Solo Soy Una Empleada ||→m.b [Adaptación]

Capítulo 56

Con pasos lentos, ____ subía las escaleras con una charola en las manos, la cual llevaba el desayuno para ella y Mario.
Al llegar a la puerta de la habitación de él, tuvo que abrirla con uno de sus pies debido a que tenía las manos ocupadas sosteniendo la bandeja con comida. Mario la observaba. Intentó levantarse de la cama para ayudarla pero ella se lo impidió así que Mario sólo se acomodó mejor en la cama.

—¡Listo! —Dejó la charola sobre la cama a un lado de Mario. Él se movió un poco para no tirar las cosas y que ____ se pudiera sentar. —Ven —palmeó un espacio en la cama. Ella sólo avanzó con algo de timidez al lugar indicado por Mario.

Mientras tomaban el desayuno, el ambiente se vistió con risas y discusiones de temas sin sentido.
En una ocasión, Mario le dio una fresa directamente en la boca a _____, ella sólo agachó su cabeza algo sonrojada.

Al terminar la comida, Mario vio que _____ seguía con la mirada gacha, así que tomó su mentón e inmediatamente subió su vista hacia él. Sin decir nada, se acercó lo suficiente a ella y depositó un tierno y delicado beso en sus labios. ____ tenía en presentimiento de que pasaría otra vez.

Los labios de Mario eran suaves y muy carnosos, y eso la hacían volverse loca. Eran tan adictivos que desearía besarlos una y otra vez sin parar pero eso sería imposible, el trabajo y los cambios repentinos en la actitud del mayor la hacían dudar de eda posible situación.

____ agradeció mentalmente de que la bandeja ya no hubiese estado en la cama porque seguramente ahora mismo todo estaría derramado sobre ésta. Vació por completo su mente, concentrándose únicamente en Mario y lo que pasaba en ese mismo momento. No había nada más, y todo el mundo alrededor desaparece cada vez que sus labios se juntan. Era una sensación inexplicable pero hermosa.

El beso comenzó siendo tierno, lleno de nuevas emociones y sentimientos, pero ahora se convertía en algo más íntimo, lleno de pasión pero sólo había algo importante; dejarse llevar por lo que sentían al momento.

Mario pasó sus manos por la espalda de ____ para poder sujetar y acomodar la misma sobre la cama. Él quedó sobre ella pero colocó sus brazos a cada lado para no aplastarla. El beso continuaba. Únicamente separaba sus labios para tomar un poco de aire y continuar segundos más tarde.

—Mario... —Dijo entre los besos apenas audible. Estaba algo exaltada y jamás se había sentido de esa manera, pero si seguían así, avanzarían a la siguiente fase, la cual ya es algo más serio e íntimo y aún no estaba segura de querer hacerlo. —Mario... —un pequeño gemido salió de sus labios de manera involuntaria, debido a la excitación que sentía.

Mario se separó de ella rápidamente y la miró a los ojos. —¿Qué pasa? ¿Hice algo malo?

—Nada, es sólo que creo que estamos yendo muy rápido...

—Perdón yo... —Mario se levantó de encima de ella y después la ayudó a levantarse también.

—No tienes por qué disculparte, no hacías nada malo...

—Tienes razón. Sólo espero no haberte contagiado el resfriado —Mario bajó la cabeza un poco avergonzado. Ella sonrió y negó aún manteniendo esa sonrisa por las palabras que Mario había dicho. Realmente se preocupaba por ella.

—Bueno, me tengo que ir. Ya debería estar haciendo mi trabajo. Tú recuestate, no creo que estando de pie te cures más rápido.

—Claro, eso haré.

Aquella escena fue la más pacífica y placentera que habían tenido. ¿Podrían dos personas amarse a pesar de que antes se odiaban? La respuesta es sí. Uno mismo no puede controlar lo que diga el corazón ni mucho menos el destino, porque esto parecía ser obra de ello. El destino es quien está encargado de escribir un futuro, el cual muchas veces no es como lo esperábamos pero el nuevo futuro resulta ser mejor de lo que creíamos.