Capítulo 44

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La vio entrar en la sala en su silla. Se veía hermosa con su atuendo color azul. Parecía una verdadera princesa. Jan se quedó observando a la chica. Tal vez lo que llamó su atención era que Janet estaba en una silla de ruedas y no caminaba como el pensaba.

—Me tenías abandonada _____ —se quejó la niña.

—Sabes que tengo mucho trabajo princesa... Mejor dame un abrazo —se acercó a su hermana y la abrazó con todas sus fuerzas. La verdad era que la extrañaba mucho todos los días que no estaba en casa. Ellas eran inseparables y, ahora, el hecho de estar alejadas hace que se necesiten mutuamente.

—¿Quién es él? —preguntó curiosa, mirando directamente a Jan.

—Él es Jan, y es uno de los que cuido en la casa de los Bautista. Me quiso acompañar porque tenía ganas de conocerte y de ser tu amigo —se inclinó para quedar a la altura de Janet. —Y espero que también quieras ser su amiga.

—Pero, ¿qué no es un adulto? ¿A poco lo sigues cuidando? Se ve grande para que lo cuides.

Todos rieron ante el comentario de Janet.

—Si, ya es grande pero a veces necesita de mi ayuda, como tú, que también eres grande pero me necesitas.

Jan rió.

—Si, ya soy un adulto pero tiene razón tu hermana, a veces la necesito más de lo que parece —miró a ____ con una enorme sonrisa. —Y en verdad me gustaría ser tu amigo.

—¿Por qué alguien querría ser amigo de una inválida como yo? —dijo Janet un poco triste.

—Qué estés inválida no significa que no podamos ser amigos —intervino Jan con una enorme sonrisa dibujada en su rostro.

—¿Lo ves Janet? Deja de ser negativa y date la oportunidad de tener un amigo. Jan es un joven increíble y muy divertido, verás que se llevarán muy bien —____ trataba de que su hermana no se cerrara con los demás, que fuera más sociable y se diera la oportunidad de hacer nuevas amistades, que pudiera hacer su vida como la de una adolescente normal, porque la adolescencia es lo más importante en la vida de un ser humano, sobre todo de los chicos de su misma edad.

—Está bien —sonrió tímida —En mi cuarto tengo algunos videojuegos que quizá te gusten, ¿quieres jugar conmigo? —preguntó Janet a Jan.

—Claro —respondió él.

____ sólo sonrió. Veía como Jan tomaba la silla de ruedas de Janet y la ayudaba a dirigirse a su cuarto. La escena le pareció muy tierna.

—Y tú, ¿como estás hija? —preguntó su madre, lo que hizo que se sobresaltara un poco.

—Ehm, bien, bien mamá —respondió ella. —Tomemos un café, hay mucho de qué hablar.

Y así lo hicieron. Se sentaron en la mesa; cada una con su taza de café. Le encantaba estar así con su madre. Siempre hubo una muy buena comunicación entre ellas, al igual que apoyo y, sobretodo, cariño. Ella podría decir con orgullo que su madre era la mejor de todas.

—¿Y papá? ¿A qué hora llega? —preguntó ____ poniendo un poco de azúcar en su bebida.

—No debe tardar, hoy sale temprano —respondió su madre —¿Como te sientes? La última vez supe que tenías fuertes dolores de cabeza.

—Estoy bien, mamá, sólo es estrés... Pero estos días no he sentido nada de eso. Me siento perfectamente —explicó. —¿Cuando empieza Janet con las rehabilitaciones? —cambió de tema.

—Mañana por la tarde —suspiró y prosiguió —Pero, como sabes, yo trabajo en la tarde.

—Lo sé, y quieres que vaya con ella... Si mamá, yo iré. No te preocupes.

—Gracias hija —agradeció.

El sonido de las llaves interrumpió su plática. Su padre había llegado. Cuando entró, su rostro se mostraba serio, pero al ver a ____, su rostro se iluminó completamente, dejando ver una sonrisa radiante.

—Hola papá —lo saludó, levantándose de la silla hasta llegar a su lado y darle un fuerte abrazo y un beso en la mejilla.

—No esperaba encontrarte aquí en casa —comentó su padre, quitándose la chaqueta que traía puesta.

—Uno de los hijos de los señores Bautista, me dió la autorización de venir a visitarlos —aún seguía asombrada de que Mario, precisamente él le hubiera dado la autorización.

—¿Quieres tomar una taza de café con nosotras, amor? —preguntó su madre.

—Claro que si, cariño —respondió su papá.

El amor que mostraban sus padres era incondicional. Se apoyaban mutuamente, y hacían todo juntos. Ellos se conocieron cuando eran muy jóvenes, y de inmediato surgió la química entre ellos. La mamá de ____ la tuvo a los 18 años. Si, era muy joven. Pero siempre permanecieron juntos, y así sería por muchísimo tiempo más.

—¿Y cómo te tratan en esa casa? —preguntó su padre con interés, mientras comía un trozo de pastel que su mujer sirvió hace unos minutos.

—Hasta el momento, todo va bien —se encogió de hombros. La verdad, es que ____ no estaba muy concentrada en la conversación. Su mente pensaba en Mario. No supo el por qué pero recordó aquellos dos besos que se dieron. Era algo raro, ya que él decía que había sigo un error, pero para ella, nunca lo sería, sino que... Ni siquiera sabe que fue.

—¿Y cuando regresarás? —interrogó de nuevo su padre. Odiaba que la interrogaran. Se la vivía haciendo preguntas.

—No lo sé, la señora Gloria no ha llamado desde que salió de viaje —y era verdad. No tenía noticias de ellos desde que se fueron. —Bueno, iré por Jan. Ya nos tenemos que ir. Tengo que llegar a hacer la cena.

Se levantó de la mesa y fue al cuarto de su hermana. Los dos jugaban muy amistosamente.
Hubo un momento en el que a ____ le dió pánico al saber que es lo qué diría Jan al ver a su hermana, pero cuando Jan habló y le dijo cosas bonitas a Janet, el miedo se desvaneció. Él la aceptó tal y como es. Era maravilloso como es que aún había jóvenes con buen corazón.

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Hooola😘
Aquí les dejo un nuevo capítulo bellezas. Espero que les guste mucho.

Ya saben qué hacer: voten y comenten para saber que les ha gustado.

Sin más por el momento, nos leemos en el siguiente capítulo. Las amodoro con todo mi heart.❤

All the love, Y.💘

Solo Soy Una Empleada ||→m.b [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora