleas.
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Blue » Niall Horan {Deep colours #1} |NO EDITADA|
Fanfiction❝No dependas de nadie en este mundo, porque hasta tu sombra te abandona cuando estás en la oscuridad. ❞ Instagram fotos: @gpalma.c Obra completamente mía y registrada en Safe Creative con el código 1503173514347. All rights reserved ©