Capítulo 39

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_____ daba vueltas en la cama. No es que no podía dormir, de hecho, estaba dormida, pero estaba teniendo una pesadilla. De un brinco,  despertó con la respiración agitada y con pequeñas gotas de sudor en la frente.
No recordó que había soñado, pero sí que había sido algo horrible.

Trató de dormirse otra vez, pero no pudo. Es desesperante cerrar los ojos y no poder conciliar el sueño.

Se rindió.

Un poco cansada, se levantó de la cama. Planeaba ir a la cocina lo un vaso de leche. Seguramente, es la relajaría y la hará dormir.

Salió con su pijama. Se trataba de un short corto, junto con una blusa de tirantes. No hacía frío, así que salió descalza.

Caminó a oscuras hasta la cocina. No quiso prender la luz. Los rayos de la luna ayudaban a alumbrar un poco, debido a los grandes ventanales que había por toda la casa.
Una vez dentro, caminó despacio al refrigerador, de donde sacó un cartón de leche. Lo dejó sobre la mesa Para buscar un vaso en la alacena. Cuando tomó uno, vació un poco de leche en él.
Volvió a guardar el cartón en el refrigerador. Agarró su vaso y se fue de vuelta a su habitación.

La luz de la cocina se encendió y, junto a eso, Mario apareció. A _____ se le cayó el vaso del susto junto a sus pies. El sonido del vaso estrellándose retumbó por todo el lugar.
Si no fuera porque tenía un corazón sano, seguro le hubiera dado un paro cardíaco por ese susto.

Ambos se miraron por unos segundos. Ninguno habló, sólo se miraban. _____ suspiró, después de nivelar su respiración.

—Lamento haberte asustado —se disculpó.

—No te preocupes, estoy bien —dijo cortante. Se agachó para recoger los pedazos de vidrio que estaban tirados debido al vaso que se rompió.

—No, no lo hagas —se agachó —Y tampoco camines —la detuvo —Te puedes cortar y... Andas descalza. Quedate quieta, yo limpiaré.

_____ se sorprendió. Esa actitud no siempre se veía en Mario. Mientras pensaba, vio al chico agarrar una escoba y comenzar a recoger los pedazos de vidrio con el recogedor. Luego, con un trapo, secó todo el líquido que se había esparcido por el suelo.

—Listo —terminó de enjuagarse las manos.

—Gra-gracias —apenas pudo decir eso, ya que aún seguía sorprendida.

—Bien. Creo que deberías estar durmiendo.

—Lo sé. Es que tuve una pesadilla y no podía dormir. Creí que un vaso de leche podría relajarme. —Bajó su vista al suelo en donde, hace unos momentos, la leche se había derramado. —Tú también deberías estar durmiendo —frunció los labios cruzándose de brazos.

—Yo tampoco podía dormir —contestó. —Oye —Rascó su nuca nervioso —Ya que estamos aquí tú y yo y no podemos dormir... Este... Yo... Yo quiero pedirte... Quiero pedirte disculpas —hablaba nervioso. —Sé que no te traté muy bien hoy. Bueno, creo que no te he tratado bien desde que llegaste, y sé que no eres igual a las demás —volteó a verla. —¿Podrías perdonarme?

—Nadie me había tratado como una... —la interrumpió.

—Lo sé. No lo repitas. Sólo... ¿Me perdonas o no? —dijo.

—Está bien. Espero que no vuelva a pasar nada de eso porque, para la otra, de mis labios ya no saldrá sólo un "está bien". —Advirtió con diversión.

—Me parece. Bueno, ____ —ella lo miraba. —¿Tú sabes por qué últimamente Jan ha actuado diferente? —preguntó.

—Se siente solo, Mario —empezó a explicar. —Nadie lo escucha, sólo... Sólo yo —bajó la cabeza.

Él no dijo nada. Suspiró profundo pero ni una sola palabra salió de su boca. Tomó asiento en una de las sillas y apoyó sus codos sobre la mesa y cubrió su cara con las manos.

—¿Es por lo de Ana, verdad? —retiró las manos de su cara y miró fijamente a ____. (Novia de Jan en multimedia)

—Si, pero también extraña a su familia. A sus padres... Necesita el cariño de todos, en especial el de sus hermanos, pero más él tuyo. Él te admira mucho —terminó de decirle.

—Yo también lo admiro, pero... No sé como acercarme a él. He actuado indiferente con Jan Carlo últimamente. No sé si aún quiera hablar conmigo sobre todo lo que pasa con él...

Por primera vez, ambos sostenían una amena conversación. No se insultaron ni se pelearon, todo lo contrario. Eso era bueno.

—¿Quieres... Quieres que te ayude? —se acercó un poco a Mario. Éste la volteó a ver.

—¿Lo harías?

—Si prometes no insultarme, y no me tratas mal, te ayudaré a acercarte más a Jan —propuso.

—Estoy de acuerdo. Trato hecho. —Dijo estrechando su mano con ____, quien la recibió con una hermosa sonrisa.

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Buenas noches bellezas. Aquí está el capítulo de hoy. Disfrutenlo😏

La fic ahora se encuentra en el puesto #196 en la categoría 'DE TODO'😭😱❤ Se los agradezco mucho.

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Solo Soy Una Empleada ||→m.b [Adaptación]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora