Solo Soy Una Empleada ||→m.b [Adaptación]

Capítulo 52

El auto se detuvo en un hermoso parque, con algunas bancas de madera para que la gente pudiera sentarse, árboles altos y frondosos, niños jugando y corriendo de aquí a allá, en el fondo, un río atravesado por un puente acompañaba el bello paisaje urbano, a un costado del río, un bosque se dejaba ver también.

_____ se bajó del auto encantada ante lo que sus ojos veían, era simplemente hermoso. Desde pequeña ha visitado muchos parques pero este tenía algo especial. Era mucho más lindo que los otros, había más tranquilidad y alegría.

—Es realmente hermoso, Mario —dijo aún muy sorprendida.

—Lo sé —metió sus manos en los bolsillos de la chaqueta.

—Jamás había visto algo tan maravilloso como este lugar.

—Yo si. Ven —sacó sus manos de la chaqueta y con una sola mano, tomó la muñeca de _____.

Al sentir el tacto de Mario, sintió una conexión extraña. Podía sentir esa química que nunca había sentido con nadie más. Esa sensación hizo que todo su cuerpo temblara.

Mario la llevó hasta el puente e hizo que mirara el río desde aquel ángulo. El agua era tan cristalina que dejaba ver las piedras del fondo. Todo era tan maravilloso, como sacado de un cuento de hadas.

—Siempre vengo a este lugar —dijo Mario, quien también veía el río. —Siempre vengo a pensar.

—Me parece que es un buen lugar para hacerlo.

—La verdad, si —suspiró y puso sus codos sobre el barandal. Su mirada se posó de nuevo en el río. —¿Y qué tal estuvo tu cita con Sebastián el otro día?

«¿Era necesario que preguntara eso?»

—Fue algo normal, sólo platicamos de nosotros, y hubo comida junto con un poco de alcohol, aunque nada exagerado, nada más —detalló y explicó bien todo, recordando aquel día y su cita con Sebastián.

No entendía porqué le estaba dando explicaciones, pero sentía que debía hacerlo.

—Bien... ¿y él te gusta? —____ frunció el entrecejo. ¿Era una clase de interrogatorio? ¿Por qué estaba tan interesado en saber lo que pasaba entre ambos? Pero si tanto buscaba una respuesta, la tendría.

—No... Aunque, bueno, no puedo negar que Sebastián es un chico muy lindo y todo eso, pero hasta ahí. Él no me gusta —lo miró.

—Ah... Mejor cuéntame de ti, ____ —Mario se enderezó para poder mirarla mejor.

—Y, ¿qué quieres saber de mí? —preguntó.

—Mmm, no lo sé... ¿Tienes hermanos?

—Si, tengo una pequeña hermana. Se llama Janet, y es casi de la edad de Jan Carlo —respondió de forma precisa. Obviamente no le daría demasiada información sobre ella. —Bueno, como tú me preguntaste a mi, yo también lo haré.

—Creo que es lo más justo.

—¿Cómo fue la relación con tu novia? —los nervios recorrieron su cuerpo, no creía que fuera algo adecuado al preguntarle sobre ella, pero quería saber. ¿Se molestaría?

—Bueno —habló en un tono más serio —, nos conocimos hace 7 años más o menos —comenzó a contarle la historia. ____ se acomodó y le puso más atención. —En la escuela donde yo estudiaba, Ariana era la chica nueva, la que todas las demás hacían menos. Yo veía como la trataban y se burlaban de ella. Un día estaba sentada sola en un salón, y pensé que era el momento adecuado para acercarme a ella —suspiró profundamente —, y entonces así lo hice. Comenzamos a hablar y a juntarnos en equipo para hacer trabajos juntos. Más tarde, intercambiamos números de teléfono y luego la invité a salir, la invité a tomar un helado y obviamente aceptó. Y así, poco a poco nos conocimos más a fondo y nos llevamos muy bien, pero con el tiempo, ambos nos dimos cuenta de que ya no sólo nos veíamos​ cómo amigos —pensó un momento. —Una tarde, nos quedamos de ver en un parque, no en este, era otro un poco más pequeño, y ahí le pedí que fuera mi... Mi novia —apenas logro decir aquellas palabras. Parecía que el recuerdo aún lo atormentaba, y más ese recuerdo tan especial. —Se formó una hermosa sonrisa en su rostro, una que no había visto antes, y finalmente dijo que si, con sus perfectos labios rosas —sonrió con melancolía al recordar a su novia. —Estuvimos en una relación por 5 años, claro, sin contar el primer año en que solo lo tomamos para conocernos y esas cosas. Fue una relación perfecta. Había confianza, amor, comunicación, lo más importante en una relación.